En las siguientes líneas describiremos cómo se puede aplicar la musicoterapia para la mejora de las capacidades motoras en el tren inferior de un paciente con la enfermedad de Parkinson
Por Marina E. Junquera
En este último artículo de ‘Descubriendo la musicoterapia’ nos centraremos en la musicoterapia para personas con discapacidad intelectual, utilizando la improvisación como base para la mejora y la potenciación de diferentes áreas: social, emocional, cognitiva, creativa, motora, de comunicación y, por supuesto, de ocio.
Definición de discapacidad intelectual
La Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5 (2014) enmarca la discapacidad intelectual dentro de los trastornos de desarrollo neurológico. Se define como un trastorno ‘que comienza durante el periodo de desarrollo y que incluye limitaciones del funcionamiento intelectual, como también del comportamiento adaptativo de los dominios conceptual, social y práctico’. Según la escala de gravedad del propio DSM-5, su grado se debe especificar entre leve, moderado, grave o profundo.
Musicoterapia para la discapacidad intelectual: historia y áreas de desarrollo
La música comenzó a utilizarse como terapia para personas con discapacidad intelectual a mediados del siglo XX en Estados Unidos (Lee, 2016), principalmente para ‘ayudar al desarrollo del lenguaje, las habilidades motrices y la competencia social’ (Valverde y Sabeh, 2011).
En primer lugar, para trabajar las conductas sociales y emocionales cabe destacar la importancia de la terapia en grupo, que puede ayudar sobre todo a la hora de adquirir habilidades sociales, a través del movimiento, las canciones y las actividades rítmicas.
Por otro lado, las habilidades motoras se pueden ver incrementadas con actividades relacionadas con el movimiento libre guiado y el ritmo, para estimular la literalidad, la direccionalidad, la flexibilidad, la agilidad y la motricidad.
Para aspectos relacionados con la comunicación, la musicoterapia puede potenciar su desarrollo a través del sonido y sus componentes. Además, en pacientes con habilidades verbales escasas o nulas la música se convierte en un medio de comunicación idóneo.
Para terminar con el área cognitiva, los juegos musicales de repetición o el manejo de instrumentos pueden ser muy efectivos para su potenciación, que resultará en una mejora de aspectos como la atención. Y, finalmente, no podemos olvidar que la musicoterapia debe animar a utilizar la música como forma de ocio.
Entre los últimos estudios en musicoterapia para la discapacidad intelectual, la musicoterapeuta Maybelle Swaney (2020) ubica como principales objetivos de la musicoterapia para pacientes con discapacidad intelectual ‘conectar con su sentido del ser, sacarle de su soledad a través de una relación significativa con el propio ser del terapeuta’, a través del refuerzo positivo, la empatía y la autenticidad. En sus sesiones, Swaney fomenta la salud emocional a través de la relación con el otro, así como el desarrollo de la autopercepción y el autoconocimiento.
Improvisar, componer y crear en musicoterapia
‘Improvisar es a la música lo que hablar al lenguaje, la herramienta más directa de expresión y comunicación’. Así, hablar con música es improvisar, una actividad ‘que implica expresar libremente los elementos que conforman el lenguaje musical’ (Juanals, 2023). En musicoterapia, los ejercicios relacionados con la composición e improvisación suponen un acto de autoconfianza, desarrollan la creatividad —individual y en grupo—, ponen en funcionamiento la escucha, la (auto)percepción y la observación, mejoran la comunicación —verbal y no verbal— y un largo etcétera. Es por ello que la improvisación musical está estrechamente relacionada con diversos métodos de musicoterapia, como los de Nordoff-Robbins y Mary Priestley .
Referencias bibliográficas
Asociación Americana de Psiquiatría (2014). Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5. American Psychiatric Publishing.
Juanals, A. (2023). Hablar con música: la improvisación. Melómano, 293, pp. 58-63.
Lee, R. (2016). Group music therapy for children with emotional and behavioral difficulties: identifying music therapy activities appropriate for group evolution. University of Jyväskylä.
Swaney, M. (2020). Four Relational Experiences in Music Therapy with Adults with Severe and Profound Intellectual Disability. Music Therapy Perspectives, 38, pp. 69-79.
Valverde, X. y Sabeh, E.N. (2011). Programa de musicoterapia para personas con discapacidad intelectual que envejecen. Revista Española sobre Discapacidad Intelectual, Volumen 43,pp. 63-78.
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