El pasado 20 de noviembre de 2017 se cumplió el ochenta aniversario del nacimiento del tenor alemán René Kollo (Berlín, 20 de noviembre de 1937), quien se convirtió en uno de los máximos referentes del canto wagneriano, fundamentalmente en los años 70 y 80 del pasado siglo.
Por Diego Manuel García
René Kollo procedía de una familia de músicos. Su abuelo Walter Kollo fue un famoso compositor de operetas, y su padre, Willy Kollo, también fue autor de operetas y de canciones de música ligera.
Precisamente, René Kollo se inició como cantante de música ligera, en 1958, interpretando con gran éxito canciones de moda y realizando para el sello Polydor numerosas grabaciones de discos de 45 revoluciones por minuto.
Dada su calidad vocal y buena presencia, también intervino en películas y shows de la televisión alemana. Incluso participó en la preselección de candidatos para representar a Alemania en el Festival de Eurovisión de 1964, aunque no consiguió ser elegido.
Paralelamente a sus actividadescomo intérprete de música ligera, había recibido en Berlín lecciones de canto de Elsa Varena, quien descubrió en su alumno autenticas posibilidades para afrontar una carrera como cantante lírico.
Finalmente, en 1965, René Kollo se inició en el mundo de la ópera, en el Teatro de Brunswick (Estado de Baja Sajonia en Alemania) interviniendo en una triple función donde se representaban Oedipus Rex, Mavra y Renard de Igor Stravinski.
La voz de René Kollo en sus primeros años de carrera puede asociarse a la de un tenor lírico-spinto de atractivo timbre y gran luminosidad, que se extendía desde una aceptable gama de graves, pasando por un ancho centro y un registro agudo que le permitía llegar al do 4.
Mostraba facilidad para la medias voces y la emisión de notas en pianissimi, con bellos efectos de sfumature (apianar la voz hasta convertirla en un sonido imperceptible). Todo ello, en combinación con un contrastado e incisivo fraseo, dando gran relevancia a la palabra cantada. Su capacidad para ensanchar la voz le permitió afrontar papeles de gran entidad dramática.
Puede decirse que el período más brillante en la carrera de Kollo se produce entre 1970 y 1980, cuando desarrollará una intensísima actividad, afrontando los grandes personajes del repertorio wagneriano, con incursiones en algunos títulos de Richard Strauss y Mozart, e intervenciones en el mundo sinfónico y del lied. Como verdadero contraste, también interpretará numerosas operetas.
Sin duda, toda esta intensa actividad en tan diferentes repertorios comienza a pasarle factura con la aparición de un ostensible vibrato, sobre todo en el registro agudo, que también irá perdiendo extensión. Ello se irá agravando con el paso de los años.
El cantante compensará su manifiesta decadencia vocal con magníficas interpretaciones teatrales, penetrando de lleno en la psicología de los personajes. Todo ello se pone de manifiesto en diferentes tomas en video, donde próximo a los 60 años, aún ofrecía notables interpretaciones de papeles tan exigentes como Tristán y Tannhäuser.
Una extensa carrera
Después de su ya referido debut en la Ópera Estatal de Brunswick, en 1965, ese mismo año se produjo su debut en el Teatro Liceu de Barcelona, en la ópera cómica El barbero de Bagdad de Peter Cornelius.
A partir de 1967 se incorporará como elemento estable de la Deutsche Oper am Rhein en Düsseldorf. La carrera de René Kollo comienza a tener cierta relevancia en 1969, produciéndose su debut en el Teatro la Fenice de Venecia, con los personajes de Narraboth en Salomé de Richard Straus, y de Walther von der Vogelweide de Tannhäuser. Ya, en el verano de ese mismo año, debutó en el Festival de Bayreuth, interpretando el papel del Timonel en el Holandés errante de Wagner.
En el año 1970 se produjo el gran salto en la carrera de Kollo: en febrero debutó en el Teatro alla Scala con el personaje de Matteo en Arabella de Richard Strauss, con dirección musical de Wolfgang Sawallisch. En abril volverá al Teatro la Fenice de Venecia, ya en un papel protagonista interpretando Parsifal. En el verano volverá a cantar en el Festival de Bayreuth, el personaje protagonista de Erik del Holandés errante, y su gran creación le supuso ser requerido por Herbert von Karajan, para interpretar el personaje de Walter von Stolzing en una grabación en estudio de Los Maestros cantores de Nuremberg, y por Georg Solti en otra grabación de estudio para interpretar el muy complejo papel de Tannhäuser.
