Primera zarzuela cubana que el coliseo programa en sus 163 años de historia
El Teatro de la Zarzuela cumplió 163 años el pasado mes de octubre, y aunque resulte sorprendente, en esa travesía de más de siglo y medio nunca fue programada una zarzuela que no fuera española.
Ahora, con la presentación de Cecilia Valdés en una nueva producción del Teatro, es el momento de hacer historia. La obra de Gonzalo Roig, al igual que la novela de Cirilo Villaverde Cecilia Valdés o la Loma del Ángel en la que se inspira el libreto de Agustín Rodríguez y José Sánchez-Arcilla, es considerada en Cuba como símbolo indiscutible de su cultura popular, de la peculiar identidad de esta isla caribeña.
La zarzuela llegó a América por el éxodo masivo de españoles. Allí, en la orilla opuesta del Atlántico, la hicieron suya; arraigó de tal manera que en cada país surgieron multitud de obras propias —solo en Cuba hay registradas más de 3.000 partituras de teatro lírico—, composiciones que transformaron el género con historias y músicas distintivas de cada lugar.
Con las trece funciones de Cecilia Valdés programadas en el escenario de la calle Jovellanos entre el 24 de enero y el 9 de febrero, llega al fin la hora del ansiado viaje de vuelta.
En el podio del foso estará el maestro Óliver Díaz —bien conocido en este coliseo donde fue director musical desde noviembre de 2015 hasta junio de 2019— que estará al frente de la Orquesta Titular del Teatro de la Zarzuela, Orquesta de la Comunidad de Madrid, del Coro Titular del Teatro de la Zarzuela y de un extraordinario doble reparto.
Para Díaz, Cecilia Valdés es ‘una perfecta amalgama entre la gran tradición operística centroeuropea, la zarzuela y la música afrocubana. Gonzalo Roig —subraya el director de orquesta— es capaz de colorear e iluminar cada una de las acciones de la forma más sutil evidenciando los aspectos psicológicos de cada personaje con una maestría absoluta’.
La nueva producción del Teatro de la Zarzuela cuenta con una puesta en escena elegante, inspirada, inteligente y colorida firmada por Carlos Wagner, quien considera que Cecilia Valdés ‘es una zarzuela con un ritmo seductor, una poesía melancólica, apasionada y llena de drama, y una historia conmovedora de personajes muy reales y entrañables’.
Rifail Ajdarpasic es el responsable de la sorprendente escenografía que evoluciona sigilosa, como un animal salvaje que despierta, en el núcleo de un gran cañaveral; el sugestivo vestuario lleva la rúbrica de Christophe Ouvrard, la hermosa iluminación es de Fabrice Kebour, y Nuria Castejón es quien ha creado la fascinante, tribal y heterogénea coreografía.
Las sopranos cubanas Elizabeth Caballero y Elaine Álvarez interpretarán el dramático papel de la joven Cecilia Valdés, una mulata de piel clara marcada a fuego por un destino atado a su condición social y de género. Cecilia está locamente enamorada de Leonardo, a quien encarnarán los tenores uruguayo y español Martín Nusspaumer y Enrique Ferrer; él es un chico aparentemente romántico, pero con muchos graves defectos: machista, clasista y arrogante, usa a Cecilia para satisfacer sus apetitos.
Los barítonos cubanos Homero Pérez-Miranda y Eleomar Cuello harán las veces de José Dolores Pimienta, un mulato que pretende a Cecilia, junto a quien creció, y que acaba siendo terriblemente utilizado por ella.
La producción también cuenta con la participación de la legendaria soprano cubana Linda Mirabal, que da vida a la esclava liberada Dolores Santa Cruz; con la de la mezzosoprano española Cristina Faus, quien será Isabel —prometida de Leonardo y por eso rival de Cecilia—, o la del tenor cubano Yusniel Estrada que se meterá en la piel del esclavo negro Pedro.
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