En colaboración con la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana
La FSMCV promueve junto a la Generalitat Valenciana una serie de encuentros de bandas juveniles para crear lazos entre localidades en riesgo de recesión. El municipio de Xert acoge este mes de junio la tercera cita del proyecto.
Los informes oficiales sobre movimientos demográficos dentro de España alertan de que el 48 % de los municipios del país cuentan con menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, lo que se considera una zona despoblada. Un estudio reciente, publicado por la Agencia Valenciana Antidespoblament (AVANT), apunta a que 178 municipios de la Comunitat Valenciana, de los 542 que componen todo el territorio, forman parte de ese mapa conocido como la España vaciada. La recesión demográfica afecta a 27 de las 34 comarcas entre Vinaròs y Pilar de la Horadada.
Durante los últimos años, entidades públicas y privadas de toda la sociedad civil han puesto el foco en este proceso de despoblación que afecta a miles de ciudadanos y se traduce en aislamiento, pérdida de servicios, falta de recursos básicos y finalmente en la desaparición de las poblaciones más pequeñas.
‘En un contexto como este, las sociedades musicales de la Comunitat Valenciana tenemos mucho que aportar. Pensemos que estamos presentes en el 95 % de poblaciones de más de 500 habitantes de nuestro territorio. En muchos casos la sociedad musical es el único agente cultural de una localidad, también el único dinamizador social’, apunta Daniela González, presidenta de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana.
Con esta premisa la FSMCV impulsó, en colaboración con la Generalitat Valenciana a través de AVANT, un proyecto pionero articulado en torno a las escuelas de música y las bandas juveniles que forman parte de las propias sociedades. La idea era realizar encuentros intermunicipales en las comarcas con riesgo agudo de despoblación: ‘son jornadas en las cuales todo el protagonismo recae en la juventud y que tratan de reunir a agrupaciones de toda la comarca para crear vínculos’, apunta González.
El pueblo más pequeño de València
El 3 de diciembre de 2022 se ponía en marcha esta iniciativa. El I Encuentro de Bandas Juveniles frente a la despoblación se celebró de manera simultánea en Sempere y Benissuera, dos poblaciones de la Vall d’Albaida castigadas por el retroceso demográfico. En Sempere, considerado el municipio más pequeño de la provincia de València, se organizaron durante el día actividades culturales orientadas a los más pequeños, dando paso a un concierto en la plaza del Ayuntamiento en el que participaron más de 400 estudiantes procedentes de las 18 escuelas de la comarca.
Pocos meses después el proyecto se trasladó a otra de las comarcas eminentemente rurales del territorio valenciano, en este caso de la provincia de Castellón. Un sábado de marzo de 2023 se reunieron en Castellnovo, una pequeña localidad de la comarca del Alto Palancia, jóvenes músicos de las 14 sociedades musicales presentes en la comarca, una por cada municipio.
‘Estos encuentros son fundamentales para potenciar la música como valor formativo, educativo y social y, por ello, los jóvenes son protagonistas en estas citas. Potenciar la cultura e incrementar su oferta permite crear sentido de orgullo, de arraigo a una comarca y a un pueblo’, destacaba entonces la directora de AVANT, Jeannette Segarra, incidiendo en la necesidad de coordinar acciones de manera supramunicipal: ‘Los ayuntamientos saben que trabajar unidos, sumando esfuerzos es garantía de éxito en los proyectos’.
Este año tendrá lugar la tercera edición de esta iniciativa. La nueva parada de estos encuentros se celebra en Xert, un municipio que no llega a los 700 habitantes en la comarca septentrional del Baix Maestrat. Este mismo mes de junio, las 15 sociedades musicales repartidas en toda la comarca se concentrarán en el III Encuentro de Bandas Juveniles frente a la despoblación. La jornada sigue el guion de las anteriores: un desfile por las calles de la localidad y un concierto común que deja paso a un multitudinario ágape de hermandad.
La vocación sigue siendo unir a los ayuntamientos, ofrecer a los más jóvenes lazos más allá de su municipio y crear arraigo a la zona, además de expandir la oferta oferta cultural del territorio. Ese es el espíritu de un proyecto que aprovecha algunas de las virtudes más reconocidas del colectivo de las sociedades musicales: su capacidad vertebradora y de mover a todo un pueblo.
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