Por Alejandro Santini Dupeyrón
El compositor y el libretista
Desde su estreno en la Royal Opera House del Covent Garden londinense, bajo la dirección del propio George Benjamin el 18 de mayo de 2018, Lessons in Love and Violence, comisionada y coproducida por The Royal Opera, Dutch National Opera Amsterdam, Hamburgische Staatsoper, Opéra de Lyon, Lyric Opera of Chicago, Gran Teatre del Liceu de Barcelona y Teatro Real de Madrid, ha sido dirigida por más de quince directores diferentes, un hecho sorprendente que da buena cuenta del éxito internacional de una ópera que lleva camino de igualar, superar incluso, la aceptación de la anterior producción musical escénica de Benjamin. Written on skin, en efecto, segunda colaboración del compositor con el dramaturgo y libretista Martin Crimp, calificada como obra maestra, rondó las cien representaciones en los cinco años inmediatos a su estreno en el Festival d’Aix-en-Provence del año 2012. Inspirada en la lamentable leyenda de la que también se hará eco Boccaccio (Decameron IV, 9), surgida en torno a micer Guilem de Cabestany, trovador provenzal del Bajo Medievo asesinado por un caballero celoso que ofrecería de almuerzo a su esposa —debidamente guisado con pimienta— el corazón de Cabestany, cortés cortejador de la señora, que a continuación se quitará la vida arrojándose al vacío. Written se parangonó en número de representaciones a las cosechadas por óperas de Richard Strauss y Giacomo Puccini en el mismo margen temporal, o de compositores de vanguardia como Alban Berg con Wozzeck, Ernst Krenek con Jonny spielt auf o Dmitri Shostakóvich con Lady Macbeth.
La primera colaboración entre Benjamin y Crimp, Into the little hill, ‘cuento lírico’ en dos partes, comisionada por el Festival d’Automne de París se estrenó en la Opéra Bastille en noviembre de 2006. Esta obra ‘estilizada, engañosamente sencilla’ (Andrew Clements) contaba con un argumento igualmente inquietante, basado en un cuento folclórico alemán recogido por los Hermanos Grimm en Deutsche Sagen (Leyendas alemanas) de 1816 con el número 245: Die Kinder von Hameln, conocido también como Der Rattenfänger von Hameln; para nosotros, El flautista de Hamelín. Ni compositor ni libretista pudieron imaginar entonces triunfo más grande con recursos tan limitados: dos cantantes solistas (soprano y contralto) que encarnaban, en ocasiones narrando, una docena de personajes y quince instrumentistas del Ensemble Modern. Crimp convirtió el cuento del flautista en una alegoría política de fácil comprensión ubicada en un entorno distópico, combinando claroscuros poéticos cargados de ambigüedad y misterio que ‘clamaban ser resonados, encendidos e iluminados por la música’ (Erik Voermans). El texto de Crimp convirtió a Benjamin, cumplidos ya los 46 años, en un naciente compositor de óperas. De ahí el deseo, la noble insistencia por parte del compositor, de reclamar para el colaborador un lugar igual de prominente que el suyo. Thanks be given to him.
Materia y forma de un aprendizaje
Para Lessons in Love and Violence Crimp parte de los acontecimientos narrados en el Edward II de Christopher Marlowe, de 1592. Dada la naturaleza explícita del título de la obra, convención comercial de la época, este merece ser traído a colación: The Troublesome Reign and Lamentable Death of Edward the Second, King of England, with the Tragical Fall of Proud Mortimer (El problemático reinado y lamentable muerte de Eduardo II, rey de Inglaterra, y la trágica caída del orgulloso Mortimer). A dicha materia conferirá Crimp la dimensión y profundidad propias de un dramaturgo del siglo XXI. Esto queda especialmente de manifiesto en las relaciones interpersonales. La amplia nómina de las dramatis personae marlowiana se reduce a lo esencial necesario para articular el sobrecogedor entramado de intereses y pasiones descarnadas, brutales, de Lessons in Love and Violence: el Rey; su favorito, Gaveston; Mortimer, Jefe de la Casa Militar del rey; la Reina Isabel; el Chico, hijo adolescente del Rey e Isabel y futuro rey de Inglaterra. Para dar amplitud, trascender el contexto íntimo, un reducido pero sobremanera optimizado conjunto de roles secundarios: tres testigos, dos cantantes, dos mujeres, un loco. Delimitados los bandos, ondean las enseñas: razones de amor frente a razones de estado. ¿Cómo se explica esto? ¿Cuántas lecciones serán necesarias? ¿A quiénes van dirigidas? ¿Al Chico y futuro rey? ¿A los espectadores del teatrillo que se habilitará sobre el escenario? ¿A nosotros?
