Este sábado, el Centro Internacional de Música Medieval (CIMM) acogerá un recital de Riches D’Amour, cuyo programa se centrará en la poesía trovadoresca y otros repertorios medievales
Fiel a su cita mensual del primer sábado de cada mes, el próximo 4 de marzo el Centro Internacional de la Música Medieval (CIMM) presenta el recital del dúo Riches D’Amour. Será la tercera actuación que recogerá este año la ubicación habitual de su programación, el Monasterio de Santa María de la Valldigna.
Riches D’Amour está integrado por Carmen Hidalgo (canto y vihuelas de arco) y Alberto Barea (canto, organetto, çinfonia y orlo). Interpretará el programa ‘La Dama Eterna’, dedicado a los cantos trovadorescos de los siglos XII – XIV. Será una selección de canciones de trovadores, con cantigas dedicadas a la Virgen y cantos de los goliardos.
Del programa hay que destacar precisamente lo heterogéneo de las piezas elegidas. Cuatro de ellas proceden de las Cantigas de Santa María, dos del Códex de las Huelgas y una del Magnus Liber del siglo XIII. La poesía trovadoresca estará presente a través de Bernart de Ventadorn, cumbre de la canción provenzal trovadoresca, y del menos conocido Berenguer de Palou.
Sobre Riches D’Amour
El trabajo de Riches D’Amour se puede considerar una suerte de arqueología musical. Trabaja sobre la recuperación de instrumentos medievales, como el organetto u órgano portátil de fuelle, o la vihuela de arco. Asimismo, realiza el esfuerzo de reinterpretar las melodías del medievo, de la forma más acorde posible a los modelos originales.
Acerca del CIMM
El Centro Internacional de la Música Medieval (CIMM) es un pionero de la Comunidad Valenciana y España. Se centra en la formación continuada de músicas de la Edad Media, desde el siglo V hasta el XV. En la actualidad opera en más de quince países, como Alemania, Lituania, Polonia, Austria, Brasil, Grecia, EE.UU. y más.
Su principal objetivo es enriquecer la oferta educativa y poner en valor las músicas de la Edad Media, asociadas al patrimonio y la cultura. Refuerza los vínculos con los ancestros musicales y profundiza en la magnitud de su vertiente artística y cultural. Así, fomenta en los asistentes la búsqueda de la belleza y el desarrollo personal.
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