Título: A real pain
Director: Jesse Eisenberg
Compositor: Frédéric Chopin
A real pain: Chopin como la máxima expresión sentimental
La mayor parte de la banda sonora de A real pain se basa en la figura del virtuoso compositor y pianista polaco del siglo XIX. En este sentido, supone una acertada elección, teniendo en cuenta su procedencia.
El filme se basa en un roadtrip en el que dos primos, David (Jesse Eisenberg) y Benji (Kieran Culkin), que visitan la Polonia natal de su abuela en honor a su memoria, realizando un tour sobre el holocausto. Durante su recorrido, visitan lugares emblemáticos como el Monumento a los Héroes del Gueto de Varsovia, secciones del antiguo gueto, la ciudad de Lublin y el campo de concentración de Majdanek. A modo de tragicomedia, ambos van a tener que confrontar sus diferencias personales y explorar su herencia cultural, al mismo tiempo que lidian con tensiones familiares y recuerdos del pasado.
Un viajero más
Ya desde el inicio, Chopin realiza la apertura de la película y va a estar presente de forma constante. En este aspecto, la música va a ser un compañero más en el viaje, y va a ir cobrando importancia durante su desarrollo, hasta tal punto que, de forma progresiva, la banda sonora se va a convertir en un personaje protagónico de la trama, abarcando una amplia gama de emociones y estados de ánimo, desde lo melancólico hasta la euforia.
La película va a emplear los matices musicales para enfatizar y reflejar los sentimientos de Benji y David, así como las experiencias de ambos. De este modo, la riqueza emocional que asoma sobre las teclas del piano va a suponer una herramienta imprescindible para la narrativa visual. La interpretación corre a cargo del pianista israelí Tzvi Erez, quien ejecuta las composiciones de un modo emotivo y nostálgico.
Las piezas, a menudo, aparecen en pasajes de transición entre escena y escena y puede llevar a pensar que se trata de un mero acompañamiento, pero también suceden en momentos específicos del film, resaltando las aflicciones y conflictos internos de los protagonistas, aportando una gran conmoción y una ambientación idónea para cada secuencia.
Y es que, los nocturnos, preludios, baladas, estudios y valses viajan con un equipaje de melancolía y anhelo, que se entrelaza delicadamente con sucesos cotidianos, otorgándoles una belleza inesperada y elevando momentos de pura poesía cinematográfica, sin necesidad de grandes artificios visuales. Por eso, esta banda sonora no solo enriquece la atmósfera íntima de la película, sino que también enfatiza temas como la pérdida, la memoria y la identidad, resonando con las experiencias sentimentales de los personajes.
Frédéric Chopin y su relación con A real pain
Existe una profunda relación entre Chopin y la película que no se basa únicamente en el país de origen del compositor. La lucha consigo mismo, el reflejo de una sensibilidad no comprendida por la sociedad o la búsqueda de una identidad fueron una constante en la vida del pianista, del mismo modo que el personaje de Benji trata de encontrar un lugar en el mundo.
La enorme pena de Chopin por el exilio que sufrió, teniendo que vivir en Francia anhelando constantemente su tierra natal, queda reflejado en el filme con el intento de ambos personajes por conectar con sus raíces familiares. Mientras Chopin tuvo que vivir aislado y alejado de sus seres queridos, Benji aclara que, en los peores momentos, se ha encontrado solo contra el mundo, sin tener si quiera el apoyo de prácticamente toda su familia. Es por ello que la elección de esta banda sonora no es baladí, pues el piano de Chopin sirve como enlace entre la historia de su vida con la de los protagonistas, y va a resaltar los momentos de mayor vulnerabilidad y humanidad.
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