El 5 de enero se cumple el veinte aniversario del fallecimiento de la gran soprano Victoria de los Ángeles (Barcelona, 1 de noviembre de 1923-5 de enero de 2005). Su brillante carrera operística comenzó en 1945, en el Liceu de Barcelona, interpretando a la Condesa en Las bodas de Fígaro de Mozart, y finalizó en 1980, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, con el papel de Melisande del Peleas y Melisande de Claude Debussy. En calidad de recitalista, su actividad se extendió hasta 1997, año de su retirada definitiva.
Por Diego Manuel García
Belleza vocal y calidad interpretativa
La voz de Victoria de los Ángeles era de soprano lírica, dotada de gran belleza tímbrica, con un canto de transparencia cristalina, gran musicalidad, depurado y elegante fraseo, donde parecía esculpir cada palabra cantada con una clara y perfecta dicción. Mostraba gran capacidad para regular el sonido. La extensión, sobre todo en sus diez primeros años de carrera, era considerable: del Do3 al Do5, con capacidad para descender en el registro grave al La2 y extender el agudo hasta el Re5.
Sin ser una especialista, ofrecía muy notables resoluciones de la coloratura en sus grandes creaciones del repertorio francés como Manon de Jules Massenet y Margarita de Faustode Charles Gounod, así como en la interpretación de Rosina de El barbero de Sevilla de Rossini. Su excelente gama de graves le permitió afrontar roles de mezzosoprano como Carmen de Bizet, Santuzza de Cavalleria rusticana de Mascagni y Charlotte de Werther de Jules Massenet.
Una fulgurante carrera
Victoria de los Ángeles mostró desde su niñez una gran vocación musical. En su adolescencia le tocó vivir los difíciles años de la guerra y posguerra en Barcelona. En principio estudió guitarra. Dotada de una muy bella y espontánea voz, ingresó en 1939 en el Conservatori del Liceu de Barcelona, concluyendo la carrera de canto en solo tres años. En 1940 ganó un concurso organizado por Radio Barcelona. En 1944 intervino en un recital en el Palau de la Música de Barcelona.
Su debut en el Liceu tuvo lugar el 13 de enero de 1945, con una triunfal interpretación de la Condesa en Las bodas de Fígaro de Mozart. En mayo de ese mismo año debutó en Madrid interpretando con gran éxito sus primeras Manon y Mimí de La bohème de Puccini, nada menos que compartiendo reparto en ambas óperas con el gran Beniamino Gigli. Durante cinco temporadas consecutivas tendrá una intensa relación con el Liceu, donde interpretará Manon, La bohème, los roles wagnerianos de Elisabeth en Tannhäuser, Elsa de Lohengrin y Eva de Los maestros cantores de Núremberg, junto al personaje de Agatha de El cazador furtivo de Carl Maria von Weber, todos ellos cantados en alemán.
En 1947 obtuvo el Primer Premio en el Concurso de Canto de Ginebra, lo que supuso un gran impulso para su incipiente carrera. En 1949 debutó en la Ópera de París con el papel de Margarita del Fausto de Charles Gounod y en el Teatro alla Scala con un exitoso recital, que le permitió ser contratada por ese teatro para interpretar al año siguiente el papel de Ariadna (cantado en italiano) de Ariadna en Naxos de Richard Strauss. Entre los espectadores de aquellas funciones en la Scala estaba Rudolf Bing, general manager del Metropolitan de Nueva York, quien quedó impresionado al escuchar la voz de Victoria de los Ángeles. Se entrevistó con ella, ofreciéndole un contrato para debutar al año siguiente en el Metropolitan con tres óperas: Fausto, La bohème y Madama Butterfly. En aquel decisivo año 1950 se produjo su debut con un recital en el Carnegie Hall de Nueva York y también en el londinense Covent Garden, interpretando, en solo diez días, La bohème, Manon y Lohengrin,obteniendo grandes éxitos en las tres óperas.
Su intensa relación con el Metropolitan
Durante el mes de enero de 1951 volvió al Teatro alla Scala para interpretar a Doña Anna en cuatro funciones de Don Giovanni de Mozart, dirigidas musical y escénicamente por Herbert von Karajan, con quien la cantante tuvo una tensa relación, sobre todo por la metodología de trabajo del director salzburgués. A pesar de ello, consiguió un gran triunfo.
