Los próximos 5 y 6 de octubre la Bilbao Sinfonikoa Orkestra interpretará obras de Ligeti, Runestad y Holst
La Bilbao Sinfonikoa Orkestra (BOS) realizará dos conciertos los días 5 y 6 de octubre en el Palacio Euskalduna en los que presentará un programa centrado en las obras de Ligeti, Runestad y Holst.
Bajo la dirección de Nacho de Paz la formación interpretará por primera vez la obra Lontano, de Ligeti, coincidiendo con el aniversario del nacimiento del compositor.
Asimismo, sonará Earth symphony de Runestad, estreno en Europa. Con la colaboración del coro San Juan Bautista, dirigido por Basilio Astulez, la obra Los planetas, de Holst, completará el programa.
Sobre las obras
La idea de la ‘música de las esferas’, defendida por Pitágoras, y la creencia en la armonía matemática de los cuerpos celestes, ha influido en la música a lo largo de la historia. Así, estas ideas se plasmaron en la obra del compositor húngaro György Ligeti. Su capacidad para estimular la imaginación del oyente se demuestra en Lontano, que juega con la textura sonora y la interacción de instrumentos para crear una experiencia envolvente.
La Sinfonía de la Tierra de Jake Runestad es una composición que trata temas relacionados con el impacto ambiental y la responsabilidad humana. Si Ligeti enfatizaba la sensación de distancia, Runestad vuelve a traernos a nuestro planeta. La composición responde a un encargo de la agrupación coral e instrumental True Concord. Para la concepción del libreto, el compositor contó con la colaboración de Todd Boss, poeta y artista multifacético y uno de sus principales y más asiduos colaboradores.
Los Planetas, de Gustav Holst, es una pieza inspirada en los cuerpos celestes que representa los planetas del sistema solar a través de la música. El interés del compositor por la literatura y el pensamiento hindúes y, sobre todo, sus estudios de astrología crearon en él un poso que cristalizó en una dimensión más exótica en sus piezas posteriores y que tuvo como colofón la que se presentará en el concierto. Los planetas fue estrenada por la Orquesta Sinfónica de Londres en 1918 y está concebida para lucimiento orquestal, en todas y cada una de las caracterizaciones de sus siete movimientos.
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