La zanfona o viola de rueda es un instrumento desconocido por muchos, pero cuenta con más de mil años de historia. En este artículo vamos a hablar sobre su evolución y el papel que juega en la música antigua y tradicional.
Por Sergio González
Antes de hablarte del origen del instrumento, me gustaría contestar a esa pregunta que probablemente ya te hayas hecho: ‘¿qué es una zanfona?’.
La zanfona es un instrumento de cuerda frotada, simplificando, podría definirse como una especie de violín mecánico. Produce su sonido a través de una rueda enresinada que, activada por el giro de la manivela, a modo de arco infinito, roza las cuerdas y las hace vibrar. Las notas se generan a partir de un teclado que acorta la longitud vibrante de la cuerda con unas piezas de madera o metal llamadas ‘espadillas’.
Estoy seguro de que conoces la gaita gallega o asturiana. Ese sonido constante que se mantiene detrás de la melodía, llamado bordón, también es una de las características principales de la zanfona.
La viola de rueda también tiene un fuerte componente rítmico. Cuando revolucionamos o giramos rápido la rueda, generamos una serie de zumbidos, a través de una pequeña pieza llamada ‘perro’ en español o ‘chien‘ en francés, que pueden llegar a ser utilizados con gran virtuosismo para crear complejos patrones rítmicos.Cabe resaltar que la zanfona ha tenido y tiene multitud de nombres en diferentes países y regiones, en su mayoría con etimologías descriptivas, por ejemplo, gironda (de giro) en Italia, vielle a roue (viola de rueda) en Francia, ninera (llorona) en checo, entre muchos otros. A día de hoy hemos contabilizado más de ochenta nombres diferentes.
La zanfona ha desempeñado multitud de roles diversos, desde acompañar el canto gregoriano en entornos eclesiásticos hasta animar los bailes de la nobleza durante el Barroco. A través de períodos de popularidad y declive, la zanfona ha persistido como un símbolo de la rica historia musical de Europa, influenciando tanto la música tradicional como los géneros contemporáneos de hoy en día. En este artículo quiero ofrecerte un fascinante recorrido por la evolución y el legado de un instrumento perdido en el tiempo, pero nunca olvidado.
Ahora ya te puedes hacer un poco a la idea de cómo suena esta especie de sintetizador del medievo, porque que, como ya adelantada en la introducción, este instrumento lleva ya más de mil años de historia a sus espaldas. Hablemos de su origen.
La zanfona medieval: organistrum
Nos remontamos al último cuarto del siglo XI. Para ponerte un poco en situación, estamos en una época de grandes conflictos, en la que Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como el Cid Campeador, está a punto de conquistar Valencia, y la primera cruzada cristiana estaba aún por partir. Fue aquí cuando en el año 1100, en el manuscrito alemán de Wolfenbüttel, se describe la primera forma de zanfona medieval, llamada organistrum.
El organistrum era un instrumento enorme, de hecho, se requerían dos personas para tocarlo. Una de ellas giraba la manivela accionando la rueda y la otra movía unas palancas que a modo de teclas permitían cambiar de nota.
Esta forma arcaica de la zanfona se solía utilizar en entornos eclesiásticos para acompañar al canto gregoriano. Podemos encontrar múltiples ejemplos iconográficos de este instrumento repartidos por toda la península, siendo uno de los más importantes el organistrum esculpido en el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela.
A partir del siglo XIII el instrumento evoluciona, haciéndose más corto, pudiendo ser tocado por un solo músico. Así es como nace la sinfonía, un tipo de zanfona rectangular de aspecto simple y austero que podemos ver representada en las famosas miniaturas del Códice de los Músicos, el libro que guarda las Cantigas de Santa María.
De vagabundos a reyes
Llegamos a una época de constante evolución, la época en la que Michelangelo y Da Vinci están creando sus obras maestras, que pasarán a los anales de la historia del arte.La época en la que Copérnico desafía las inmovilistas creencias medievales brindando luz a una nueva forma de entender del mundo, el Renacimiento.
