Entre el 27 de enero y el 12 de febrero, el Teatro de la Zarzuela ofrecerá trece funciones de ‘La Dolores’ de Tomás Bretón, que se estrenó en el mismo escenario en 1895
La Dolores de Tomás Bretón será la próxima obra que el Teatro de la Zarzuela subirá a su escenario, tras sus últimas representaciones en 1937, en plena Guerra Civil. Asimismo, hace casi dos décadas que se vio por última vez en público. Ahora, volverá al escenario que vio su estreno en 1895, conmemorando el centenario del fallecimiento de su compositor.
Con La Dolores, Bretón consiguió uno de sus grandes sueños: componer una ópera puramente española. Llegará al coliseo madrileño, de la mano de un excelente equipo artístico y elenco de voces. Dirigida por Guillermo García Calvo en lo musical y Amelia Ochandiano en lo escénico, las funciones serán entre el 27 de enero y el 12 de febrero.
Elenco artístico y vocal
En el foso, la Orquesta de la Comunidad de Madrid (ORCAM) -titular del teatro- dará la vida a una intensa partitura acorde con el dramatismo de su libreto. Otros grandes nombres del equipo artístico serán Ricardo Sánchez Cuerda (escenografía), Jesús Ruiz (vestuario), Juan Gómez Cornejo (iluminación) y Miguel Ángel Berna (coreografía).
Dos repartos cantarán La Dolores, tan genial como compleja. Estarán integrados por Saioa Hernández, Carmen Solís, Jorge de León, Javier Palacios, José Antonio López, Ángel Ódena, María Luisa Corbacho, Milagros Martín, Rubén Amoretti, Ihor Voievodin, Javier Tomé, Santiago Vidal, Gerardo Bullón o Juan Noval Moro.
El gran ejemplo de la lírica española
La Dolores es, sin duda, el gran ejemplo de la lírica española. Estrenada hace más de 125 años, el camino del éxito de una ópera como esta fue lento, pero seguro. Primero conquistó al público en Madrid y luego triunfó en el Tívoli de Barcelona. Solo un año antes, Bretón se había hecho famoso por su sainete lírico La verbena de la Paloma.
Guillermo García Calvo, director musical, señala que La Dolores ‘es posiblemente la ópera romántica española más importante. Sin duda alguna, a la altura de las mejores óperas europeas de finales del siglo XIX’. Además de la famosísima Jota, Bretón compone un impresionante mural de personajes y emociones.
Deja una respuesta