Un arreglo de Pedro Halftter a partir de la ópera de Wagner
La Orquesta Sinfónica de Castilla y León tiene tres citas con su público en este febrero. Para comenzar, los días 7 y 8, su titular, Andrew Gourlay, se pondrá al frente de la formación para abordar el estreno mundial de una obra del compositor sueco Anders Hillborg, comisionada por la OSCyL, Real Filarmónica de Estocolmo, Sinfónica de la BBC, Orquesta de Minesota y Filarmónica de Helsinki. Completarán el programa King Tide, del mismo autor, y la Sinfonía núm. 5 de Sibelius.
Los días 14 y 15 la Orquesta se vestirá de gala para recibir otro estreno absoluto: la adaptación de Pedro Halffter de la ópera de Richard Wagner Tannhäuser. Se trata de un poema sinfónico en tres movimientos para coro y gran orquesta. Halffter, director proveniente de una de las más insignes y conocidas familias de músicos del siglo XX, propone su particular viaje sinfónico por una de las óperas más melódicamente ricas del autor alemán. Tannhäuser, efectivamente, tiene momentos realmente espléndidos, y un continuo orquestal que hace hincapié en esa exuberante música puede entusiasmar a todo el público, y en especial a los muchos aficionados a Wagner que frecuentan el Centro Cultural Miguel Delibes.
Asimismo, el día 21 tendrá lugar un concierto extraordinario, homenaje a Jesús López Cobos. Andrés Salado se sube el podio de la OSCyL para ofrecer un repertorio a medio camino entre la música clásica y el jazz: Rhapsody in blue de Gershwin, la suite de West Side Story de Bernstein y el Concierto para piano núm. 1 de Michel Camilo, para el que contarán con el propio autor para su interpretación. La utilización de los elementos «clásicos» en estas obras nos muestra una interesante evolución cronológica. Aunque lo realmente fundamental de este homenaje a Jesús López Cobos, buen amigo de Camilo y de este tipo de repertorio, es que cualquier implicación converge en el más absoluto gozo.
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