El próximo 2 de junio, el Teatro Real estrenará su propia producción de ‘Las conveniencias e inconveniencias teatrales’ de Donizetti, en colaboración con la Opéra National de Lyon y el Grand Théâtre de Ginebra.
Entre el 2 y el 13 de junio, el Teatro Real ofrecerá 11 funciones de la ópera Las conveniencias e inconveniencias teatrales de Gaetano Donizetti. Será una nueva producción del Teatro Real, en coproducción con la Opéra National de Lyon y el Grand Théâtre de Ginebra. Allí ya fue presentada con gran éxito.
Las conveniencias e inconveniencias teatrales
Esta ópera se estrenó en Nápoles en 1827, perteneciente al primer período de la prolífica carrera de Gaetano Donizetti. A continuación, fue olvidada durante mucho tiempo y redescubierta en los años 60. Desde entonces, no ha parado de cultivar a la audiencia.
Su título es tan serio como poco atractivo. En nada sugiere la trama burlesca y crítica del libreto, la ironía del texto y la habilidad para burlarse de los cánones de la ópera seria y de la ópera buffa. Todo ello está entrelazado magistralmente para caricaturizar musicalmente los personajes y situaciones, con chispa, agudeza y gran economía de medios.
El título que posteriormente le acuñó el director de cine Helmut Käuter fue Viva la Mamma. Desde entonces se ha reutilizado con éxito, pues remite inmediatamente al eje de la trama jocosa de la ópera.
El argumento y el género cómico
En ella, el personaje más histriónico es una matriarca –interpretada por un barítono– que no se conforma con que su hija cantante sea la seconda donna de la ópera. Y mientras lucha, con todas sus malas artes, para otorgarle el protagonismo de una prima donna, aspira ella misma a tenerlo, a cualquier precio, peleándose por la interpretación de un papel a su medida.
Las conveniencias e inconveniencias teatrales es, pues, una crítica a los excesos y tiranía de los divos, sus mezquindades, envidias y luchas de poder. Es una parodia sobre las jerarquías en el seno de las producciones operísticas. En ella, los creadores –compositor y libretista– están subordinados a los caprichos de los cantantes, disposiciones de los empresarios y arbitrariedades del público.
En el género cómico, la ópera que se mira al espejo y se ríe de su propio mundo. Eso mismo pasaría posteriormente con los musicales y en un ingente número de películas de Hollywood. Allí se han contado los sueños, desengaños, ambiciones y espejismos del mundo del celuloide y del papel cuché.
Los protagonistas
Evelino Pidò estará al frente, nuevamente, del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real. Además, tres de las 11 funciones estarán dirigidas por José Miguel Pérez Sierra, director musical, recientemente, de Don Fernando el Emplazado.
Por su parte, un doble reparto dará vida a los grotescos personajes de Donizetti. En él destacan Carlos Álvarez y Luis Cansino, Nino Machaidze y Sabina Puértolas, Xabier Anduaga y Alejandro del Cerro, Borja Quiza y Gabriel Bermúdez, Sylvia Schwartz y Francesca Sassu, secundados por Pietro di Bianco, Enric Martínez-Castignani, Piotr Micinski y Luis López Navarro.
La producción
Es ese universo centelleante de Broadway y de la fiebre modernizadora de los 50 que sirve de inspiración a la producción creada por Laurent Pelly. La directora reafirmará su genio e ingenio en el tratamiento de la comedia y en la dirección de actores. Pelly también firma el vestuario, con escenografía de Chantal Thomas e iluminación de Joël Adam.
Concebida como un flash-back, la trama se desarrolla en un parking construido en un espacio que antes había ocupado un teatro de provincias. Por ese lugar para siempre mágico desfilan los arrebatadores y excesivos personajes que antes brillaron en su escenario. Ahora son espectros henchidos de ternura y poesía con la pátina del tiempo.
Así, este universo cuenta con claras reminiscencias del teatro de variedades y del célebre musical Follies, de Stephen Sondheim. Disfraza la autocrítica de diversión, la burla, de reflexión, siempre con una pizca de melancolía en la evocación de un pasado de luces y purpurina.
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