En este momento, la zanfona se abre a entornos populares, y durante los siglos XVI y XVII aparecen los primeros escritos describiendo a ‘vagabundos y ciegos’ tocar el instrumento.
Esta imagen de la zanfona como instrumento de pedigüeños ha sido extendida por muchos académicos. No obstante, si hacemos el ejercicio de ponernos en la mentalidad de la época, no debería sorprendernos que personajes de clase media o alta tildaran de vagabundo a gente de aspecto humilde que vendía sus talentos en las calles, aunque en su mayor parte no fuesen estrictamente mendigos.
Muchos de ellos eran campesinos que al no poder trabajar sus tierras en invierno viajaban a la ciudad a buscarse la vida mostrando su habilidad para tocar. No hay duda de que muchos de estos mal llamados ‘mendigos’ fueron músicos verdaderamente talentosos.
En contra de lo que piensan muchos académicos, tenemos pruebas del uso de la viola de rueda en cortes europeas mucho antes de su popularización en el Barroco. Se conserva una orden de pago a los músicos de la corte del duque de Burgundy fechada en septiembre de 1419 que incluye a ni más ni menos que a ¡12 zanfonistas! De esto, podemos concluir que era ciertamente popular en la época.También de ese momento podemos es una de las iconografías más famosas del instrumento, la zanfona que aparece en el Infierno del Jardín de las delicias de Hieronymus Bosch (El Bosco), tríptico conservado actualmente en el Museo Nacional del Prado.
La época dorada
Al llegar el siglo XVIII podemos hablar de la ‘época dorada de la zanfona’. Estamos en la época de las pelucas blancas, de Bach y del rococó. En ese momento, María Leszczyńska, reina consorte de Francia y Navarra, esposa de Luis XV, decidió mostrarse en público tocando su zanfona.
Así es como rápidamente el instrumento empieza a ponerse de moda entre los nobles de las cortes de París, ganando gran popularidad y convirtiéndose en uno de los instrumentos de referencia para los bailes de la época. Se compusieron muchas sonatas y dúos, tanto para dos zanfonas como para zanfona y musette de cor, una pequeña gaita barroca que se toca con un fuelle bajo el brazo. La música de bordón se mantenía fuerte en Francia y aún podemos ver resquicios de esto en la música popular actual de las regiones de Berry o Auvergne.
Antonie Terrasón en su libro de 1741 Dissertation historique sur la vielle nos cuenta la divertida anécdota de que Monsieur Chevalier de Mesmont poseía una preciosa zanfona antigua ornamentada de una forma muy elaborada y que, tras pagar mucho dinero al señor Louvet (lutier de la época) para restaurarla, fue a presentársela a María Antonieta, quien quedó tan maravillada que, sin dar mayor explicación, tomó posesión de ella.
Fueron muchos los compositores que escribieron piezas para la zanfona durante este periodo. Entre los más famosos encontramps a Hotteterre, Boismortier, Corrette, Couperin y Vivaldi. Aunque si alguno de los lectores quiere profundizar en sonatas y dúos más especializados en la zanfona, cabe destacar nombres menos conocidos, y no por ello de menor calidad, como Buterne, Danguy, Naudot, Dupuit o Chedeville.
Actualmente, todos estos datos son bastante desconocidos, incluso entre los docentes de los departamentos de música antigua de los mejores conservatorios de Europa. Nuestro instrumento, por su última etapa de carácter folklórico, se ha visto en gran medida apartado de los circuitos de música académica y, aunque somos pocos los que nos adentramos en el estudio de los tratados antiguos, aún quedan intérpretes que buscan el enfoque históricamente informado. La mayor exponente de la zanfona barroca actual es Tobie Miller. Estoy seguro de que vas a disfrutar de más de uno de sus discos cuando acabes de leer este artículo.
Haydn y la lira organizzata
En el periodo clásico aparece un interesante híbrido, la lira organizatta, una zanfona que llevaba un pequeño órgano de tubos en su interior, consiguiendo así un bello sonido aflautado en combinación con el duro ataque de las cuerdas de tripa.
