La Tradición Franz Liszt . Por Daniel Pereira González

Por Daniel Pereira

Pianista, profesor y doctor en Artes Musicales por la Universidad de Maryland

El proyecto Tradiciones Pianísticas a través de sus Árboles Genealógicos es el resultado de un trabajo de investigación llevado a cabo durante más de 15 años por el pianista Daniel Pereira y que todavía está en curso

En esta quinta entrega presenta la Tradición Franz Liszt

Las innovaciones constructivas del piano incorporadas por Sébastien Érard a principios del siglo XIX, especialmente el mecanismo de doble escape y la extensión del teclado a siete octavas, la evolución de los armazones de hierro y el auge del Romanticismo en torno a 1830, acarrearon una explosión del virtuosismo pianístico y de compositores especializados en escribir para piano.

Durante las siguientes décadas, aparecerán numerosos colosos del piano que contribuirán de forma decisiva a establecer las bases de la técnica e interpretación pianística cuya repercusión y trascendencia llegarán hasta nuestros días.

Compositores-pianistas como Chopin, Schumann, Liszt y Brahms abrirán nuevos caminos técnicos y musicales que sucesivas generaciones de intérpretes heredarán y explorarán hasta las últimas consecuencias creativas.

Considerado como unos de los padres de la técnica moderna del piano y pionero del concepto de recital de piano y de la masterclass, la polifacética figura de Franz Liszt (Raiding, 1811-Bayreuth, 1886) simboliza un punto de inflexión en la historia del instrumento. Liszt interpretaba conciertos enteros de memoria, incluyendo obras de toda la historia de la literatura pianística y siempre con la tapa del piano abierta hacia el público.

Sus composiciones tuvieron una profunda influencia en Debussy, Scriabin y Ravel, entre otros. Durante sus viajes como concertista, que lo llevaron hasta lugares como Rusia, Escocia, Turquía y la Península Ibérica, Liszt conoció a virtuosos del piano como Beethoven, Chopin, Schumann, Alkana, Brahms y Rubinstein, ofreciendo conciertos de hasta 3.000 personas como en La Scala de Milán.

A los 35 años, Liszt se retiró de los escenarios y dedicó su tiempo y esfuerzo a componer, dirigir, enseñar y viajar, especialmente a Weimar, Roma y Budapest. En julio de 1865, recibió las cuatro órdenes menores católicas, vivió en el Vaticano por un tiempo y entabló amistad con el Papa Pío IX. Hacia el final de su vida, Liszt sufrió de hidropesía, fiebres y cataratas. Murió, probablemente de un fallo cardíaco, a los 74 años.

Durante las más de cuatro décadas en las que se dedicó a la enseñanza, Franz Liszt tuvo cientos de alumnos. Su línea genealógica proviene directamente de Beethoven a través de su alumno Carl Czerny, quien instruyó al joven prodigio húngaro a través de una sólida disciplina. Liszt ha tenido un impacto considerable en pianistas de todo el mundo, repercutiendo en diversas escuelas pianísticas como la húngara, española, portuguesa, rusa, francesa, alemana o americana. Las ramificaciones de las enseñanzas lisztianas son universales y llegan hasta nuestros días con una vigencia técnica y artística plena. A continuación, destacamos algunos de sus múltiples alumnos, aportando algunos datos biográficos de interés.

Con los compendios pedagógicos Curso completo de piano y Gimnasia diaria del pianista, Pedro Tintorer y Segarra (Palma de Mallorca, 1814-Barcelona, 1891) se convirtió en catalizador del pianismo moderno en España, y fue un maestro crucial en el establecimiento de la escuela catalana a través de Claudio Martínez Imbert y Juan Bautista Pujol.

Intérprete del estreno del Primer Concierto de Chaikovski en Boston (1875) y primer pianista en la historia en interpretar en un único ciclo las sonatas completas de Beethoven, Hans Guido Freiherr von Bülow (Dresde, 1830-El Cairo, 1894) fue uno de los herederos pianísticos más destacados de Liszt, con cuya hija Cósima se casó hasta que ella le abandonó por el compositor Richard Wagner. José Vianna da Motta, fundador de la escuela portuguesa, Karl Heinrich Barth, maestro de Kempff y Rubinstein, y Frederick Lamond, figuran entre los alumnos más relevantes de Bülow.

