Sibelius, Ravel, Bartok, Turina y Prokofiev protagonizan el mes de enero
El 18 de enero empieza el nuevo año para la ORTVE que, con la dirección de Carlos Kalmar, lleva al Teatro Monumental las Cuatro piezas para orquesta de Halffter y el ballet Daphnis et Chloé de Ravel. Descrito por el propio Ravel como una “sinfonía coreográfica”, Daphnis et Chloé es la obra más larga de Ravel. La música, una de las más apasionadas del compositor, ampliamente considerada como una de sus mejores, con armonías extraordinariamente exuberantes típicas del impresionismo musical.
La siguiente semana será el turno de Adrian Leaper, que estará en Madrid los días 24 y 25 para afrontar un programa dedicado a Sibelius. Podremos escuchar Lemminkäinen y las doncellas de Saari, el maravilloso Concierto para violín y orquesta en re menor, op. 47, que contará con Francisco García Fullana como solista, y la Sinfonía núm. 3 en Do Mayor, op. 52.
Considerado un excepcional artista en Finlandia, Sibelius desempeñó una función determinante entre finales del siglo XIX y principios del XX en la creación de un estilo musical propio dentro del género.
Sobre el valor de su obra, hay posiciones muy encontradas: mientras el crítico y teórico alemán Theodor Adorno le considera un compositor amateur y anticuado, el compositor húngaro Béla Bartok lo sitúa entre los grandes autores de su época.
El 31 de enero y el 1 de febrero será el turno de la batuta de Aziz Shokhakimov, que dirigirá un variado programa formado por obras de Prokofiev, Turina, Bartok y Beethoven.