La ópera de Handel se representará en las tablas del coliseo madrileño entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre
El Teatro Real ofrecerá, por primera vez en Madrid, una versión escenificada de Orlando, de Handel en una nueva producción estrenada en el Theater an der Wien en abril de 2019.
Se ofrecerán siete funciones entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre. El 4 de noviembre, sábado, a las 19: 30 horas, Orlando se retrasmitirá en directo para todo el mundo en MyOperaPlayer, pasando a integrar su catálogo en el futuro.
Elenco y equipo
Encarnarán a los cinco personajes de la ópera los contratenores Christophe Dumaux (Orlando) y Anthony Roth Costanzo (Medoro), las sopranos Anna Prohaska (Angelica), Giulia Semenzato (Dorinda) y el barítono Florian Boesch (Zoroastro), que actuarán junto a la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección musical de Ivor Bolton, que será responsable, también, de los acompañamientos al clave.
La función del día 10 de noviembre será dirigida por Francesc Prat y contará con Gabriel Díaz (Orlando) y Francesca Lombardi Mazzulli (Angelica) en los papeles protagonistas.
Sobre la obra
Cuando Händel compuso Orlando, en 1733, la ópera italiana comenzaba un lento declive en Londres, donde su compañía, la célebre Royal Academy of Music, reflotaba con dificultad gracias a la contratación de los más reputados músicos y cantantes para la interpretación de sus obras. Este fue el caso del extraordinario castrato Sinesino, primer intérprete del diabólico papel titular de la ópera.
La partitura de Orlando, con apenas cinco cantantes y sin coro, se concentra en la progresiva enajenación mental del héroe del ejército de Carlomagno y las relaciones amorosas que entrelazan los personajes, con excepción de Zoroastro. Este hechicero y demiurgo casi omnipresente, confiere a la ópera un marco irreal de fantasía. Así, se utilizaba maquinaria escénica, cambios de decorado, aparición de tormentas y todo tipo de sorpresas dramatúrgicas que nutrían el espectáculo teatral que demandaba el público en el siglo XVIII.
Sin embargo, la libertad en la interpretación musical, encorsetada por la estructura de la ópera seria barroca, fue propicia para reflejar la demencia del protagonista. Su temperamento desequilibrado, violento y cambiante permitió a Handel dar alas a una expresividad trascendente, que tiene su paroxismo en el aria de la locura en el final del segundo acto.
En su concepción de la ópera, el director de escena Claus Guth, con la complicidad de su fiel escenógrafo Christian Schmidt, refuerza el drama existencial de este militar perturbado, que vuelve a su patria después de luchar en Vietnam, enfrentándose a una sociedad deshumanizada que ya no reconoce, con excepción del recuerdo de su antigua enamorada Angelica, transformada en una obsesión de su mente trastornada, capaz de vivir las situaciones más extremas.
Próximamente
A la ópera de Händel, que rescata episodios del poema de Ariosto -como Ariodante y Alcina, estrenadas dos años después- le seguirán, el próximo 1 de noviembre, la versión en concierto de Orlando Paladino, de Haydn -con Il Giardino Armonico bajo la dirección de Giovanni Antonini– y, entre el 4 y el 9 de junio, La liberazione di Ruggiero dall’isola d’Alcina, de Francesca Caccini, primera ópera conocida firmada por una compositora, que dirigirá escénicamente Blanca Li, junto a Aarón Zapico, en la parte musical.
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