Después de aquellas funciones viajó a Nueva York para su debut en el Metropolitan, con Margarita de Fausto, el 17 de marzo de 1951, seguidas de Madama Butterfly (papel esencial desde entonces en su carrera) y La bohème. Estos tres títulos también los interpretará en diferentes ciudades norteamericanas en la tradicional gira anual de primavera de la compañía del Metropolitan. Los grandes triunfos conseguidos por la cantante catalana propician que el Metropolitan le ofrezca un contrato de larga duración. Durante diez años, Victoria de los Ángeles estará ligada al Metropolitan, donde realizará la mayor parte de sus actuaciones, interviniendo en 139 representaciones, añadiendo a los títulos ya citados sus interpretaciones de Manon, Tannhäuser, Lohengrin, Los maestros cantores de Núremberg y El barbero de Sevilla. También debutará en nuevos personajes: Melisande de Peleas y Melisande, que el Metropolitan montó especialmente para ella, y con el que obtiene un memorable triunfo; Micaela de Carmen de Bizet; y dos papeles verdianos, Violetta Valéry de La traviata y, sobre todo, su extraordinaria creación de Desdémona en Otello. Aprovechando los períodos sin compromisos con el Metropolitan, debutó en otros teatros como el Colón de Buenos Aires (1952), con Manon y Butterfly, y en la Ópera de Viena (1957) con La bohème.
La optima relación de Victoria de los Ángeles con el Metropolitan, comenzó a deteriorarse cuando Rudolf Bing —prácticamente— le impuso interpretar el papel de Harriet en la ópera Martha de Friedrich von Flotow. La cantante no lo consideraba idóneo para su voz; además, no era en el alemán original, sino en una versión en inglés. Mostrando un alto grado de profesionalidad, interpretó esta ópera en dieciséis representaciones entre enero y mayo de 1961. La persistencia de Rudolf Bing en reponer Martha la siguiente temporada hizo que se rompieran, de modo amigable, las relaciones entre el Metropolitan y la cantante.
Aquel verano de 1961, invitada por Wieland Wagner, debutó en el Festival de Bayreuth, interpretando, con gran éxito, Elisabeth de Tannhäuser, junto a grandes cantantes alemanes como Wolfgang Windgassen y Dietrich Fischer-Dieskau. Al final de los años 60 incorporó a su repertorio el papel de Charlotte (ideal para su voz) en Werther de Jules Massenet, que estrenó junto al referencial Werther de Alfredo Kraus en el Teatro de la Zarzuela de Madrid en 1969, y que solo volvió a interpretar en el Teatro Colón de Buenos Aires en 1979.
El final de su carrera como cantante de ópera se produjo en el Teatro de la Zarzuela en 1980 con Peleas y Melisande. Desde entonces, y hasta su definitiva retirada en 1997, se dedicó a cantar en recitales por todo el mundo, mostrando su exquisitez y fuerza interpretativa en el lied alemán, la canción española y la francesa. Desde los mismos comienzos de su carrera había simultaneado sus interpretaciones operísticas con los recitales. Históricas son las imágenes de un recital, en 1957, donde se la ve cantar de un modo insuperable ‘An die Musik‘ de Franz Schubert y ‘La Jota’ de las Siete canciones populares españolas de Manuel de Falla, acompañada al piano por Gerald Moore. Y, más de treinta años después, en 1989, interpretando en otro recital ‘La barcarola’ de Isaac Albéniz y ‘Cuba dentro de un piano’ de Xavier de Montsalvatge, acompañada al piano por Manuel García Morante.
Sus grandes creaciones
Hay que destacar sus creaciones de una serie de personajes de ópera francesa, donde muestra un gran dominio idiomático y estilístico, tan necesarios en este repertorio. En primer lugar, cabe citar su extraordinaria interpretación, plena de matices, de la Manon de Jules Massenet, personaje de gran dificultad vocal y verdaderamente agotador por su casi continuada presencia escénica. La cantante nos ha legado una grabación en estudio de 1955 donde está sensacional en sus intervenciones solistas, aunque el problema de esa grabación es el personaje de Des Grieux, interpretado por Henri Legay, un tenor francés de fea voz que contrasta mucho con la de la soprano en los dúos, sobre todo en la gran escena de San Sulpice, en el Acto III. Afortunadamente, existe otra grabación en directo realizada desde el Metropolitan de Nueva York, en 1952, donde nuestra soprano está acompañada por el magnífico tenor italiano Cesare Valletti, de bonita voz y un verdadero estilista del canto. Ambos se lucen es sus grandes dúos. Las dos grabaciones están disponibles en YouTube.
