La Orquesta Nacional de España (ONE) ofrecerá conciertos en L’Auditori de Barcelona y la Orquesta Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) visitará el Auditorio Nacional de Música
Este fin de semana, la Orquesta Nacional de España (ONE) y la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) volverán a colaborar. Realizarán un intercambio en el que la ONE visitará L’Auditori de Barcelona y la OBC hará lo propio en el Auditorio Nacional. Los conciertos tendrán lugar en ambas ciudades el viernes 28, sábado 29 y domingo 30.
La OBC en Madrid
En el marco del Ciclo Sinfónico 6 de la OCNE, la OBC interpretará las danzas del ballet Don Quixote de Robert Gerhard, el Concierto para violonchelo y orquesta núm. 1 de Shostakóvich y la Sinfonía núm. 4 ‘Inextinguible’ de Nielsen. El maestro Juanjo Mena subirá al podio y Narek Hakhmazaryan será el solista al violonchelo.
Las dos primeras obras de este programa están unidas por sus respectivas referencias al folclore como expresión de disidencia. Gerhard compuso su ballet Don Quixote en el inicio de su exilio británico, tras el triunfo franquista en la Guerra Civil. Por su parte, Shostakóvich incorporó sarcásticamente fragmentos Sulikó, la canción favorita de Stalin, en su Concierto para violonchelo núm. 1.
La ONE en Barcelona
Bajo la dirección de su titular, David Afkham, la Orquesta Nacional de España (ONE) contará con el pianista coreano Seong-Jin Cho como solista invitado. Junto a él, hará sonar el Concierto para piano núm. 3 de Beethoven y la Sinfonía núm. 12 ‘El año 1917’ de Shostakóvich. Los conciertos se celebrarán en la Sala 1 Pau Casals de L’Auditori.
El Concierto para piano núm. 3 de Beethoven culminó su primera etapa creativa. Se trata de una obra muy personal para el compositor, ya que anticipó el camino que siguió su producción. Su vigoroso inicio, de gran virtuosismo, seguido de un pasaje de íntima belleza constituye una extravagancia para los oídos vieneses de principios del XIX. Este hecho es esencial para entender lo que después comenzaría a ocurrir.
Por su parte, la Sinfonía núm. 12 de Shostakóvich es de marcado carácter programático. Es prácticamente un comentario sinfónico del derrocamiento del régimen zarista, dibujando escenas concretas de la Revolución rusa a través de la orquesta. La claridad de sus referencias la convierten en un gran testimonio del legado musical soviético.
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