Para dar forma musical a la dramaturgia de Crimp, Benjamin trabajará en la partitura durante veintiséis meses, disponiendo una orquesta de setenta músicos y un elenco vocal de ocho cantantes. La idea de hacer algo completamente diferente a Written está presente en el ánimo de ambos desde el principio. Crimp contribuye a la forma articulando el texto en dos partes, de cuatro y tres escenas, respectivamente. La ambientación escénica es variada. La Primera Parte se desarrolla por completo en el Palacio Real: King’s Apartments (Escena I), Isabel’s Apartments (Escena II), A Theatre (Escena III), Private Apartment (Escena IV). En la Segunda Parte las ubicaciones son: Mortimer’s House (Escena V), Prison (Escena VI), Palace: A Theatre (Escena VII).
La compleja, delicada y colorista orquestación de Benjamin requerirá de 2 flautas traveseras y 2 flautas piccolo; 2 oboes; 1 clarinete en Si bemol, 2 clarinetes en La y 1 clarinete bajo; 3 fagotes y 1 contrafagot; 4 trompas en Fa; 2 trompetas en Si bemol y 1 trompeta piccolo; 2 trombones, 1 trombón bajo y 1 trombón contrabajo; 4 percusionistas que tocarán crótalos (en La y Sol sostenido), 5 campanas tubulares (en Mi bemol, Do, Si bemol, La y Fa); 2 gongs (en La bemol y Do); 4 timbales; 2 bongos, 2 cajas, 2 tambores parlantes, 2 tambores africanos, 2 tambores tenor, 2 tambores bajo, 2 tumbadoras, 3 tam-tam; 2 claves, 3 triángulos, 3 címbalos, 2 parejas de castañuelas mecánicas, 4 güiros, 2 trafaplás; 2 arpas, celesta, címbalo húngaro; y un conjunto de 40 cuerdas, particionados en 10 violines primeros, 8 violines segundos; 8 violas, 8 violonchelos y 6 contrabajos.
En cuanto a los roles cantados, la elección vocal de Benjamin será la siguiente: Rey, barítono; Isabel, soprano; Gaveston, barítono; Mortimer, tenor; Chico, tenor ligero. Primera Testigo, Primera Cantante y Primera Mujer, soprano de coloratura (la misma para los tres roles). Segunda Testigo, Segunda Cantante, Segunda Mujer, mezzosoprano. Tercer Testigo y Hombre Loco, bajo barítono.
Benjamin requerirá también de varios personajes mudos: una Chica Joven, hija del Rey y de la Reina Isabel; otros Testigos y un Público, en número no mayor a 20 personas, para la obra de teatro que se presenta en escena.
Razones de estado y razones de amor
Las razones de estado son esgrimidas por Mortimer, hombre resolutivo y pragmático, capaz de prever consecuencias y anticiparse a ellas. Pero Mortimer es también un hombre ambicioso. Tramará un plan para reconducir la situación; un plan sangriento para el que necesitará alianzas y cómplices, alguno remiso —al menos en principio— a dejarse seducir. Aquí entrará la Reina, mujer de estado a la fuerza y por puro instinto de supervivencia.
