A lo Felipito Tacatún
Aunque solo nuestros lectores nacidos antes de 1965 recordarán al simpático personaje creado por Joe Rígoli para el programa de TVE ‘Un, dos, tres… responda otra vez’ a comienzos de los 70 del siglo pasado, merece la pena evocar a Felipito Tacatún por su lema indestructible: ‘Yo… sigo’.
Los más jóvenes podrán encontrar abundante documentación en internet y descubrirán a un cómico que quizá para ellos ya no tenga gracia, pero no podrán negar su constancia y persistencia, inmune a todo tipo de ataques, para terminar cada programa, convencido de que volvería al programa siguiente, con una frase que todos los españoles repetían cada día por la calle: ‘Yo… sigo’. Y fue cierto durante cerca de diez años (puede que más). Él siguió y siguió, contra viento y marea, pasara lo que pasara.
Lo mismo sucede con nuestra querida revista Melómano, en su edición en papel. Aunque tras la crisis anterior perecieron en el intento varias publicaciones musicales, unas para siempre, otras para transformarse en revistas digitales, y a pesar de lo que opine cierto periodismo amarillo, del que se preocupa más en sacar titulares sensacionalistas que en analizar la verdad a fondo, Melómano… sigue y seguirá publicándose en papel, crisis tras crisis.
Y lo hará mientras no desaparezca Orfeo Ediciones, precisamente porque creemos que una revista como la que tendrán en sus manos el día 1 de junio merece una edición en papel, por encima de los beneficios o pérdidas económicas que genere, porque una revista de música es mucho más que una fuente permanente de actualidad, algo para lo que ya tenemos Melómano Digital, incrementando —por cierto— cada día su número de visitas de forma imparable.
No deja de ser cierto que muchos lectores prefieren la inmediatez de la noticia y la comodidad del móvil o el ordenador, tan cierto como que muchos otros valoramos muy favorablemente el placer de abrir una revista y disfrutar del diseño de una entrevista que se abre a doble página, leer con calma y a fondo un reportaje sobre la Ópera del mes o las Claves para disfrutar de una de las obras que escucharemos la próxima semana en el auditorio de nuestra ciudad, del mismo modo que sigue siendo más atractivo y completo asistir al concierto que escuchar la música en el móvil (eso cuando las circunstancias vuelvan a permitirlo, claro está).
Y hablando de esas circunstancias, al escribir estas líneas seguimos con la incertidumbre de cuándo podremos empezar a escuchar conciertos en directo. Muchos festivales de verano se han cancelado (Peralada, por ejemplo) como los de primavera (Úbeda, Aranjuez, por mencionar solo dos) y otros se están reorganizando para ofrecer una programación de cámara más afín a la situación, en caso de que finalmente puedan llevarse a cabo (Granada, San Sebastián…), mientras que algunos concursos y festivales han decidido optar por soportes digitales y las orquestas analizan expectantes su incierto futuro para la próxima temporada (ver sección Guía de orquesta del número de junio en papel), preparando varias programaciones alternativas, por si acaso las cosas no salen del todo bien.
Entretanto, el INAEM ha mandado, con fecha 18 de mayo, un comunicado que dice: ‘El Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) del Ministerio de Cultura y Deporte se ha reunido hoy con representantes de asociaciones de ámbito estatal en dos mesas técnicas para abordar la desescalada. El objetivo de estas dos mesas de trabajo es la elaboración de protocolos conjuntos para iniciar las actividades artísticas en los espacios cerrados de teatros, auditorios y recintos líricos’.
En pocos días ya sabremos algo sobre ese protocolo y se lo contaremos en Melómano Digital, siguiendo la rabiosa actualidad. Por consiguiente, como la susodicha actualidad no es el fuerte de una revista mensual en papel, disfruten del resto de contenidos del ejemplar de Melómano de junio (que carece de su habitual sección informativa sobre la actualidad por razones obvias) porque nosotros… seguimos.
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