El rey Fernando IV de Nápoles fue un gran aficionado a este instrumento. Lo estudió con Norbert Hadrava, secretario de las legaciones de Austria. Hadrava habría escuchado este instrumento en París y se enamoró de él, lo cual le llevó a idear algunas mejoras, como por ejemplo aumentar el número de teclas para acercarse al rango que podía producir un oboe o alimentar el fuelle del órgano con un pedal tipo maquina de coser. Fernando IV comisionó obras a Adalbert Gyrowetz, Ignace Pleyel, Johann Sterkel y Haydn durante este periodo.
Franz Joseph Haydn escribió varios notturni para dos liras y ni más ni menos que cinco conciertos dobles para este instrumento. Es curioso notar que todo el repertorio de Haydn solo se puede tocar con liras organizzatas que contemplan las mejoras de Hadrava, ya que las liras tradicionales del periodo solo contaban con veinticuatro teclas y este repertorio necesita veintiocho.
Actualmente, el lutier austriaco Wolfgang Weichselbaumer ha fabricado dos copias de la lira organizzata de rango extendido de Hadrava, basándose en dos instrumentos gemelos que se encuentran en el Victoria and Albert Museum de Londres que se han usado para conciertos y grabaciones históricamente informadas de estas composiciones, como por ejemplo la grabación del Concierto Hob.VII H:1 por el Ensemble Baroque de Limoges.
La zanfona es famosa por ser un instrumento muy temperamental. Al tener más de doscientas partes móviles, es muy difícil de ajustar y mantener. Entre zanfonistas siempre reina la broma de que pasamos el setenta por ciento del tiempo siendo técnicos ajustando el instrumento y el treinta por ciento haciendo música. Creo que ya te imaginas por qué la lira organizzata dejó de tocarse. Al ser un instrumento tan extremadamente delicado y complejo de mantener para conseguir un buen sonido, le cedió el camino a instrumentos más estables, quedando completamente en desuso.
El paso de la música académica a la música tradicional
Después de este paseo por la historia de la zanfona en diferentes periodos históricos llegamos al momento donde la música tonal toma las riendas y poco a poco arrincona a los instrumentos de bordón al ser menos flexibles para tocar en diferentes tonalidades.
La zanfona se va perdiendo en la noche de los tiempos quedando relegada a tocar música de baile en ciertas regiones rurales de Francia o Hungría y en Galicia, con los romances de ciego.
En España, Perfecto Feijoo grabó el primer disco donde podemos escuchar una zanfona en 1904 y más tarde Faustino Santalices Pérez, allá por los años 30 del siglo XX, fue uno de sus únicos custodios y popularizadores. Nuestro instrumento quedaría incluso extinto en otras regiones, esperando a ser redescubierto en el revival del folk de los 70 por figuras como René Zosso, Claude Flagel o Valentin Clastrier.
Después de este periodo oscuro, la zanfona goza de una alta popularidad en diversos sectores musicales, no solo del folk. Ha sido utilizada por grupos de rock como Led Zeppelin o incluso Metallica.
Si he conseguido despertar tu curiosidad por el instrumento y quieres saber más sobre él, existen en España asociaciones dedicadas a la difusión y popularización del instrumento, como la Associació Violes de Roda de Catalunya (AVRC) y la Asociación Ibérica de la Zanfona (AIZ).
Espero que te haya gustado este condensado viaje por más de mil años de historia de la viola de rueda en algo más de diez mil caracteres.
Joe Turner dice
Me ha encantado este artículo, creo que sería increíble poder leer más artículos sobre instrumentos antiguos que no vemos cada día
Un artículo muy ameno, me enganchado la redacción, ha sido como leer una historia!!
Redacción dice
Muchas gracias, Joe. Te recomendamos leer este otro también: https://www.melomanodigital.com/la-viola-de-gamba/
Un saludo,
El equipo de Melómano