Si en el artículo anterior tratábamos las habilidades indispensables que debe tener un musicoterapeuta, ahora ha llegado el momento de explicar cómo y dónde adquirirlas. Así, las siguientes líneas repasarán los puntos a tener en cuenta a la hora de buscar dónde y cómo formarse como musicoterapeuta.
Por Marina E. Junquera
Titulación: másteres y posgrados
En España, la titulación necesaria para ejercer como musicoterapeuta se obtiene a través de un título de posgrado o máster, que puede ser oficial o propio. Para acceder a estas modalidades de estudio es necesario haber obtenido anteriormente un Título de Grado y, a su vez, algunas instituciones recomiendan que este pertenezca a las áreas de Psicología, Pedagogía, Psicopedagogía, Logopedia o relacionados. Asimismo, muchas universidades piden tener formación musical —generalmente un Título de Grado Profesional en Música— o pasar una prueba de nivel.
La importancia de las prácticas
La musicoterapia es una disciplina que requiere de unos conocimientos teóricos bien fundamentados. Sin embargo, también es necesaria una formación práctica de calidad, basada principalmente en la observación y el análisis, pero también en la acción —supervisada por un profesional—. Por ello, a la hora de buscar másteres o posgrados en el ámbito, es importante analizar el tipo de prácticas que ofrece cada institución. Sin duda, la presencialidad en las prácticas es la mejor de las opciones: la cercanía a los musicoterapeutas de los que se aprende, el trato directo y bidireccional con los pacientes, la posibilidad de intervenir y participar en primera persona y un largo etcétera de detalles, grandes y pequeños.
Cursos de formación y especialización
Además de cursar dichos estudios, es conveniente realizar otras formaciones más especializadas en diferentes ámbitos, durante y después de la titulación. Nos referimos a cursos e intensivos de modelos específicos de musicoterapia, como la escuela Nordoff-Robbins o el método GiM, así como formaciones pedagógicas estrechamente ligadas a la musicoterapia —sobre todo en el ámbito educativo y social—, como son las escuelas de Orff y Gordon. A ello debe sumarse el repaso a los artículos de investigación publicados en revistas de impacto, y la lectura de los manuales más recientes en el uso y manejo de técnicas de intervención, estudios de caso o protocolos de observación y análisis, entre otros. Un musicoterapeuta tampoco debe dejar de lado sus habilidades musicales, manteniéndose al tanto de los nuevos medios audiovisuales y tecnológicos, así como de las formas de creación musical. Entre ellas, destaca la improvisación, herramienta principal en algunos de los métodos más importantes de nuestra disciplina, y cuyas destrezas solo se adquieren y mantienen practicando.
Formación y preparación personal
Finalmente, cabe destacar el proceso de formación y desarrollo personal por el que debe pasar un musicoterapeuta. Además de adquirir los mencionados conocimientos teóricos y prácticos, debe prepararse a nivel psicológico y físico. El primero de estos ámbitos conlleva un proceso de terapia personal en el que se reconozcan las fortalezas y se trabaje sobre las debilidades de uno mismo, entre otras líneas de acción, tales como conflictos emocionales, situaciones familiares, inseguridades, miedos, gestión de la frustración, manejo de la sombra, etc. El segundo, requerirá respetar unos hábitos básicos, como llevar una alimentación saludable y equilibrada, beber alcohol y fumar moderadamente —o no hacerlo— y hacer deporte con cierta regularidad; cuidados que nos permiten estar en sintonía con aquello que tratamos de promover en los pacientes. El proceso para alcanzar el estado de salud óptimo —físico y psicológico— nunca termina, ya que, como mencionábamos en el artículo anterior, un terapeuta debe mantenerse en la mejor de las predisposiciones para sus pacientes. Habiendo ya tomado conciencia de este proceso, parece un punto demasiado evidente, sin embargo, su importancia es tal que siempre conviene recordarlo.
Ramon Moya dice
Buenas noches , muy apropiado e importante este curso , en realidad me gustaria .