El grupo medieval Manseliña publica con el sello Lindoro su tercer disco, ‘Don Tristán o Namorado fez esta cantiga. Lais de Bretaña gallego-portugueses’, en el que han rastreado la influencia del mito artúrico en el repertorio galaico-portugués. Hablamos con su directora, María Giménez, sobre el hallazgo de este repertorio y el proceso de reconstrucción melódica, la recreación de las atmósferas sugeridas en los poemas y los artistas que han participado en la grabación
Por Manuel Pacheco
¿Qué son los lais que dan título al disco? ¿De dónde surge vuestro interés por este género musical y poético?
En la lírica galaico-portuguesa la palabra ‘lai’ se refiere a las cinco cantigas anónimas de la materia de Bretaña, atribuidas a personajes del mundo artúrico, que abren el Cancionero de la Biblioteca Nacional de Lisboa. Aparecen también en otra fuente de la Biblioteca Vaticana en igual orden y con rúbricas. Son pocos poemas, pero al estar recogidos en dos fuentes como una unidad tienen una categoría especial.
De la existencia del lai peninsular yo no tenía ni idea. Buscando información sobre María Balteira para nuestro segundo disco, me aparecía una y otra vez un artículo de María Gimena del Río Riande y Germán Pablo Rossi, ‘Apuntes para a la reconstrucción filológico-musicológica de los lais de Bretaña gallego-portugueses’, que obviamente acabé leyendo. En él se encuentra una pista fundamental sobre una melodía de un Tristán francés en prosa con interpolaciones musicales. Aún no había salido el disco de Balteira y ya estaba deseando grabar este.
El disco propone una alternancia entre lais y cantigas. ¿Qué diferencias melódicas, instrumentales o de estructura se pueden encontrar entre estas dos formas?
Mejor te digo las semejanzas, motivo por el que están justamente esas cantigas y no otras: todas tienen alguna referencia a la materia de Bretaña. En algunos casos es apenas un nombre; en otros, es un personaje presente en toda la cantiga, como ocurre con Merlín en el milagro de la Virgen. Hay alusiones de este tipo en todos los grandes géneros: amor, escarnio, amigo y Santa María. Exceptuando estos últimos, que cuentan con melodía propia, el resto de los poemas nos llegaron sin música. Siguiendo el ejemplo del artículo antes citado, las tomamos prestadas del Tristán en prosa y del manuscrito [Ms.] de Noailles.
Las melodías del Tristán son de tipo trovadoresco, con varias estrofas sobre la misma melodía y sin estribillo. Tienen la particularidad de que se ha copiado la música del poema completo con información muy jugosa sobre las variantes. Por el contrario, los lais líricos del Ms. de Noailles son poesías largas con rimas internas y versificación irregular. Suelen cantarse sobre secciones melódicas diferentes entre sí, que contienen frases cortas e insistentes. Los estudiosos las emparentan con las estampies, lo que nos dio alas para introducir partes instrumentales muy rítmicas.
¿Qué criterios habéis seguido para este trabajo de restauración musical? ¿Cómo habéis abordado aquellas piezas de las que se conserva el texto, pero no la notación melódica?
Existe una fuente valiosísima que es el tratado gallego-portugués Arte de trobar, del siglo XIV. En el capítulo IX explica cómo hacer una ‘cantiga de seguir’ o contrafactum de tres maneras, a cada cual más perfecta o de maior sabedoria. Es un capítulo un poco más extenso que los demás. Creo que se debe a que organiza un procedimiento que, por lo que parece, era bastante usual. Además, tanto en la lírica francesa y occitana como en las Cantigas de Santa María hay muchos testimonios de melodías reutilizadas, y gracias a ellos podemos saber cómo era esta técnica en la práctica. Mi conclusión es que las melodías atravesaban idiomas, géneros y repertorios sin ningún prejuicio, saltando incluso de lo religioso a lo profano.
En el caso de los lais, me leí los poemas narrativos de María de Francia y los anónimos. Luego, nos estudiamos los lais del manuscrito Nouailles y las interpolaciones musicales de dos libros de Tristán en prosa franceses: Ms. de Viena y Ms. 776, y muchos estudios de filólogos y musicólogos. Comprobamos que mucho material melódico se reutilizaba incluso en el mismo manuscrito, y aplicamos lo mejor que supimos la técnica de seguir.