Razones de amor son las que proclaman, a despecho del mundo, el Rey y Gaveston. Aquel las prodiga a su amante con la insensatez de quien conduce el reino a la ruina: ‘Don’t bore me with the price of bread. Don’t block my mind with politics… Let us spend money on poetry and music‘, ‘No me aburras con el precio del pan. No bloquees mi pensamiento con política… Permítenos gastar el dinero en poesía y música’, reprochará con desdén a Mortimer en el transcurso de un oscuro dueto salpicado de punzantes pizzicati y figuraciones sobreagudas del viento madera. Antes, la voz de Mortimer flotará ingrávida (‘I don’t understand‘)en un lánguido e incrédulo falsete. (Será este el primero de los grandes retos a los que se enfrentará Benjamin durante la composición. En ninguna ópera anterior había escrito un dueto tan prolongado para voces masculinas; combinación, de hecho, bastante infrecuente en la música contemporánea.)
Gaveston, cínico y codicioso, ejerce un control sin límite sobre el monarca y sus decisiones: ‘Take Mortimer’s property… Give me his rents. Remove from his finger that fat gold ring‘, ‘Toma las propiedades de Mortimer… Dame sus rentas. Arranca de su dedo ese gran anillo de oro’; control que ha conseguido mediante una entrega corporal plena y sin reservas, que incorpora a la pasión homoerótica caracteres sadomasoquistas. Franquear a placer los umbrales de dolor del ser amado es el privilegio exclusivo otorgado al amante. El Rey preguntará con cinismo: ‘But who have I ever harmed?‘, ‘Pero ¿a quién he podido dañar yo?’; ‘Have I hurt you, Gaveston?‘, ‘¿Te he herido, Gaveston?’ Y Gaveston responde, en un conmovedor Lento —pianissimo dolcissimo—, inicialmente acompañado por un solo de trompa… ‘Not when you grip my neck. Not when you hold my rigth hand deliberatery over a flame‘,’No cuando me desgarras el cuello. No cuando sujetas mi mano derecha deliberadamente sobre una llama’ …hasta que la cuerda irrumpe heladora, dolorosamente chirriante en mitad de la frase: ‘Not when you have forced me to swim in Winter under the dull grey ice till my lungs are beginning to split‘, ‘No cuando me obligas a nadar en invierno bajo el opaco hielo gris hasta que mis pulmones comienzan a estallar’.
Mortimer permanecerá impasible mientras se le despoja de propiedades y rentas. Dulcemente, el Rey ordena a su hijo (cuya entrada es anunciada por un rápido motivo infantil encomendado al oboe con arpegio de celesta) que tome el anillo de Mortimer y lo entregue Gaveston. Cuando el joven se vea en apuros para sacar el anillo del dedo, Gaveston sugerirá, sombrío: ‘The boy needs a knife‘, ‘El chico necesita un cuchillo’. La reina exhala un dilatado ‘No!‘, y el Rey, en un nuevo Lento a cuerda plena —lento cromático, onírico, que denota un total alejamiento de la realidad—, replica con patetismo: ‘No violence please. Let ours be a regiment of tolerance and love‘, ‘Sin violencia, por favor. Que el nuestro sea un régimen de tolerancia y amor’.
Mortimer atraerá a su bando a Isabel mediante un riguroso ejercicio de persuasión. Tras meses de vagar por el país solo ha encontrado ruinas y cenizas; hombres degollados por doquier y animales limpios hasta los huesos; nada para comer salvo piedras. Trae consigo testigos. Testigos que Isabel se niega en principio a escuchar. Una mujer que ha perdido a su marido ‘en la guerra, perdóneme, de su marido’ y cuyas propiedades le han sido confiscadas en favor de Gaveston. Tan solo le queda su cuerpo, ‘el cuerpo con el que ha venido’, y las cenizas del hijo que tuvo y muestra a la Reina. En vano intenta Isabel (en un emocionante cuarteto lleno de virtuosismo vocal por su parte) hacer comprender a los Testigos que también ella es víctima de la situación: ‘My body is forked like yours: it loves and break like a comon criminal’s with the same pain‘, ‘Mi cuerpo está escindido como el vuestro: ama y se quiebra como el de un criminal común, con el mismo dolor’. Finalmente la Reina, colérica, ordena salir a los Testigos. Pero ha comprendido la lección de Mortimer. Es el momento de actuar, evitar una revuelta y salvar al reino del caos inminente. Al Rey, promete Mortimer, no se le hará daño. Solo a Gaveston.