Fundador del Liszt-Verein de Leipzig en 1885 y destacado exponente de la música de Liszt, el alemán Martin Krause (Lobstädt, 1853-Plattling, 1918) ofreció conciertos hasta que sufrió un problema nervioso. Ocupa un lugar primordial en la historia del piano por haber sido maestro de eximios pianistas como Claudio Arrau, Rosita Renard o Edwin Fischer.

Uno de los más fervientes defensores de la música de Liszt fue Arthur Friedheim (San Petersburgo, 1859-Nueva York, 1932) quien, durante los últimos ocho años de vida del compositor húngaro, ejerció como su secretario personal además de vivir en la misma residencia de Weimar y Roma con su profesor. Las memorias de Friedheim sobre su experiencia al lado del maestro fueron recopiladas y editadas por Theodore Bullock, y publicadas en 1961 como Life and Liszt.

Profesor del Conservatorio de Viena, Emil von Sauer (Hamburgo, 1862-Viena, 1942) fue también alumno de Nikolai Rubinstein y Ludwig Deppe. Realizó varias grabaciones, incluyendo los dos conciertos para piano de Liszt, y publicó numerosas ediciones para Peters, así como su autobiografía Meine Welt. Su segunda mujer fue la pianista mejicana Angélica Morales. Entre sus alumnos destacan Stefan Askenase, Robert Goldsand y Elly Ney.

El pianista y compositor alemán Conrad Ansorge (Buchwald, 1862-Berlín, 1930) fue uno de los últimos discípulos de Liszt en Weimar durante los años 1885 y 1886. Fue uno de los pianistas más intelectuales de su generación e intérprete destacado de Beethoven, del que grabó la Sonata opus 27 núm. 2 y la Sonata opus 13 para Vox durante los años 20. Entre sus obras como compositor, se encuentran un concierto para piano y tres sonatas. Algunos de sus alumnos fueron Luis Costa, Eduard Erdmann y Selim Palmgren.

Entre los alumnos favoritos de Liszt hacia el final de su vida estaba el también alemán Bernhard Stavenhagen (Greiz, 1862-Ginebra, 1914), quien debutó en Londres interpretando el Concierto para piano núm. 1 de Liszt, con el compositor entre el público. Stavenhagen cosechó un gran éxito como concertista en Europa, Rusia y América del Norte. Realizó algunas grabaciones en rollos y, entre sus obras como compositor, destaca el Concierto en Si menor opus 4. Stavenhagen fue maestro de Edouard Risler, Luis Costa y Ernest Hutcheson, y enseñó en el Conservatorio de Ginebra.

El pianista y compositor húngaro István Thomán (Homonna, 1862-Budapest, 1940) desempeñó un papel crucial en perpetuar la influencia de Liszt en Hungría. Thomán dedicó gran parte de su tiempo a la pedagogía y publicó, entre otros, seis volúmenes de estudios técnicos. Béla Bartók y Arnold Székely fueron algunos de sus eminentes alumnos.

Medalla de oro en el Conservatorio de Moscú, Alexander Siloti (Kharkiv, 1863-Nueva York, 1945) fue, además de pianista y profesor, director de la Orquesta Filarmónica de Moscú, intendente del Teatro Mariinski y director de los Conciertos Siloti de San Petersburgo, en los que introdujo a músicos como Pau Casals, Josef Hofmann y Wanda Landowska. Publicó alrededor de 200 arreglos y transcripciones para piano, realizó grabaciones de rollos, y escribió un libro con reminiscencias de Liszt en 1911. Tuvo entre sus ilustres discípulos a su primo Serguéi Rajmáninov, Alexander Goldenweiser, Konstantin Igumnov y Leonid Maksimov.

La lista de célebres alumnos de Franz Liszt es interminable y está fuera del alcance de este artículo. Sin embargo, a través del árbol genealógico de la tradición pianística lisztiana, podemos visualizar las innumerables y trascendentes conexiones que surgen de la mano del genial pianista húngaro y que lo convierten, junto con Theodore Leschetizky, en uno de los más significativos pedagogos del siglo XIX y de todos los tiempos.

Nota: de los pianistas mencionados en este artículo se publicarán específicas tradiciones pianísticas de: