
Alexandre Scriabine, Jacques Lenot
Cristian Monti, piano
Galaxie Y CC007
★★★★
Aunque las obras contenidas en este cofre (o gabinete) de curiosidades se distancian entre sí más de un siglo, pues los opus 70 y 73 de Scriabin datan de 1913 y 1914 respectivamente, y el Rilke-Fragmente del compositor francés Jacques Lenot de 2022, bien podría casi todo el disco formar parte del ambiente sonoro de muchos de los stands que hemos podido visitar en la última edición de ARCO, multitudinaria muestra de lo que hoy se cuece en el mercado del supuesto ‘arte’, capaz de provocar lo que su nombre indica perseguido por las hadas (sin ‘h’). Y es que si, como justifica el título de la colección que acoge este álbum, pasamos de la intimidad del tesoro apreciado a la invasión que supone internet (inmenso gabinete de hoy), tan desmesurado como la ausencia de cánones, necesitamos un filtro para sobrevivir a la inundación de los sentidos, desbordados a quienes sufrimos una sensibilidad artística que vive aún en la esperanza del criterio, la calidad y la distinción entre lo feo, lo malo… lo bello y lo bueno.
Esquivando el maniqueísmo que podría suponer un juicio binario (sí / no, friqui / cabal…), preferiría parafrasear al reconocido y reputado pintor francés Pierre Soulages (Rodez, 1919 – Nimes, 2022 [mismo año que el Rilke-Fragment de Lenot]), inventor del ‘outrenoir‘, único pintor en el mundo, además de Picasso y Chagall, homenajeado en el Musée du Louvre, para sugerir un título que pudiera encajar en el contenido de este curioso álbum interpretado sobre Fazioli por el joven pianista y compositor italiano Cristian Monti: ‘musique au-delà de l’outrenoir‘. Pensemos en las palabras de Soulages cuando se refería al ‘negro’ en estos términos (para nosotros ‘negro’ sería ‘música’ y ‘la luz que se refleja’ nuestra escucha): ‘Al mismo tiempo es un color y un no-color. Cuando la luz se refleja en el negro, lo transforma y transmuta. Abre un campo mental propio’. Hagamos un ejercicio de recepción, más allá de lo que nos pueda gustar, o no. El pianismo de Monti es meditado, eficiente y altamente racional.
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