La ópera de Wagner estará en Oviedo entre el 25 de enero y el 3 de febrero con dirección musical de Christoph Gedschold y escénica de Guillermo Amaya
Entre el 25 de enero y el 3 de febrero, estará en las tablas del Teatro Campoamor la ópera Lohengrin de Wagner, en una producción fruto de la colaboración entre la Ópera de Oviedo y el Auditorio de Tenerife.
Elenco y equipo artístico
La dirección musical estará a cargo de Christoph Gedschold, al frente de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, mientras que la dirección escénica, a cargo de Guillermo Amaya, contribuye a la puesta en escena coherente y emocionante de la obra. El diseño de escenografía está a cargo de Pablo Menor, el de vestuario a cargo de Raquel Porter y el de iluminación a cargo de Ion Aníbal López, creando un ambiente visualmente cautivador que complementa la narrativa musical.
Se destaca un elenco artístico encabezado por Insung Sim, quien asume el papel de Heinrich der Vogler y Samuel Sakker como Lohengrin. Miren Urbieta-Vega encarna a Elsa von Brabant y Simon Neal como Friedrich von Telramund. Completando el reparto están Stéphanie Müther, Borja Quiza, Javier Blanco Blanco, Andoni Martínez Barañano y Francisco Sierra Fernández.
Asimismo, participan también el Coro Lohengrin Global Atac (Coro Intermezzo) y la Escuela de Música Divertimento.
Sobre la obra
La ópera Lohengrin de Wagner se erige como la culminación y cierre de la trilogía romántica, compartiendo este distinguido lugar con obras igualmente emblemáticas como Der fliegende Holländer y Tannhäuser.
Esta obra maestra marca el fin de la tradición de la ópera romántica alemana del siglo XIX y al mismo tiempo inaugura un nuevo estilo, el drama musical wagneriano, caracterizado por innovaciones teóricas y prácticas extraordinarias. En este contexto, se observa una transición notable de las convenciones de la ópera tradicional, donde las piezas musicales discontinuas dan paso a una corriente musical continua que se fusiona sin interrupciones con la acción dramática.
La obra, considerada una obra de arte total, presenta momentos sublimes tales como el preludio del acto primero, el evocador Sueño de Elsa, el preludio del acto tercero, y el célebre racconto de Lohengrin, que junto con el desenlace de la obra, sumerge a la audiencia en una experiencia mágica y trascendental.
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