Los Veinticuatro preludios opus 11 pertenecen a una primera etapa compositiva y algunos de sus números nos recuerdan claramente a Chopin. Pereira capta a la perfección los cambios de carácter que se dan en cada uno de ellos. A destacar la tristeza del número diez en Do sostenido menor o el entusiasmo y fogosidad del número veinte en Do menor. En los opus 13,15y16, Scriabin continúa utilizando el mismo esquema tonal, que variará en el opus 17. A partir de losPreludios opus 22 se empiezan a vislumbrar las nuevas sonoridades con las que el compositor experimenta. Los Preludios opus 31,33,35,37 y39, escritos en 1903, también forman parte del periodo de transición en los que progresivamente el sentido tonal se vuelve cada vez más ambiguo. La nueva estética de Scriabin aparece de forma visible en los cuatro Preludios opus 48, junto al opus 49 núm. 2y el opus 51 núm. 2. Los opus 59,67y74son un ejemplo del último periodo compositivo del músico, en los que se identifica ese simbolismo musical que le caracteriza.
A lo largo del disco Pereira nos hace disfrutar, pues ha sabido encontrar la expresión emocional propia de cada una de las piezas. Su pianismo es realmente delicioso: dedos veloces, dirección melódica estupendamente dirigida, equilibrio sonoro y tempos adecuados. Sin duda, se trata de un pianista que muestra un gran talento tanto técnica como musicalmente. Un disco muy recomendable.
Por Francisco J. Balsera
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