El oratorio ‘La Pasión’ de Valentín María de Zubiaurre volverá a sonar en Garai, Bilbao, Madrid y Roma, tras su recuperación por la Sociedad Coral de Bilbao
Valentín María de Zubiaurre (1837 – 1914), nacido en la localidad vizcaína de Garai, fue maestro de la Real Capilla de Madrid durante casi cuarenta años. También fue primer pensionado de la Academia de España en Roma, que este año celebra su 150 aniversario. Hoy en día, es una de las figuras olvidadas de la música del siglo XIX.
La recuperación de sus obras, principalmente de ámbito religioso, es uno de los puntos de interés de la Sociedad Coral de Bilbao. La institución ha rescatado de Eresbil (Archivo de la Música Vasca), grabado y editado su oratorio La Pasión, compuesto en contrapartida por la beca que le ofreció la Academia de España en Roma en 1874.
Sobre el oratorio La Pasión
Tras una exhaustiva investigación recogida en su tesis doctoral, la musicóloga Otilia Fidalgo afirma que, pese a que Zubiaurre no completó la beca, los meses de dedicación en la Academia dejaron este oratorio que nunca se llegó a estrenar. Después de siglo y medio, la obra verá la luz de la mano de la Sociedad Coral de Bilbao.
El compositor trabajó en él habiendo iniciado el viaje por Europa que se le exigía como parte de la formación. Se dedicó a su composición durante su estancia en Milán, donde firmó la versión para piano – órgano y el borrador de la partitura. A finales de ese año se trasladó a París y fue en esta ciudad donde finalizó la obra.
En palabras de la Doctora Fidalgo, en esta obra la personalidad del compositor aflora desde la propia selección del idioma. La opción del latín para el texto del libreto llamativa, teniendo en cuenta que gran parte de los referentes europeos en este siglo se hallan escritos en lengua vernácula. Este hecho revela una decisión con criterio propio, pues posee obras religiosas escritas en español y en euskera.
La influencia de Hilarión Eslava y la lírica
Buena parte del modus operandi de esta obra proviene de la formación recibida en el Conservatorio de Madrid, de la mano de Hilarión Eslava. Su influencia dejó una huella que impregna todo su corpus religioso. Esta herencia se visualiza, sobre todo, en el protagonismo de los textos frente a una instrumentación que opera a su servicio.
Aunque esta línea compositiva se mantuvo sin variaciones a lo largo de su vida, no debemos obviar el profundo equilibrio que desprende su música. No cabe duda de que su bagaje dentro del género lírico le proporcionó las herramientas necesarias para hacerle un gran conocedor de diferentes estilos: italiano, alemán y francés.
La vuelta de la música de Zubiaurre
Esta música tan enriquecedora volverá a sonar en escenarios tan significativos para el compositor como son su pueblo natal Garai, Bilbao, Madrid y Roma, en lo que será todo un homenaje a Zubiaurre. Como subraya Fidalgo, Bilbao le abrió las puertas al mundo de la música, Roma le proporcionó la nueva visión de Europa y Madrid consolidó su profesión como maestro de la Real Capilla.
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