Lección de amor más allá de muerte
En la intimidad de una estancia en Palacio, acompañado por Isabel, el Rey lamenta la suerte de su favorito. La escena toda es un extenso dueto que comienza con una desoladora introducción (Slow, very quiet): ‘…And one man drove a sword through his body and another beheaded him in a ditch… I couldn’t save him‘, ‘… Y un hombre empujó una espada a través de su cuerpo y otro lo decapitó en una zanja… Yo no le pude salvar’. Ella le ruega que vuelva a la cama, que intente dormir. Pero el Rey (slow, lugubrious —más lento aún; pianissimo—) sigue pensando en su desdichado amante: ‘I coud hold his hand… over a flame and he would meet my eyes while his hand burned… and smile‘, ‘Yo podía sujetar su mano… sobre una llama y él me miraba a los ojos mientras su mano ardía… y sonreía’. Isabel se da media vuelta y comienza a alejarse hacia la oscuridad (Extremely slow —pianissimo—): ‘Why should you love him… still love him… whom all the world hates?‘, ‘¿Por qué deberías quererle… amarle todavía… a quien odia todo el mundo?’ ‘Because he loved me more than all the world‘, ‘Porque él me amó más que todo el mundo’. Isabel no oculta sus lágrimas. Indiferente al dolor de la Reina, el Rey se entrega a pensamientos de venganza. Descuartizará a Mortimer. Atrapará a cuantos participaron en el asesinato de Gaveston. Regará las calles de la ciudad con la sangre de los asesinos. Isabel comprende que su marido ha perdido el juicio. Si antes se trataba de proteger al Estado restaurando la estabilidad política, de lo que se trata ahora es de proteger la corona misma, y por ende al heredero. Isabel comunica al Rey la decisión llevar al hijo de ambos con Mortimer, único hombre fuerte capaz de garantizarle seguridad. El Rey, sumido en la tristeza, no reacciona a estas palabras.
El maestro y el aprendiz
Mortimer e Isabel planean deponer al Rey, coronar al Chico y reinar ellos durante la minoría de edad. Para aleccionar al Chico sobre el arte de gobernar, Mortimer hace pasar al Hombre Loco. Mortimer irá sugiriendo al Chico las preguntas del interrogatorio. El Hombre Loco dice ser el rey. Así lo afirma Felicity. Felicity tiene ojos verdes. Es un gato. El Chico comprende enseguida que el hombre está en efecto loco. Pero la lección no consiste en el modo de indagar la verdad, sino en cómo proceder una vez hallada. Un hombre que pide lo que este, dirá Mortimer, pide ser ajusticiado. Coge la cuerda de saltar de la hija de Isabel y comienza a estrangular al hombre. Sin estridencias pero contundente, con acordes graves en fortissimo (metal y timbales prominentes) la orquesta acentúa cada sacudida brutal de Mortimer durante la ejecución: ‘Let one poisonous idea leak out into the world and the whole world will be contaminated‘, ‘Permite que una idea contaminada salga al mundo y todo el mundo estará contaminado’. El Chico intenta apartar la mirada… ‘Look!‘, pero Isabel le obliga a mirar. La extensa, etérea y pura súplica del Chico… ‘But merciful‘ (alcanza un Si 6) contrasta con la sórdida crueldad de Mortimer: ‘When a man will be cut into pieces und burned a rope is mercy‘, ‘Cuando un hombre va a ser descuartizado y quemado, una soga es la piedad’. He aquí la lección.
Ejecutado en prisión el Rey y transferida la corona al Chico, joven rey a partir de ese momento, la Corte, de riguroso luto, asiste a una representación teatral. Isabel pregunta a su hijo si habrá música. El joven rey declara que ha prohibido la música. La obra, no obstante, será un ‘entretenimiento’. Versa sobre una conspiración y el posterior asesinato de un rey. Isabel comienza a inquietarse. ‘Where is Mortimer?‘, pregunta. Se abre el telón. ‘Con la aparición en escena del cuerpo de un hombre quebrantado y destrozado por la aplicación racional de la justicia, comienza nuestro entendimiento’.
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