En 1971 debutó en la ópera de Viena interpretando Parsifal, una de sus grandes creaciones wagnerianas, y en el verano de aquel mismo año volverá al Festival de Bayreuth para interpretar Lohengrin, otro de sus grandes personajes. Su presencia en Bayreuth se convertirá en asidua interpretando Los Maestros cantores en 1973, Parsifal en 1975 y el joven Siegfried, en el famoso Anillo del Nibelungo que conmemoraba, en 1976, el centenario del Festival de Bayreuth,con dirección musical de Pierre Boulez y escénica del director de cine Patrice Chéreau, y que repetiría en 1977 y 1978.
Asimismo, Kollo había debutado en el Festival de Salzburgo de 1974 como Tamino de la mozartiana La flauta mágica, con dirección musical de Herbert von Karajan, al frente de la Filarmónica de Viena, y también, ese mismo año, en la Ópera de París con Parsifal. Volvió al Festival de Salzburgo, en 1976, para interpretar Lohengrin, también con Herbert von Karajan, esta vez dirigiendo a la Filarmónica de Berlín. El año 1976 resultará muy importante en la carrera de René Kollo, ya que, aparte de su ya referida interpretación de Siegfried en Bayreuth, se producirá su debut en el londinense Covent Garden, con Siegmund de La Walkiria y en el Metropolitan de Nueva York con Lohengrin junto a nuestra Pilar Lorengar como Elsa von Brabant, dirigidos por James Levine. Al año siguiente volvió al Covent Garden para interpretar Lohengrin y el personaje de Max de El Cazador Furtivo de Carl María von Weber.
En 1979 se produjo su vuelta al Met neoyorkinopara interpretar el personaje de Bacchus de Ariadne auf Naxos de Richard Strauss, junto a la Ariadne de Leontyne Price y la extraordinaria Zerbinetta de Edita Gruberova, con dirección de James Levine. Ya, en 1980, en la Ópera de Zúrich, incorporará a su repertorio el Tristán, que interpretará al año siguiente en el Festival de Bayreuth, junto a la Isolda de la soprano norteamericana Johanna Meier, con dirección de Daniel Barenboim. En 1983, interpretará el wagneriano Rienzien la Ópera de Munich, con dirección de Wolfgang Sawallisch.
Su debut en la Ópera de San Francisco tuvo lugar en 1985, con un Anillo del Nibelungo dirigido por el holandés Edo de Waart, donde interpretó los dos Siegfried, lo que también se produjo en el Anillo del Nibelungo representado en la Ópera de Munich en 1989, con dirección musical de Wolfgang Sawallich; y, ese mismo año, actuó en el Liceu de Barcelona interpretando Tristán junto a la Isolda de Monserrat Caballé, quien debutaba en ese papel.
Durante los años 90 del pasado siglo, René Kollo añadirá a su repertorio el Peter Grimes de Benjamin Britten, en la Ópera de Francfort en 1991, y el personaje de Palestrina de la ópera homónima de Hans Pfitzner, en la Ópera de Berlín en 1996.
En el año 2000, la carrera de René Kollo podía darse por concluida. Y, a partir de entonces, aparecerá de manera esporádica y en unas condiciones vocales muy precarias interpretando personajes como Herodes de Salomé de Richard Strauss, en el Teatro de la Maestranza de Sevilla en 2005, el maestro de música en la pucciniana Manon Lescaut representada en el Liceu de Barcelona en 2006 o el Egisto de la Elektra de Richard Strauss en Baden-Baden, en 2010, con dirección de Christian Thielemann. Un triste colofón a la brillante carrera del tenor berlinés, sobre todo en los años 1970-80.
Sus interpretaciones wagnerianas
A lo largo de su carrera, René Kollo llegó a interpretar todos los grandes roles para tenor creados por Richard Wagner.
