El director belga lleva la ópera de Gluck al Gran Teatre del Liceu los próximos 8 y 9 de junio
René Jacobs regresa al Gran Teatre ahora para revisar el mito órfico de la mano de la fundamental y revolucionaria Orfeo ed Euridice de Gluck, que se representará en dos únicas audiciones en versión de concierto los días 8 y 9 de junio. La función del día 9 se retransmitirá en directo por Catalunya Música.
Jacobs dirigirá a dos formaciones, el RIAS Kammerchor y la Freiburger Barockorchester, y a un reparto integrado por Helena Rasker (Orfeo), Polina Pasztircsák (Euridice) y Giulia Semenzato (Amore).
Este regreso de Orfeo al Liceu, esta vez según la visión de Gluck, forma parte de un proyecto que René Jacobs comenzó a desarrollar la temporada pasada en Barcelona con su debut del OrpheusoDie wunderbare Beständigkeit der Liebede Telemann y que tiene continuidad el curso próximo cuando Jacobs regrese al escenario de La Rambla para revisarL’Orfeo de Monteverdi.
Orfeo ed Euridice
Orfeo ed Euridice es un título esencial de la historia de la lírica. Con ella, y después de más de un siglo del estreno de la versión de Claudio Monteverdi, L’Orfeo, en 1604, Gluck se propone innovar en el género en favor del libreto, de la síntesis del drama y de la palabra cantada para dejar atrás los excesos musicales y teatrales.
Poca gente no se conmueve con la popular aria ‘Che farò senza Euridice?’, el lamento de Orfeo ante la pérdida de su amada. Es sin duda uno de los fragmentos más populares de Orfeo ed Euridice. La obra se está concebida en tres actos, con libreto de Ranieri di Calzabigi, basada en las Metamorfosis de Ovidio y las Geórgicas de Virgilio.
Se estrenó en 1762, en Viena, y su estreno significó un pequeño terremoto al interior de un género entonces en decadencia que se había ido transformando en un instrumento para el lucimiento de un puñado de divos.
René Jacobs
Con más de doscientas sesenta grabaciones a sus espaldas, René Jacobs es un nombre legendario en la reciente historia de la música y de la interpretación con criterios filológicos. Su trayectoria como cantante, director y académico le ha convertido en uno de los músicos más destacados en el ámbito del Barroco y del Clasicismo.
Tras formar parte del coro de la catedral de San Bavón en Gante, su ciudad natal, comenzó una carrera como contratenor, marcando toda una época. En 1977 fundó el Concerto Vocale y en 1983 debutó como director de ópera con L’Orontea de Antonio Cesti en el festival de música antigua de Innsbruck, del que posteriormente asumió la dirección artística.
Como director, su repertorio abarca desde el Barroco hasta Rossini, aunque también explora música del Romanticismo, ya que en 2021 publicó un disco con la Missa solemnis de Beethoven.
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