Escuchando ‘O marot haja mal grado’ o ‘Ledas sejamos hoje mais’ se aprecia la importancia del tratamiento vocal: improvisaciones, coros, partes recitadas, recreación de murmullos de fondo… ¿Cómo se ha planteado este abanico de recursos de la voz?
Los recitados que anteceden a los lais, denominados rúbricas, están escritos para situar el poema en el contexto del correspondiente libro de caballería. Valía la pena grabarlos también. Hace años constituimos un grupo informal para estudiar y practicar la pronunciación del gallego-portugués y Manuel Vilas, que estaba en este grupo, se especializó en el recitado. Me encantan sus sibilantes, que son fonemas difíciles, además de su acento y su gracia. Las rúbricas de estos dos lais dicen que unas doncellas los ‘hicieron’, lo que en la tradición oral significa que los compusieron, interpretaron o ambas cosas. Por eso hay varias cantantes, dos de ellas, María y Eva Novio, muy jóvenes, con timbre y técnica muy diferente a las voces de Araceli Fernández y la mía. Me apetecía experimentar con voces poco homogéneas con personalidades distintas y me sorprendió el resultado. También quise recrear el universo femenino que aparece en los relatos. Doncellas que no paran de hablar, atrapadas en lo alto de una roca por un encantamiento, predicen la muerte del caballero que pase ante ellas. Es una atmósfera digna de ser sugerida.
¿Es quizás esto un intento de capturar las ‘huellas de la oralidad’ que quedan como residuo en la escritura, tal y como mencionáis en el libreto?
Sí. Los libros de Tristán no se leían, sino que se escuchaban. Había especialistas con una memoria extraordinaria que los recitaban a una audiencia que no sabía leer. Solo se recogen por escrito muchos años más tarde, incluso siglos. En cuanto a las interpolaciones musicales, el narrador se preocupa de describir minuciosamente el momento, lugar y condiciones en que se cantan. Son frecuentes las escenas al aire libre. Un ejemplo es la fuente junto al castillo en la que los caballeros se sientan a descansar. Una doncella los ve desde su estancia, baja con un arpa y canta para entretenerlos. En esta escena se detalla el momento de afinar y la elección del repertorio. Ya no es un lai sin más. Me fascina la escena en que Tristán entra en un bosque, lugar de los encuentros mágicos, donde la naturaleza y el canto de los pájaros le hace morir de dolor por la ausencia de su amada y en su soledad canta un lai. Este es el ambiente del Lai núm. 4, que es un poema cortito con una melodía cantada a capella que parece improvisada. Recordé esta escena y puse a Pablo Carpintero a tocar todos los silbatos que tenía en su taller. Son los pájaros del bosque mágico.
¿Diríais que este álbum supone una continuación de vuestros anteriores trabajos discográficos? Me refiero a ‘Sedia la fremosa. Cantigas medievales y tradicionales del Noroeste Peninsular’ y ‘María Pérez se maenfestou. Cantigas de escarnio a María Balteira’, ambos grabados con el sello Lindoro.
Seguimos empeñados en ahondar en el repertorio galaico-portugués y darle vida, cuidando tanto la pronunciación como la técnica y afinación de los instrumentos. Por otro lado, en este disco creo que hemos dado un salto al incorporar las voces habladas y cantadas, así como al intentar recrear el ambiente en el la música tenía lugar.
¿Tendremos ocasión de escuchar en directo la música de este álbum?
Nuestro segundo disco salió tras la pandemia y aún este año tenemos conciertos de ‘María Balteira’ que, por cierto, funcionan muy bien en directo. Por otro lado, nos han pedido repertorio religioso y estrenamos en el festival Mirabilia de Cuenca un concierto de lais franceses a la Virgen con la colaboración de la narradora Charo Pita. Yo estoy deseando volver a reunir al grupo grande para estrenar los lais de Bretaña. Tengo muchas ideas de tipo escénico para explotar en el concierto y me gustaría sacarle más partido a las posibilidades teatrales y tímbricas de las cantantes. Pero, si todo va bien, la presentación no será hasta el año que viene.
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