Sobresalientes resultaron sus creaciones de los personajes más líricos wagnerianos como Lohengrin, Walter de Los Maestros Cantores, Erik de El Holandés Errante e incluso otros más marcadamente dramáticos como Parsifal y Tannhäuser.
Lohengrin es una de sus grandes creaciones y la que más veces interpretó a lo largo de su carrera en los principales teatros de todo el mundo. Existen numerosas tomas en directo entre 1971 y 1984, aparte de la grabación realizada en estudio con dirección de Herbert von Karajan, de un largo proceso de producción entre 1976 y 1981, donde Kollo compartía reparto con la Elsa von Brabant interpretada por la soprano búlgara Anna Tomowa-Sintow. Ambos coincidieron en numerosas representaciones de Lohengrin, entre ellas las que tuvieron lugar en el Teatro alla Scala en la inauguración de la temporada 1981-1982, en la famosa producción de Giorgio Strehler, con dirección musical de Claudio Abbado.
Existe una grabación completa en video, disponible en YouTube, de una representación en la Ópera de Múnich, en 1978, con dirección musical de Wolfgang Sawallich, donde se puede escuchar y contemplar la actuación teatral de Kollo, acompañado por la notable Elsa de Catarina Ligendza. Ya, en su larga escena del Acto I, vemos su capacidad para alternar los momentos de intenso lirismo en su despedida del cisne “Mein lieber Schwan!”, con otros llenos de fuertes acentos en su enfrentamiento con Telramund, y que también se manifiestan cuando emplea un tono de amenazanteadvertencia a Elsa, comentándole que nunca intente conocer su identidad, procedencia y linaje, con las rotundasfrases “Nie sollst du mich befragen, noch Wissens Sorge tragen”, que derivan a otras de acentos más líricos “woher ich kam der Fahrt, noch wie mein Nam’ und Arts!”. En el Acto III, dentro del largo e intenso dúo de Lohengrin y Elsa, en su habitación nupcial, destaca la magnífica intervención solista de Kollo cuando interpreta “Höchstes Vertrauen”, con momentos de gran intensidad lírica. Y, finalizando la ópera, realiza una gran interpretación, del famoso “In fernem Land”, alternando con maestría el canto en piano y forte.
El personaje de Walter von Stolzing en Los maestros cantores de Nuremberg es otra de susgrandes creaciones, y ello puede constatarse en su grabación de estudio para EMI, con dirección de Herbert von Karajan al frente de la Staatskapelle de Dresde, realizada en 1970 (la grabación completa puede escucharse en YouTube) donde la voz de Kollo estaba en su mejor momento: luminosa y llena de musicalidad, con una perfecta articulación y gran expresividad en sus dos arias del Acto I “Am stillen Herd” y “Für dich, Geliebte”. Excelente en su dúo del Acto II “Da ist er!… Geliebter, spüre den Zorn”, donde se compenetra muy bien con la notable Eva de la soprano Hellen Donath. Kollo realiza una gran interpretación, ya finalizando la ópera, de la famosa canción del premio “Morgenlich leuchtend im rosigen Schein”, donde luce un bello timbre y dominio de todos los registros, sobre todo con una brillante franja aguda.
También, en 1970, afrontó el Tannhäuser, uno de los papeles más complejos de todo el repertorio wagneriano, en su grabación para DECCA, dirigida por Georg Solti al frente de la Filarmónica de Viena. En principio, Kollo se mostró reticente a interpretar ese papel, que sacó adelante gracias a la ayuda de Solti y a la tranquilidad que ofrece un estudio de grabación, consiguiendo una de sus mejores creaciones wagnerianas: está magnífico en su gran dúo del Acto I con la extraordinaria Venus de Christa Ludwig, dándole el justo tono a su reiterado canto al amor carnal “Dir Töne lob!”. Resulta también excelente su interpretación del dúo del Acto II “O Fürstin!” junto a la Elisabeth de la soprano austriaca Helga Dernesch, quien ofrece su mejor interpretación wagneriana. Kollo realiza una dramática y expresiva interpretación en el Acto III de “Inbrunst im Herzen”, una página de tremenda dificultad donde narra su estancia en Roma. Esta grabación de Tannhäuser puede considerarse referencial. En 1972, Kollo demostró que era capaz de cantar Tannhäuser en teatro, con una magnífica interpretación en la Ópera de Perugia (Umbria, Italia), con dirección de Wolfgang Sawallisch al frente de la Orquesta Sinfónica de la RAI de Roma, junto a la Elisabeth de Gundula Janowitz y la Venus de Mignon Dunn. Tanto la grabación de Solti como la toma en directo dirigida por Sawallisch,pueden escucharse completasen YouTube.
