Anna Tobella interpretará El Amor Brujo con la Orquesta de Extremadura
El Palacio de Congresos de Badajoz Manuel Rojas será la sede en que la Orquesta de Extremadura realizará el primer concierto del mes, que tendrá lugar el día 13. Para la ocasión, la Orquesta ha preparado un programa muy especial, que dirigirá Álvaro Albiach, en el que sonará un repertorio español que sazonará ni más ni menos que Beethoven.
Concretamente, del genio de Bonn podremos disfrutar de su Séptima Sinfonía. Por otro lado, el elenco de compositores patrios lo encabezará Carnicer, con la Obertura para el Barbero de Sevilla, al que seguirán la Obertura del ballet “Cendrillón” de Sor y El Amor Brujo de Manuel de Falla.
La obra del autor granadino contará con la excepcional participación de la mezzosoprano catalana Anna Tobella, una de nuestras solistas con mayor proyección.
La semana siguiente, el día 20 en Badajoz y el 21 en el Gran Teatro de Cáceres, el joven director italiano Matteo Pagliari afrontará obras de Beethoven y de Mozart. Del primero escucharemos la Obertura Egmont y la Sinfonía núm. 4 en Si bemol Mayor, mientras que Mozart llegará de la mano de la Sinfonía núm. 36 en Do Mayor “Linz”. El verano del 1783, Mozart, casado desde hacía un año con Constanza Weber, marchó con ella de Viena en dirección a Salzburgo, a casa de su padre Leopold. Parece que tenía por objetivo mejorar las tensas relaciones entre su mujer y su padre, pero su tentativa no triunfó y en octubre decidió volver a Viena, decepcionado por la actitud de su padre. De camino, la pareja hizo escala en Linz; era el 30 de octubre.
En Linz fueron bien atendidos y Mozart fue invitado a dar el 4 de noviembre un concierto público en el teatro de la ciudad. El compositor, que estaba «de vacaciones», no traía ninguna partitura de sus obras. Como queda recogido en sus cartas, escribió a su padre que «estaba obligado a componer una sinfonía a todo trapo». No hace falta añadir que al anochecer del día del estreno, la sinfonía estaba acabada, las partituras copiadas y fue ejecutada probablemente sin ensayar. La sinfonía denominada «Linz» había nacido. Rápidamente se hizo muy popular y continúa siendo hoy una de sus obras sinfónicas más interpretadas.