La pianista asturiana Noelia Rodiles ofrece el resultado de su nuevo trabajo en el presente registro discográfico, 1823, título que comprende una fecha especialmente representativa como parte de su propuesta, integrada por dos creaciones pertenecientes a la producción de Franz Schubert y Martín Sánchez Allú, los Moments musicaux del primero y la Sonata para piano en Mi bemol mayor del segundo.
Es durante ese año de diagnóstico de la sífilis de Schubert y de nacimiento de Sánchez Allú cuando se conectan un final y un comienzo, un pasado y un presente del Romanticismo del siglo XIX, combinándose en un álbum que comporta un compromiso con la difusión del patrimonio europeo y nacional.
Como aconteciese en otras grabaciones y conciertos previos, la profunda búsqueda de una personalidad artística en el desarrollo de su discurso sonoro unida a un magnífico sentido de la sensibilidad, tanto en sus planteamientos como en la manera de transmitir un extenso espectro de afectos, emociones, pasiones y sentimientos humanos, posibilitan que Noelia Rodiles predomine actualmente como una de las pianistas preeminentes de su generación.
Con independencia de corrientes estilísticas, o de aproximaciones de diversa índole a una amplia variedad de partituras, la escritura para piano de estos dos músicos encuentra en esta versión un excelso cuidado en la configuración de las texturas, en la gestualidad de las formas, en el tratamiento de los tiempos de resonancia y en el timbrado de los planos, otorgando al instrumento una vida, de un hermoso colorido, perfectamente estructurada, a partir de la conformación de líneas melódicas elaboradas desde un maravilloso sentido del lirismo que surge en la expresión de la naturaleza del canto, lo que confiere un amplio marco de introspección dirigido a una experiencia sensorial desde una nueva dimensión.
El dominio técnico y el conocimiento idiomático puesto al servicio de la música propician una relación entre los mundos de las personalidades de ambos creadores, expuestos hacia el ámbito interpretativo, que confiaremos en que resulte apreciada y, como ocurre con los intérpretes más reconocidos del siglo XX, se convierta en una auténtica referencia.
Por Abelardo Martín Ruiz
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