Como ya se ha comentado, la interpretación de Erik de El holandés errante, en el Festival de Bayreuth de 1970, supuso el auténtico lanzamiento de René Kollo. Lamentablemente, no existe ninguna grabación en directo de aquel evento, donde el tenor berlinés compartía reparto con la Senta de la gran Leonie Rysanek. Se le puede escucharen una grabación del sello DECCA, realizada en 1976, con dirección de Georg Solti al frente de la Sinfónica de Chicago; no demasiado lograda en su conjunto, aunque con una buena interpretación de Kollo, sobre todo en esa preciosa aria “Willst jenes Tag” del Acto III, dirigiéndose a Senta, donde ofrece un canto de gran fuerza lírica, lleno de expresividad mediante un contrastado e incisivo fraseo.
Parsifal fue otra de las grandes creaciones de Kollo, que cantó en numerosas ocasiones a lo largo de su carrera. Se pueden escuchar en YouTube varias grabaciones completas de esta, entre ellas la que supuso su debut en este papel, en 1970, en el Teatro la Fenice de Venecia. Y, sobre todo, la grabación de estudio DECCA de 1971-72, dirigida por Georg Solti, al frente de la Filarmónica de Viena, donde junto a Kollo intervenían grandes voces como Dietrich Fischer-Dieskau como Anfortas, el Titurel de Hans Hotter, junto al Gurnemanz de Gottlob Frick; y, sobre todo, la extraordinaria Kundry de Christa Ludwig. Resulta de calidad extrema la interpretación que realizan Ludwig y Kollo del gran dúo del Acto II, donde se inserta la magnífica intervención solista de Kollo “Amfortas! Die Wunde”.
Ya, con la voz en peores condiciones, afrontó en 1980, el gran reto de interpretar el Tristán, primeramente en una grabación de estudio de Deutsche Grammophon, dirigida por Carlos Kleiber en 1980, al frente de la Staatskapelle de Dresde, donde Kollo compartía reparto con la Isolda de Margaret Price, junto a la excelente Braganne de Brigitte Fasbaender y el Kurwenal de Dietrich Fischer-Dieskau. Sin embargo, resulta más interesante escucharle en una toma en video de una representación (disponible íntegramente en YouTube) realizada en el Festival de Bayreuthde 1981, con dirección de Daniel Barenboim, donde Kollo compartía reparto con la excelente Isolda de la soprano norteamericana Johanna Meier, y ambos están magníficos, sobre todo en su extensísimo dúo del Acto II; y, en el Acto III, el tenor berlinés da toda una lección de canto y sobre todo de actuación dramática, captada por las cámaras en expresivos primeros planos.
Ya se ha comentado que René Kollo afrontó por primera vez el personaje del joven Siegfried en el Anillo del Nibelungo del Centenario de Bayreuth, en 1976. Se trata de un papel que le sobrepasaba vocalmente, donde, para afrontar escenas como la de “La fragua” tenía que forzar la voz, cosa que le acabaría pasando factura. Existen sendas tomas en video, de Siegfried y El Ocaso de los Dioses, ambas disponibles íntegramente en YouTube, donde Kollo interpretaba a los dos Siegfried. La primera en la Ópera de San Francisco, en 1985, junto a la Brünnhilde de Eva Marton,y la segunda en la Ópera de Múnich, en 1989, con Hildegard Bherents. En Siegfried cabe resaltar la notable actuación de Kollo, tanto en su intervención solista “Dass der mein váter nicht ist”, manejando muy bien las medias voces, como en conclusivo y extenso dúo con Brünnhilde. En El Ocaso de los Diosesdestacar sus dúos conBrünnhilde,en el Prólogo y Acto II, resultando mucho más forzado el del Acto I, que demanda un poderoso registro grave. Magnífica resulta su interpretación en la escena de su muerte “Brünnhilde, heilige Braut!”, donde maneja las medias voces, alternadas con momentos donde el canto se torna heroico, para finalizar su intervención apianando la voz, hasta hacerla desaparecer en un bello de sfumature.
