Marc-Antoine Charpentier: Tres historias sacras

Il Seminario Musicale
Director y contralto: Gérard Lesne
ASTRÉE Naïve E 8821

Charpentier es un buen ejemplo, uno más, del amplio grupo de compositores de gran interés que, poco a poco, ha ido y seguirá sacando a la luz la industria discográfica. Sin ella, cientos de obras serían sólo, cuando más, una simple cita al pie de un resumen biográfico. Su intervención viene siendo básica para un mejor conocimiento de nuestro pasado musical y para ello ha servido de estímulo en la dura tarea de investigación. En muchos casos, como en este de Charpentier, no es suficiente que un fragmento de una de sus obras de música religiosa haya pasado a la fama como sintonía de una presentación televisiva. De hecho, esa es la rueda investigación, grabación y programación en conciertos, la que mueve ese mundo de las recuperaciones, eso sí en el ambiente especialmente propicio de nuestra cultura caldeada al calor de nuestra curiosidad historicista.

Nacido y muerto en París (ca. 1634-1704), Marc-Antoine Charpentier completa su visión de la música de su tiempo con su viaje a Roma, donde le encontramos hacia 1650. Monteveri y Victoria forman en principio el centro de su interés, al que no tarda en sumarse su admiración por Carissimi, del que recibe consejos durante tres años. Van a ser una parte substantiva de su dedicación general a la música escénica, en un sentido amplio que alcanza al oratorio, en la versión religiosa, mientras que sus colaboraciones con Moliere, tras la ruptura de éste con Lully, definen sus experiencias en el teatro profano. La conjunción de ambos conocimientos se concreta en un Charpentier que ha sido considerado como el creador de la tragedia sacra con sus oratorios para las representaciones teatrales del Colegio de Clermont de los Jesuitas.

Las obras nacidas para esa Institución son calificadas en su momento como “historias o tragedias sagradas”, de las que compuso unas cincuenta, gran parte de ellas pendientes de recuperación, y responden a la estructura de lo que se conocía en Italia como “oratorios”. Son tres los incluidos en este registro, de los que sólo el primero ya era conocido, Mors Saülis et Jonathae, H 403, al que se suman las dos novedades Sacrificium Abrahe, H 402, e In Circumcisiones Domini / Dialogus inter angelum et pastores, H 406. Una presentación que Gérard Lesne, contratenor y director de la grabación, atribuye en la recuperación y preparación de las partituras al trabajo realizado por el Centro para la Música Barroca de Versalles. El Centro ha procurado la disponibilidad de las partituras de estas tres obras que Gérard Lesne califica de “operas espirituales”, “por lo que hemos dejado la capilla por el teatro”.

Sin embargo, han vuelto a la iglesia para el estreno y realización del presente registro, concretamente en la Iglesia de la Trinidad de los Montes de Roma el 21 de octubre de 2000, dentro de los conciertos organizados por la Academia de Francia, Villa Medicis y el Centro Cultural San Luis de Francia. Gérard Lesne se sitió atraído por las obras tanto como director del Seminario Musicale, como en su faceta de contratenor, papel que tiene una gran importancia en el desarrollo de los oratorios. Consigue un magnífico resultado en lo que describe como su gran dificultad, “entrar en una nueva dimensión teatral.” Los logros apuntan a la realidad de unas acciones en las que lo “narrativo y las situaciones dramáticas están fuerte y firmemente delineadas”, lo que confirma su apreciación escénica y la esperanza que apunta en sus comentarios de que acaben siendo llevadas a la escena por un “productor imaginativo”. La calidad del sonido del registro es excepcional, al igual que el tratamiento de los componentes del Seminario Musicale, porque en todo trasciende la indudable pasión puesta por Gérard Lesne al servicio de estas tres “historias sagradas.