Alexandre Da Costa y Javier Perianes estarán en Sevilla
Nada mejor que abrir el año con la buena energía de un Concierto de Año Nuevo como el que ha organizado la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla el día 4 en el Teatro de la Maestranza. Con la participación del virtuoso violinista Alexandre Da Costa y la dirección de Pedro Halffter, la capital hispalense se teñirá de valses, polcas, oberturas y marchas, así como de la fabulosa Sinfonía española de Édouard Lalo.
Entre los días 9 y 12, la ROSS estará en el foso del Teatro para poner música al sublime ballet Giselle de Adolphe Adam, que contará con la compañía de Ballet Nacional de Letonia y la dirección musical de Farhads Stade.
Y de este modo, los días 16 y 17 llegamos al sexto programa de abono de esta temporada, que tendrá el lujo de contar con el genial pianista Javier Perianes, artista en residencia de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y del Teatro de la Maestranza para la presente temporada, y la dirección de Ari Rasilainen
El solista tocará el Concierto para piano y orquesta núm. 1 de Chopin. Este concierto fue estrenado el 11 de octubre de 1830, en el Teatro Nacional de Varsovia, con el compositor como solista durante uno de los conciertos de «despedida», antes de que Chopin abandonara Polonia. Está dedicado al pianista Friedrich Kalkbrenner y fue el primero de sus dos conciertos para piano en ser publicado, y por lo tanto se lo denominó Concierto para piano núm. 1 en el momento de su publicación, aun cuando en realidad fue compuesto inmediatamente tras el que después sería publicado como Concierto para piano núm. 2.
Tradicionalmente la crítica se ha mostrado dividida respeto a esta obra. Para unos, Chopin era fundamentalmente un compositor para piano y por lo tanto consideran que en este caso el acompañamiento orquestal no es más que un vehículo para el solista; así, las partes exclusivamente orquestales carecen de interés. Otros son de la opinión de que el acompañamiento orquestal está deliberadamente y cuidadosamente escrito para envolver el sonido del piano, y que la simplicidad de la orquestación es una elección consciente para buscar el contraste con la complejidad de la armonía.
Completará la cita la Sinfonía núm. 5 de Sibelius.