Rienzi completa la galería de personajes wagnerianos interpretados por René Kollo, no siendo demasiado adecuado para su voz, ya que requiere unos rotundos graves. Sin embargo, realiza una magnífica interpretación, de la plegaria “Allmächtger Vater” perteneciente al Acto V, donde ofrece una canto de intenso lirismo y gran musicalidad, con excelente utilización de las medias voces y que puede escucharse en la grabación EMI de 1974, dirigida por Heinrich Hollreiser al frente de Staatskapelle de Dresde.
Sus interpretaciones en otros repertorios
René Kollo realizó excelentes interpretaciones de dos óperas de Richard Strauss, con los personajes de Matteo en Arabella, y Bacchus en Ariadna auf Naxos. De ambos títulos existen filmaciones que pueden verse en YouTube, la primera de ellas realizada en 1976, con Georg Solti al frente de la Filarmónica de Viena, y la segunda con Karl Böhm, dirigiendo a la Filarmónica de Viena. También interpretó, con peor fortuna, el personaje del emperador en otro título straussiano Die Frau ohne Schatten (La mujer sin sombra). Resulta muy destacable su creación de Florestan en Fidelio de Beethoven, donde realiza una dramática interpretación en su gran escena del comienzo del Acto II, el recitativo-aria “Gott! Welch Dunkel hier!… In des Lebens Frühlingstagen” y en los dúos con la magnífica Leonora de GundulaJanowitz, que puede contemplarse en una toma en video realizada en Viena, en 1978, con Leonard Bernstein, dirigiendo a la Orquesta de la Ópera de Viena.
René Kollo también realizó interpretaciones de dos óperas de Carl Maria von Weber: Oberon y Der Freischütz(El cazador furtivo), sobre todo de esta última, con una excelente creación del personaje de Max, que puede escucharse en una grabación en vivo realizada en 1977, en el londinense Covent Garden, con dirección orquestal de Colin Davis, y también en una grabación de estudio DECCA, de 1979, dirigida por Rafael Kubelik. También cabe reseñar su interpretación de Tamino en La flauta mágica de Mozart, que puede escucharse en una toma en directo en el Festival de Salzburgo de 1974, con dirección de Herbert von Karajan al frente de la Filarmónica de Viena.
Fuera del repertorio alemán, realizó una notable interpretación del Otello de Verdi, cantado en italiano, y del que ha quedado constancia en una toma en directo realizada en la Ópera de Frankfurt, en 1978, con Gary Bertini al frente de la orquesta de ese teatro.
Mención especial merecen las interpretaciones de René Kollo en el género de la opereta, que cultivó durante toda su carrera. Es importante citar dos títulos donde compartía reparto con la soprano norteamericana Anna Moffo: La belle Hélène de Offenbach, en el papel de Paris, con una excelente interpretación de la famosa aria “Au mont Ida, trois deesses”(cantada en alemán), donde intercala los pertinentes seis do 4. También de Die Csárdasfürtin (La princesa gitana) de Emmerich Kálmán.
Destacan sus interpretaciones de operetas de Franz Lehár, como Das Land des Lächelns (El país de las sonrisas), donde interpreta al príncipe Sou-Chong, cantando espléndidamente la famosa aria “Dein ist mein ganzen herz”. Y del conde Danilo Danilovitsch en Die Lustige Witwe (La viuda alegre), que puede contemplarseen una toma en video realizada en 1979, en la Ópera de Berlín junto a Gwyneth Jones como Hanna Glawari y Siegfried Jerusalen (destinado a una magnífica carrera como tenor wagneriano) como Camille de Rosillon. Todas estas operetaspueden verse en YouTube.
Una amplísima discografía así como numerosas tomas en video permiten un acercamiento a la carrera de Rene Kollo, a quien la revista Melómano felicita en su ochenta aniversario.
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