Hace tan solo una década era casi impensable la inclusión, siquiera, de un solo nombre femenino entre las programaciones de los festivales más importantes. Pero, desde hace unos años, la figura femenina ha ido cogiendo fuerza, abriéndose camino entre el sinfín de compositores, no sin traer consigo una diatriba entre músicos, melómanos y público en general. Preguntas o comentarios como: ‘¿por qué es importante que haya mujeres en las programaciones?’, ‘si no han pasado a la historia, ¿será porque sus obras no son lo suficientemente buenas?’, ‘¿es necesaria una distinción entre hombres y mujeres en el arte?’.
Por Fabiana Sans Arcílagos & Lucía Martín-Maestro Verbo
La respuesta puede ser tan sencilla como confusa, ya que se ha propiciado ese silencio, no porque no tengan valor o porque sea realmente necesario hacer una distinción, sino por la necesidad de reconstruir la historia desde la perspectiva del género, que amplíe y contrarreste el silencio otorgado por las circunstancias sociales que se vivían antes de esta gran revolución por la igualdad que innegablemente se está suscitando. Una vez que se normalice esta situación, no serán necesarias páginas, artículos o espacios en los que se refuerce la figura femenina (ni masculina), sino simplemente noticias, libros e historias sobre un todo en la música.
Pero hasta que no lleguemos a ese momento, mantendremos los espacios en los que se realce la figura e importancia que ha tenido y está teniendo la mujer en la historia. Por ello, vemos con satisfacción que la inclusión de ‘ellas’ ya ha empezado a entenderse en los grandes espacios musicales de nuestro país. Tan solo en este año, los festivales más importantes del circuito madrileño, como el Música Antigua Aranjuez o el Festival Internacional de Arte Sacro de Madrid, han dedicado un gran espacio en su programación a las compositoras. Concretamente se puede recordar la participación de Forma Antiqva, quienes presentaron por un encargo del Festival, el ‘Proyecto Bárbara’, dedicado a la figura de la compositora Barbara Strozzi en el IV centenario de su nacimiento. En esta ocasión se escucharon obras como Salve Regina, Anima del mio core, Salve sancta caro, Prego ad amore, Bella madre d’amor y O María, entre otras que escribió y publicó Strozzi a lo largo de su vida.
Por su parte, el Palacio Real de Aranjuez acogió a Mariví Blasco & Speculum con su programa ‘Desapercibidas, el Barroco por Ellas’. El programa estuvo compuesto íntegramente por compositoras como Francesca Caccini, Anna Lucia Bon, Elizabeth Jacquet de la Guerre, Madame Rochette, Barbara Strozzi, Isabella Leonarda y Ana Bolena, que si bien se dedicó a la música, le es atribuida la pieza O death rock to sleep, escrita posiblemente antes de ser decapitada. No podemos dejar de lado el ‘Proyecto compositoras: Feminae in ecclesia’, ideado y concebido por Sonia Megías y Marisa Machado Torres y presentado en la programación de Música Sacra del Ayuntamiento de Madrid. Este interesante concierto representa un auto-sacramental que ‘reivindica la memoria vejada’ de las mujeres y ‘afirma el vínculo femenino con lo espiritual’, además recuerda que la inspiración no tiene género. Se pudieron escuchar obras de Hildegard von Bingen, además de estrenos tanto de Megías como de Machado, quienes le pusieron música a textos de Ana Martín Puigpelat y de Sor Juana Inés de la Cruz.
Debemos recordar que este año se cumplen cuatrocientos años del nacimiento de Barbara Strozzi y doscientos del de Clara Schumann, a quienes les rendiremos su merecido homenaje en distintos espacios de esta revista. Pero tal como nosotros lo tenemos en cuenta, también lo han hecho diversos programadores de ciclos, festivales y cursos venideros.
Por nombrar algunos tenemos el Festival Internacional de Música de Mendigorría, dedicando su XVI edición en su totalidad a la figura de Clara Schumann. Para esta edición se presentarán obras tanto de esta como de Robert Schumann, Mendelssohn, Brahms. También estará presente Pauline Viardot-García, hija del famoso Manuel García y hermana de María Malibrán, así como la obra de la también pianista y compositora vanguardista Emiliana de Zubeldía y de la catedrática y doctora Teresa Catalán.
Por su parte, el Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco rendirá homenaje a la citada Barbara Strozzi. El acercamiento a la figura de esta compositora estará a cargo de Pilar Ramos López, quien contextualizará a los asistentes sobre la vida a través de la conferencia ‘Barbara Strozzi, compositora y cantante en la Venecia del XVII’. En el mismo festival, se podrán escuchar algunas obras de la misma creadora, esta vez en la voz de una de las sopranos más importantes y relevantes de la actualidad: Raquel Andueza quien, junto a Jesús Fernández Baena (tiorba), han difundido la música de la italiana tanto en sus conciertos como en sus grabaciones. Finalmente, podemos nombrar el ciclo «Las Piedras Cantan», en el que se «pondrá voz de mujer a temas habitualmente interpretados por voces masculinas; se dará vida a algunas poetisas invisibles» y permitirá acercarnos una vez más a la música de Strozzi a través —una vez más— de Andueza, una de sus mayores representantes.
Si bien es cierto que las programaciones de Strozzi y Schumann han sido las más destacadas, no podemos dejar atrás otros nombres como Maddalena Casulana, Amalia de Prusia, Teresa Carreño, María Rodrigo, Cecile Chaminade, Amy Beach, Alma Mahler, Germanine Tailleferre, Fanny Mendelsohn o Teresa Catalán, entre las compositoras programadas este año, pues son autoras que, afortunadamente, se empiezan a incluir continuamente en los repertorios.
Es muy importante que los programadores, músicos, musicólogos e, incluso, los patrocinadores de conciertos, se interesen por hacer ver y oír a las mujeres en sus ciclos. No podemos olvidar el estupendo trabajo que se está haciendo desde la Asociación Mujeres en la Música, quienes este año han realizado la quinta edición del ciclo ‘Mujeres en las aulas’, espacio en el que se promueve a través de los centros de enseñanza musical como los conservatorios Arturo Soria y Teresa Berganza de Madrid, Joaquín Rodrigo de Valencia, José Salinas de Baza, entre otros, el estudio e interpretación de la música escrita por ellas. También debemos dejar en alto la importante labor en el ámbito musicológico que está realizando la comisión ‘Música y mujeres: estudios de género’ de la Sociedad Española de Musicología, quienes este año han realizado sus primeras jornadas.
Tal como empezamos diciendo, por supuesto consideramos relevante que existan espacios donde se propicie la presencia femenina, ya que sin estos no sería posible conocer y difundir la labor de tantas mujeres que por su condición de género, han estado silenciadas por la historia. No es necesario redundar en los porqués, sino en lo que debemos seguir haciendo para que lo que hasta ahora es anecdótico, se normalice y pase a ser una realidad en la que todos tengamos cabida.
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