La Ópera de Lausanne (Suiza) acogió varias funciones de la obra de Amadeo Vives del 26 de enero al 2 de febrero.
Doña Francisquita, la obra compuesta por Amadeo Vives, considerada como una de las partituras más brillantes de nuestro patrimonio musical, con libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw inspirado en La discreta enamorada de Lope de Vega y adaptado en esta ocasión por Lluís Pasqual, ha causado auténtica sensación en los últimos días en la ciudad suiza de Lausanne.
El montaje del Teatro de la Zarzuela en coproducción con el Gran Teatre del Liceu y la Ópera de Lausanne es el mismo que se estrenó en Madrid en mayo, y en octubre en Barcelona.
La presentación de Doña Francisquita en Lausanne, cuyo teatro de ópera cumple 149 años y hoy está considerado como uno de los más relevantes del país, llegó incluso a la portada de Le Temps, uno de los cuatro periódicos suizos más influyentes, con una gran fotografía a cuatro columnas y una extensa crónica interior firmada por Virginie Nussbaum, quien describe el espectáculo como ‘una versión juiciosamente revisada a la luz de la historia del país’.
A estos elogios se une el veterano rotativo de Lausanne 24 Heures, uno de los diarios de mayor tirada de la prensa suiza francófona, en el que Adrien Kuenzy escribe que esta Doña Francisquita ‘cruza el tiempo y el espacio’, y tras recordar que sorprendentemente es la primera vez que la obra pudo disfrutarse en Suiza, afirma que la zarzuela de Vives dirigida por Pasqual ‘deslumbra con sus metamorfosis. Tiene algo épico’.
Con dirección de escena del propio Lluís Pasqual, en las cuatro funciones programadas (del 26 de enero al 2 de febrero) la dirección musical corrió a cargo de Roberto Forés Veses, que ocupa el foso al frente de la Orchestre de Chambre de Lausanne.
Los papeles principales fueron interpretados por Leonor Bonilla (Doña Francisquita), Ismael Jordi (Fernando), Pablo García López (Cardona), Florencia Machado (Aurora), Milagros Martín (Doña Francisca), Miguel Sola (Don Matías), Mohamed Haidar (Lorenzo Pérez) y Carlos Henríquez (Productor/Director).
Junto a ellos, el Coro de la Ópera de Lausanne dirigido por Jordi Blanch Tordera. La escenografía y vestuario corrieron a cargo de Alejandro Andújar, la iluminación de Pascal Mérat, la coreografía de Nuria Castejón y el diseño audiovisual de Celeste Carrasco.
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