La innovación parte del proyecto de fin de carrera de un estudiante
En la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid han creado un nuevo prototipo de altavoces bautizados B-105 “Ofelia”. Sus creadores, Luis Gómez Durán y Octavio Nieto-Taladriz García tenían como metas el hecho de construir unos altavoces “full-range” que abarcaran gran parte del espectro de frecuencias audibles por el ser humano por lo que la respuesta de los mismos debía ser de 20Hz a 20kHz. También se quería añadir la posibilidad de ajustar los altavoces al gusto del oyente, así como poder utilizar estos altavoces en cualquier habitáculo sin gastar sumas increíbles tanto en los altavoces como en la acustización de una sala.
Como primer paso decidieron elegir un diseño en el que medios y agudos emitiesen sonido en direcciones opuestas, por lo que mientras unas ondas llegarían directamente al oyente, las otras rebotarían en la pared creando una sensación de profundidad.
Acto seguido, se decidió crear una interfaz digital con la que poder ajustar la curva de respuesta en frecuencia al gusto de cada oyente.
En las pruebas, escogieron a varios sujetos de estudio, profesionales del sonido y audiófilos, que coincidieron en primera instancia (con los altavoces en una configuración básica y plana) alegando que eran “sosos”. Tras ajustar la curva de respuesta a sus propios gustos, las opiniones acerca de los altavoces cambiaron de manera espectacular. Se pasó del “soso” al “Suenan de maravilla, ¿Dónde puedo comprarlos?”.
Una conclusión bastante interesante que arroja el estudio es el hecho de que los profesionales adecuaban el sonido a algo parecido a unos monitores de estudio, mientras que los audiófilos elegían dar a los altavoces una respuesta más parecida a los altavoces comerciales de alta calidad. Esto es un ejemplo más de la calidad del tratamiento digital para modificar la curva de respuesta.