El 12 de marzo se celebrará el tercer concierto de la temporada de abono del Grupo Talía en el Auditorio Nacional, en el que Silvia Sanz dirigirá obras de Holst y Dvořák
Dos destacados compositores titulan tercero de los conciertos de la temporada de abono del Grupo Talía en el Auditorio Nacional: Holst y Dvořák. La cita será el próximo sábado, 12 de marzo, con Silvia Sanz Torre a la batuta de la Orquesta Metropolitana de Madrid y el Coro Talía, formaciones de las que es directora titular.
Sobre el repertorio
La velada dará comienzo con El ganso de oro de Holst, una obra poco conocida para el público y apenas interpretada. Basado en un cuento de los hermanos Grimm, este ballet coral cuenta la historia de una princesa que no podía reír y de cómo un joven y un mago logran curar su mal. La responsable de la adaptación del cuento y el libreto fue la compositora y arreglista Jane M. Joseph.
A continuación, sonará la Novena Sinfonía ‘Del Nuevo Mundo’ de Dvořák. Se trata de su obra más conocida y una de las sinfonías más populares de la historia de la música. Y es que Dvořák fue el primer músico checo que adquirió fama internacional. Esto se debió a que, tras el éxito de Aires de Moravia y las Danzas Eslavas, recibió la oferta de ocupar el puesto de director del Conservatorio de Nueva York.
Fue allí donde se gestó su sinfonía ‘Del Nuevo Mundo’, que terminó en 1893. La obra se estrenó en el Carnegie Hall con un excelente recibimiento por parte del público. Esta obra, en la que concluyen sus impresiones del nuevo mundo con la tradición musical de la vieja Europa, hoy en día aún se mantiene como una de las creaciones sinfónicas más interpretadas.
Repertorio conocido y por conocer
Silvia Sanz ya ha reunido antes, en un mismo programa, obras muy conocidas con otras poco interpretadas en nuestro país. Como explica la directora, Gustav Holst ‘es un autor al que se recuerda solo por Los Planetas y pocas obras más. No podemos conocer a un creador como Holst por una sola obra y disfrutar de una de sus composiciones para la escena, como el ballet coral El ganso de oro, ampliará nuestra visión del músico’.
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