Malin Hartelius, Lisa Larsson, Christine Brandes, Bruce Ford, Charles Workman,
Jeremy Ovenden, Coro de los Músicos del Louvre, Orquesta Barroca de Friburgo.
Director: Gottfried von der Golz.
ASTRÉE NAÏVE E 8813
2CD
En el complicado tablero de la grabación de obras de Mozart todas las piezas resultan necesarias, imprescindibles para una más completa y equilibrada valoración de su música. Por eso, no es exagerado saludar con una especial bienvenida la aparición del registro de uno de sus títulos operísticos menos frecuentados incluso en la escena. Si no sólo de pan vive el hombre, el placer de escuchar sus óperas no queda completo ni termina con los que podemos llamar “grandes” títulos, “Las bodas”, “Don Juan”, “Cosi fan tutte” o “La flauta”, ni con algunos otros que envuelven el tiempo de Il sogno di Scipione, como Mitridate, re del Ponto o Ascanio in Alba. El acierto arranca, por tanto, de haber recogido en directo la producción de esta ópera en el Voice & Music Festival de Montreux de 2000.
Después de los estrenos en el Teatro Ducal de Milán, Mozart regresa a Salzburgo, y el 29 de abril de 1772 presenta su versión de Somnium Scipionis de Cicerón según el libreto de Pietro Metastasio. Mozart es el encargado de llevar a cabo la serenata dramática que acompañará la entronización del conde Colloredo como príncipe-arzobispo de la ciudad. Es un nuevo reto para un muchacho de 16 años, pero ya casi experto en superar otros similares e incluso más complicados. El resultado es una obra de cerca de dos horas de duración, integrada por una abertura y 12 números, que conserva en parte el estatismo de la ópera barroca pero con su evolución hacia la serenata dramática. Sin embargo, Mozart se plantea una exposición un tanto fría desde el punto de vista escénico, sin profundizar en los personajes y dejándose llevar por el ritmo y la frescura de los textos de la arias.
Con todo, estamos ante un abanico de exposiciones líricas basadas tanto en la belleza de las arias como en su virtuosismo. Por voz y acercamiento a sus respectivos personajes, destacan las sopranos Malin Hartelius y Lisa Larsson en los personajes fundamentales y encauzadores de la narración Constanza y Fortuna. En esa misma línea brillante y efectiva encontramos al tenor en el papel de Scipione, seguro y convincente en su tratamiento de la música de Mozart. Junto a las voces citadas, las de la soprano estadounidense Christine Brandes en el papel de Licenza, la del tenor Charles Workman de la misma nacionalidad y la del tenor británico Jeremy Ovenden, que se suman con fortuna a las nuevas generaciones de acertados intérpretes de papeles mozartianos. Todos ellos, con referencia a estos últimos que son los más jóvenes, presentan ya excelentes experiencias anteriores en la ópera barroca.
El grupo de voces, tres tenores y tres sopranos, forma el tejido de arias en las que Mozart, que según se ha dicho desde siempre no mostró gran entusiasmo por la historia, da un paso adelante importante en el tratamiento instrumental. Pero, sobre todo, destaca el ingenio melódico en general y en concreto en “lieve sono al par del vento”, muy bien trazada en la versión de Lisa Larson. Sucede otro tanto con “Biancheggia in mar lo scoglio”, en la voz de Malin Hartelius, y sin duda en “Ah perché cercar deggi’io”, la gran intervención de Christine Brandes, brillante por encima del compromiso del texto.
Bruce Ford tiene repetidas ocasiones de lucimiento y lo consigue con acierto en “Dí che sei l’arbitra”.
Son igualmente destacables la intervención del Coro de los Músicos del Louvre y la concepción general del discurso de la obra que presenta desde el podio Gottfried von der Goltz ante la Orquesta Barroca de Freiburgo. Su dominio en la interpretación de la música barroca era ya una garantía para esta ópera de Mozart que está aún en los últimos pasos de un pasado que sigue proyectando su sombra, todo apoyado en una excelente calidad de sonido.