Ad una Stella. Liriche da Camera di Giuseppe Verdi
Andrea Carè, tenor
Vincenzo Scalera, piano
ILLIRIA 9783000773136
Melómano de Oro
Ad una Stella es un homenaje a Giuseppe Verdi. Al justificar el porqué de esta elección para su primera grabación de estudio (álbum sin disco, código QR), Andrea Carè argumenta que es difícil encontrar en la historia italiana un compositor al que se le deba tanto; y cita al poeta Gabriele D’Annunzio: ‘Nos deleitamos con él como si fuera aire libre e ilimitado… Él dio voz a todos nosotros y a nuestras esperanzas. Lloró y amó por todos’.
Libertad y esperanza, amor y llanto, caracterizan emociones que, lejos de las grandes y conocidas escenas de ópera verdianas, arias y cabalettas, Carè encuentra de manera más directa y sincera en estas canciones para voz y piano, pertenecientes a un género concebido para veladas íntimas en salones burgueses a la manera del lied alemán (poco más comparten) pero sin renunciar por ello al pathos propiamente escénico. Rossini, Bellini y Donizetti fueron maestros consumados en la creación de canciones cuyo modelo emuló Verdi de manera precoz publicando dos colecciones de Seste romanze per canto con accopagnamento di pianoforte en los años 1838 y 1845; es decir, antes de que subiera a escena su primera ópera y cuando habían estrenado ya nada menos ocho, entre éstas las aclamadas Nabucco y Ernani.
Carè selecciona para su álbum siete de estas romanze, a las que añade otras diez canciones de diversa data. Así, la jubilosa Stornello de 1867, perteneciente a un proyecto a beneficio de la familia del libretista y amigo Piave, quien, víctima de un ictus, sobreviviera once años inconsciente. Pero Sotornelo o la cabaletta deL’esule, auténtica escena de ópera disfrazada de canción, son rarezas. La tónica del álbum, eminentemente lírica, gravita entre la expansiva solemnidad hímnica de Ad una stella, la introspección dolorosa de ‘Deh, pietoso, oh Adoloratta‘ y el dramatismo sobrecogedor de Il mistero. Carè, tenor de proyección limpia y poderosa, de hermoso timbre, capaz del heroísmo de los grandes roles verdianos y de la dulzura más conmovedora, cautiva con estas miniaturas líricas. Le acompaña un excelente Vincenzo Scalera, pianista de José Carreras, Montserrat Caballé, Juan Diego Flórez.
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