Margarita de Fausto de Charles Gounod fue otra de sus grandes creaciones y el personaje que más veces interpretó en escena, habiéndonos legado dos grabaciones discográficas en estudio: la primera (1953), donde estaba acompañada por dos excelentes cantantes, el tenor sueco Nicolai Gedda (Fausto) y el bajo búlgaro Boris Christoff (Mefistófeles); y ese mismo equipo volverá a grabar esta ópera en 1958, en estéreo, y con mejores resultados, ya que los cantantes tenían aún mas asimilados sus personajes. La soprano y el tenor brillan sobremanera en sus dúos y en el trío final junto al bajo. Esta versión referencial está disponible en YouTube.
Otra gran creación de Victoria de los Ángeles en el repertorio francés es Melisande de Peleas y Melisande de Claude Debussy. La cantante muestra un alto grado de exquisitez, con ese casi continuo recitar cantando en un perfecto francés, junto a la gran interpretación del tenor Jacques Jansen (referencial Peleas); los dúos de ambos son una preciosidad. Pueden escucharse fragmentos en YouTube de una grabación de 1958.
Citamos también otros dos personajes franceses: Carmen de Bizet y Charlotte del Werther de Massenet, ambos compuestos para mezzosoprano, que Victoria de los Ángeles interpretó magníficamente utilizando su excelente registro grave. Existen dos referenciales grabaciones: una de Carmen, de 1959, y la otra de Werther, de 1968, en ambos casos junto al gran Nicolai Gedda, verdadero especialista del repertorio francés, con su elegante estilo y gran dominio idiomático. Ambos cantantes están magníficos, tanto en los dúos de Carmen y Don José, como en los de Charlotte y Werther. Y, por supuesto, en todas sus intervenciones solistas. Todas estas grabaciones se pueden escuchar en YouTube.
Pasamos al repertorio italiano, donde Victoria de los Ángeles realizó canoras creaciones de dos personajes puccinianos: Mimí en La bohème y Madama Butterfly. Podemos escuchar su Mimí en una antológica grabación de 1956, junto con el Rodolfo del gran tenor sueco Jussi Björling, de bellísima voz, a quien Victoria de los Ángeles consideró su compañero ideal. Las intervenciones solistas de ambos y sus dúos son un verdadero deleite. Esta grabación se puede escuchar en YouTube. También resulta extraordinaria su Madama Butterfly. Podemos escucharla en dos grabaciones, la primera de ellas (disponible en YouTube), de 1954, junto al Pinkerton de Giuseppe Di Stefano, exhibiendo su precioso timbre y capacidad expresiva. Perfecta la conjunción de ambas voces. La otra versión data de 1959, grabada en estéreo, donde nuestra soprano vuelve a cantar con Jussi Björling. Como en el caso de La bohème, resulta toda una gozada escucharlos. El gran dúo conclusivo del Acto I está disponible en YouTube.
Dentro del repertorio verdiano, Victoria de los Ángeles realizó una gran creación de Desdémona en Otello. Se puede escuchar en una toma en directo realizada en el Metropolitan, en 1958, junto a grandes intérpretes: Mario del Monaco (Otello) y Leonard Warren (Yago). Algunos fragmentos de esta grabación están disponibles en YouTube, como el gran dúo de Desdémona y Otello, conclusivo del Acto I, y ya, en el Acto IV, ‘La canción del sauce’, seguida del ‘Ave María’, donde puede apreciarse toda la calidad vocal e interpretativa de la soprano catalana.
Por último, sus aproximaciones al repertorio wagneriano también fueron muy brillantes, con un buen dominio del idioma alemán. Destaca su creación de Elisabeth en Tannhäuser, que cantó en bastantes ocasiones. Se puede escuchar en YouTube la toma en directo realizada en el Festival de Bayreuth de 1961. Resultan magníficas todas sus intervenciones solistas y está sensacional en el dúo del Acto II, con el gran tenor alemán Wolfgang Windgassen como Tannhäuser.
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