Los cisnes en palacio
Sabina Puértolas, soprano
Rubén Fernández Aguirre, piano
Ibs Classical IBS72023
Melómano de Oro
Emilio Arrieta (Puente la Reina, 1821-Madrid, 1894) es fundamentalmente conocido por su zarzuela Marina, de 1855, convertida en ópera en 1871. Sus creaciones de numerosas zarzuelas dieron un verdadero impulso a este género. A lo largo de su extensa carrera, Arrieta fue también un asiduo compositor de canciones, de las que se encuentran catalogadas un total de treinta y seis. Para esta grabación, Sabina Puértolas y Rubén Fernández Aguirre han seleccionado seis cantadas en español (‘¡Pobre Granada!’, ‘La niña abandonada’, ‘La primavera’, ‘Serenata morisca’, ‘La sombra’ y ‘La niña sola’) y otras seis cantadas en italiano (‘La rimembranza‘, ‘A te‘, ‘Il desiderio‘, ‘A sera‘, ‘In morte di una bambina‘ e ‘Il sospiro‘), con claras influencias belcantistas y del joven Verdi.
La carrera de la soprano aragonesa-navarra Sabina Puértolas, ya en plena madurez, se ha situado en una magnífica posición a nivel nacional e internacional, sobre todo en los últimos siete años, después de sus exitosas interpretaciones en el londinense Covent Garden (su teatro fetiche): en 2016, de Despina en Così fan tutte, y Gilda de Rigoletto, en 2018. Soprano lírica-ligera, de bello y sensual timbre, con una sólida formación técnica que adquirió con su maestro Carlo Bergonzi. Muestra un gran dominio de la coloratura, con una extraordinaria franja aguda que se expande con facilidad hasta un estratosférico Mi sobreagudo. En la actualidad, también ofrece unos sólidos registros central y grave, junto a un variado e incisivo fraseo, al que se une su gran facilidad para las regulaciones de sonido. Todo ello unido a una gran capacidad teatral.
De las canciones en español cabe destacar sus magníficas interpretaciones de ‘La primavera’ y ‘La sombra’, ambas de bellísima factura, donde la soprano ofrece una línea de canto plena de cadenciosa musicalidad, con un incisivo fraseo, alternando suaves y fuertes acentos, resuelve muy bien los numerosos saltos interválicos, así como las agilidades y, escala a las notas agudas con suma facilidad. En la ‘Serenata morisca’ muestra gracejo y estilo para plasmar esos aires andaluces de esta canción con excelente texto de José Zorrilla. En la ‘La niña sola’ dota al canto de infinita gracia, con momentos donde una chulapona conversa con su admirador, estableciendo un diálogo donde utiliza su registro grave para simular la voz del hombre.
En las canciones italianas la soprano muestra gran dominio del estilo belcantista, con perfecto canto legato y un elegante y depurado fraseo, tanto en las secciones lentas y meditativas como en aquellas más rápidas que requieren facilidad para las agilidades. Destaca entre todas ellas su interpretación de ‘Il sospiro‘, con texto del famoso libretista Felice Romani.
La obra fundamental de esta grabación es la escena musical Los cisnes en palacio, que narra las relaciones amorosas de Emilio Arrieta e Isabel II, y que fue un encargo de Rubén Fernández Aguirre y Sabina Puértolas al compositor catalán Alberto García Demestres (Barcelona, 1960) con ocasión del doscientos aniversario del nacimiento de Emilio Arrieta. El estreno tuvo lugar en el Teatro Arriaga de Bilbao en diciembre de 2021. Obra dividida en siete partes que permiten una aproximación a la personalidad de la reina Isabel II a través de una serie de soliloquios que siguen el magnífico texto versificado del poeta y profesor granadino Antonio Carvajal, con una música que fluctúa entre la modernidad y momentos de gran belleza melódica de claro influjo belcantista. Obra de auténtica calidad que permite el lucimiento de la soprano, quien ofrece un canto pleno de expresividad y, por momentos, de gran sensualidad, mostrando reiteradamente su poderosa franja aguda (incluso llega a elevar la voz a un Re sobreagudo), y su gran dominio del canto melismático, no con un carácter meramente decorativo, sino para expresar las placenteras sensaciones amorosas de la reina en las relaciones con sus amantes, sobre todo cuando manifiesta: ‘ninguno es comparable con ese músico joven (Emilio Arrieta), que me alza las faldas’.
Excelente prestaciones del pianista Rubén Fernández Aguirre en esta obra, así como en cada una de las canciones, siempre muy compenetrado con la soprano.
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