The Bergen Wind Quintet & otros intérpretes
BIS 428
Junto a su Quinteto, Carl Nielsen nos ofrece otras cosas: la preciosa Serenata in vano, obra de 1914, o las Tres Piezas de La Madre, sobre textos del poeta local Helge Rode, llenas de finura melódica, veladas por suaves disonancias (particularmete la primera), compuestas, respectivamente, para flauta y arpa, flauta sola, y viola y flauta, y cuyos títulos traduzco (espero que no demasiado mal): La niebla es espesa, Los niños están jugando y La Confianza y la Esperanza están jugando. En general, todas estas composiciones participan de esa mirada positiva hacia las cosas, tan característicamente nielseniana (aunque en su obra también tengan cabida la exasperación y la y acidez), bucólica a un tiempo que festiva, que revela una gran identificación de su autor con la Naturaleza. Como colofón a esta ventolera, citemos aún las breves Romanze y Humoresque para oboe y piano, Op. 2, que demuestran la importancia concedida por Nielsen a la música de cámara desde los primeros cimientos de su catálogo.
Precisamente estas líneas serían tal vez demasiado incompletas si no aprovecháramos para recomendar también en éllas, como bloque complementario, las grandes obras de cámara nielsenianas escritas con destino a los instrumentos de arco, es decir, un Quinteto para cuerdas y la serie de los cuatro cuartetos (el último de los cuales es una auténtica obra maestra). Tales composiciones, que BIS ha registrado también recientemente, están repletas de sabiduría constructiva, de rigor e invención y, lo que es muy importante, poseen melodías inolvidables, de esas que normalmente uno busca y ya no encuentra y aquí halla sin necesidad de buscarlas.