Pedro Halffter: ‘Acercar la ópera a lugares donde no se representa habitualmente es una de las funciones más importantes que podemos desarrollar como músicos’

Los próximos días 28 y 30 de julio se presentará una nueva producción de La traviata en Villafranca del Bierzo, con Pedro Halffter como director musical. Se trata de un montaje muy especial, ya que tendrá lugar en el patio del Castillo de Villafranca, que pertenece a la familia Halffter.

Por Susana Castro

¿Cuáles cree que son las claves musicales de esta ópera tan exitosa?

He dirigido La traviata en muchas ocasiones: en el Teatro Verdi en Italia, en Estados Unidos, hace justo un año en el Teatro de la Maestranza, etc. Es una ópera que conozco muy bien, y es uno de mis títulos preferidos. Además, es una de las más conocidas, interpretadas y bellas del repertorio.

Respecto a sus claves musicales, para empezar, es importante recordar que se trata de una de las óperas enmarcadas en la época media de Verdi. Supone un avance muy importante en lo que respecta a la elección del libreto, ya que es la primera vez que los personajes verdianos son personajes actuales, el público se podía ver reconocido cuando se estrenó la ópera. Por eso creo que sigue siendo de una actualidad absolutamente representativa.

En segundo lugar, hay que resaltar la belleza de sus melodías, ya que en ella se incluyen dos de los momentos más conocidos de la historia de la ópera, como son el aria de Violeta del final del primer acto, y el Preludio y el Brindis, también del primer acto. Son momentos maravillosos y parte fundamental de esa belleza extraordinaria de la partitura de Verdi.

La dirección escénica corre a cargo de Antón Armendariz Díaz. ¿Han trabajado juntos anteriormente?

El año pasado estrenamos mi ópera Klara en el Festival ‘Música en Villafranca’, en una representación cuya puesta en escena estuvo a cargo de Antón Armendariz. Después viajamos con ella a la Universidad de Harvard y a la Universidad Complutense de Madrid. A partir de esa experiencia tomamos la decisión de que Antón asumiese la dirección de escena de esta nueva producción.

¿Quiénes formarán el elenco de esta Traviata?

Contamos con un elenco extraordinario encabezado por Ashley Bell, que cantó el rol principal en el Teatro de la Maestranza hace justo un año, conmigo a la batuta. El resto del reparto son cantantes de primer nivel: Juan Noval Moro, Carlos Daza, Anna Gomá, Manuel de Diego e Isaac Galán. Creo que nos podemos sentir muy orgullosos de que un pueblo tan pequeño como Villafranca traiga cantantes de nivel internacional para estas representaciones de La traviata.

Una de las sorpresas de esta producción es la propia ubicación de las representaciones. ¿Dónde tendrán lugar?

La traviata se representará en el patio del Castillo de Villafranca, que pertenece a mi familia, y es donde vivo. Esta elección es un paso adelante muy importante en el desarrollo del Festival ‘Música en Villafranca’, que llevo dirigiendo y liderando desde 2017.

El año pasado interpretamos la Novena sinfonía de Beethoven, y este año supone un salto adelante importantísimo llevar por primera vez una ópera representada a Villafranca del Bierzo.

Espero que el público venga a Villafranca a escuchar La traviata, pero no solamente el público de la región del Bierzo, sino que vengan de todas partes. Nos consta que no solo va a venir público de España, sino que se va a acercar gente de Europa y de todas partes del mundo. Villafranca es un lugar muy especial y el emplazamiento donde va a tener lugar la representación es un espacio aún más especial.

Asimismo, han apostado por la participación de la comunidad local en el evento para darle una dimensión mucho mayor. En España están floreciendo tantas propuestas culturales en entornos rurales. ¿Qué cree que puede aportar esta dimensión comunitaria a la música clásica?

Acercar la ópera a lugares donde no se representa habitualmente es una de las funciones más importantes que podemos desarrollar como músicos. En Villafranca del Bierzo, el acceso a la cultura, como en otros lugares similares, pasa por tener el teatro de ópera más cercano a 200 kilómetros. Creo que es importante que se vean representaciones de ópera de repertorio de la máxima calidad posible en estos entornos. Para mí, es sentir que democratizamos el acceso a la cultura.

También seguimos adelante con el resto de la programación del festival, ya que habrá muchas actividades vocales, concertísticas y solistas. El festival, como siempre recuerdo, se hace en memoria de mi madre, la pianista María Manuela Caro, que nació allí. Creo que sería su deseo que Villafranca tuviese una actividad cultural muy importante durante el verano. El festival dota de un nivel cultural verdaderamente importante al pueblo de Villafranca.

Tras esta producción, ¿cómo afronta la nueva temporada? ¿Qué compromisos tiene en el horizonte?

Primero debo hacer un balance muy positivo de lo que ha sido todo este año para mí. He dirigido en numerosos lugares, como Alemania, he estado en Montreal dirigiendo Madama Butterfly, he dirigido una Sinfonía Alpina extraordinaria con la Orquesta del Teatro Real, la Sinfónica de Madrid, en enero. Después visité la Euskadiko Orkestra y acabo de estar en Viena dirigiendo la Novena de Beethoven.

La próxima temporada, nada más empezar el curso, dirigiré Madama Butterfly, y después tengo compromisos en Estados Unidos.