La pianista andaluza María Márquez se presenta por primera vez en registro discográfico con A Romantic Piano, un álbum grabado en Varsovia (Polonia) y dedicado a la música de Isaac Albéniz y Franz Liszt.
De Albéniz podemos escuchar completa su suite España opus 165, seis piezas compuestas en 1890, cuando el gerundense contaba con 30 años, que fueron estrenadas en Londres, llevando al público de viaje por los ritmos españoles. En esa época el maestro se encontraba viviendo en la capital inglesa, donde cosechaba grandísimos éxitos con sus recitales para piano, motivo por el cual había decidido abandonar su tierra natal. En su estreno el Times calificó la suite como ‘seis gráciles “hojas de álbum”’. Quizá la nostalgia le llevó a escribir ritmos de danza exóticos como el ‘Zortzico’ —una de las pocas piezas en las que el catalán recuerda su origen vasco— que en manos de Márquez retoma toda su vitalidad, o melodías folclóricas como la ‘Serenata’, a la que la andaluza aporta lirismo y claridad. De todas la piezas es el ‘Tango’ la que más popularidad ha alcanzado a lo largo de los años; la pianista la resuelve de forma excelente y nos acerca a la habanera gaditana que en él se encierra. La textura clara y sencilla de las obras nos permite sugerir que las piezas pudieron ser escritas con intención pedagógica. Sea como fuere, el trabajo de Márquez en estos poco más de quince minutos es concienzudo y enormemente respetuoso; con ella este viaje musical tiene el éxito asegurado.
De Liszt se incluye en el disco la Balada núm. 2 en Si menor S 171, escrita entre 1853 y 1854, que requiere por parte del intérprete una sólida técnica, sobre todo para abordar las escalas paralelas con las que se logra una enorme resonancia. Encierra una complejidad musical y pianística importantes, a las que hay que sumar la duración de la pieza, en torno a catorce minutos, lo que la convierte en una de las obras más extensas del austriaco. No es una de sus obras más conocidas, pero el intérprete puede encontrar en ella muchos de los recursos estilísticos del compositor y del repertorio romántico, explorados con grandísimo acierto por la pianista, que pone así el broche de oro a un muy buen disco de presentación.
Por Prado Fernández
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