El disco se abre con ocho canciones basadas en poemas de Martí i Pol que datan de 1989. Aquí es donde más apreciamos el estilo de la música de jazz. Destacamos por su enorme belleza la ‘Petita Suite‘, en la que cada estrofa del poema se convierte en una pieza independiente y ‘Davallem junts‘, por su marcado estilo impresionista. A continuación le toca el turno a siete poemas de Carner entre los que se encuentra ‘Màgic momento‘, escrita originariamente para coro en 1962 y que da título a este disco. Los dos poemas de Espriú que escuchamos, ‘Abelles‘ y ‘Prínceps centaures‘, son muy contrastantes entre sí. El primero de tempo lento, meditativo y el segundo con un ritmo muy marcado en el acompañamiento pianístico. Las canciones con textos de Foix datan de los años 70 y tienen rasgos musicales parecidos a las obras anteriores. Para concluir este recorrido sonoro, escuchamos dos poemas de Corretja, hija de la compositora.
Tanto Valero como Blanch realizan un trabajo fabuloso. Los dos muestran una técnica muy depurada y una profunda musicalidad. Valero juega con el colorido de su voz para expresar el significado de las palabras y el pianista acompaña con un toque exquisito, cediendo en todo momento el protagonismo a la cantante. Sobresale también la clara dicción y naturalidad del canto que hace que el oyente se deje llevar por la belleza del sonido. Una música y músicos de primera categoría.
Por Francisco J. Balsera
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