El cuarteto de saxofones Kebyart Ensemble, reconocido como una de las formaciones de música de cámara con más proyección internacional del panorama actual, celebra su quinto aniversario presentando Lectures Différentes, un proyecto musical que engloba un nuevo programa de conciertos, su segundo disco y el videoclip Schubertiade.
Por Ana Rodríguez Colmenarejo
Estáis celebrando el quinto aniversario de Kebyart Ensemble, ¿cómo ha sido el camino hasta llegar a donde estáis ahora?
PERE: Han sido cinco años muy intensos, desde que nos formamos ensayamos todos los días, excepto algunos fines de semana, y durante este tiempo hemos ido evolucionando a nivel personal y musical. Ahora trabajamos con objetivos más concretos, sin embargo, antes era todo más rápido e improvisado.
VÍCTOR: Yo creo que el proceso ha ido desde el nivel académico hacia la profesionalización del ensemble. Al principio nos dejábamos ayudar más por nuestros profesores o tutores y, poco a poco, vamos tomando más iniciativa debido a la experiencia de estos cinco años.
¿Cómo nació la formación Kebyart Ensemble y cómo os conocisteis?
DANIEL: Nos conocimos, aunque algunos de nosotros ya teníamos vínculos anteriores, en la Escola Superior de Música de Cataluña (ESMUC). Allí, con el objetivo de llevar la materia de música de cámara más allá, decidimos formar el cuarteto y marcarnos unos primeros objetivos para compartir nuestra música fuera de la sala de ensayo.
Me parece que habéis elegido un nombre muy bonito y me gustaría que lo explicarais un poco.
PERE: El nombre proviene literalmente de ‘el arte de Kebyar’. El gong kebyar es un tipo de gamelán de la isla de Bali cuya música se caracteriza por sus contrastes de sonoridades, dinámicas, timbres y de colores, y esto es lo que nosotros queremos transmitir con nuestras interpretaciones. Este gamelán es la suma de muchos instrumentos tocados colectivamente. Puede haber hasta veinte personas tocando cada uno un instrumento, pero al final lo que se considera es el gamelán en su conjunto. Es también la idea de unidad del cuarteto: somos cuatro voces muy personales, y cada uno tenemos nuestra función, pero al final lo importante es la unión entre nosotros cuatro.
ROBERT: Hay muchos tipos de gamelán, pero este en concreto, el gong kebyar, requiere de muchas horas de práctica colectiva. Nosotros queremos mostrar que Kebyart no son encuentros esporádicos para hacer conciertos, sino que es fruto de ensayos diarios y trabajo realmente muy exhaustivo.
Los balineses cuando escuchan este tipo de instrumento entran en una especie de éxtasis, y a nosotros nos gusta que cuando el público viene a nuestros conciertos no quede indiferente, que realmente le hayamos provocado distintas emociones.
Sois muy originales y tenéis mucha química cuando estáis interpretando, algo que se refleja directamente en un sonido empastado y muy definido. ¿Qué buscáis al tocar en directo? ¿Y qué sentís al estar en un escenario?
ROBERT: El hecho diferencial de tocar en un escenario frente al disco es que en el escenario hay más riesgo, somos cuatro personas diferentes, y cada uno con su voz cumple una función muy concreta. Intentamos dejar abierta la interacción entre las voces para que finalmente surja la magia de la música cuando tocamos en directo los cuatro. Al principio buscábamos un discurso muy estipulado, detallando todo lo que queríamos hacer en cada compás; ahora nos hemos dado cuenta de que en los conciertos queremos una experiencia más viva y espontánea.
DANIEL: Para mí personalmente esta sensación no se puede recrear en ningún momento, no puedes conseguirla en ningún ensayo. Es una especie de vértigo y, cuando empieza el sonido, cualquier gesto, o cualquier pequeña cosa que pasa, tiene que hacerte reaccionar. Es una situación muy agradable que saca lo mejor de ti y que te hace estar realmente al cien por cien, no puedes permitirte estar pensando en otras cosas. En el día a día que vivimos es muy difícil encontrar este tipo de experiencias.
En cuanto al repertorio que estáis interpretando actualmente, ¿qué podemos escuchar en vuestros conciertos?
PERE: El repertorio de los conciertos se construye a partir de Lectures Différentes de Peter Eötvös, un compositor y director muy activo a nivel internacional. En concreto este cuarteto, que escribió hace cinco años, quiere reflejar la idea de que con un mismo material se puede llegar a dos mensajes muy distintos, pues el compositor construye dos escenas muy diferentes partiendo de las mismas notas. Esa es la idea que queremos que englobe este programa y nuestro próximo disco y, por tanto, el repertorio consiste en obras que, de una manera u otra, buscan una conexión con un material previo. Es el caso del cuarteto de David Maslanka, Recitation Book, una obra original para cuarteto de saxofones donde el compositor coge corales de Bach, madrigales de Gesualdo y canto gregoriano bajo su nueva óptica y perspectiva contemporánea.
DANIEL: Sí, al final el repertorio que estamos interpretando ahora mismo es el reflejo de nuestra personalidad, nos sentimos identificados con esta variedad de repertorio, queremos huir de los clichés y creemos que el cuarteto de saxofones es una formación flexible que nos permite ser un altavoz de muchas músicas.
Me ha llamado mucho la atención Schubertiade, un proyecto que estáis anunciando mucho en vuestras redes sociales.
VÍCTOR: Queríamos hacer algo nuevo que, obviamente, se pudiera relacionar con el disco, algo que en el mundo de la clásica no es muy habitual, y pensamos que grabar un videoclip sería lo adecuado. Al final Schubertiade también podría ser visto como un cortometraje. Ha sido una experiencia muy importante para nosotros, casi como grabar una película. Aprovechando que el año pasado estábamos tocando un cuarteto de Schubert, queríamos dejar grabado el cuarteto en el disco y vimos que el tercer movimiento era idóneo para hacer este cortometraje.
DANIEL: Hemos hecho una creación fuera de lo convencional, incluyendo una trama dentro de un videoclip de música clásica, mucho más parecido a lo que se hace con la música moderna. Las schubertíadas eran reuniones musicales que organizaba Schubert para compartir la música con la gente de su entorno. Sin embargo, en el argumento aparecen elementos de un siglo que no es el que toca. Aun estando basado en una schubertíada, tocamos un instrumento que no existía en aquel momento, el saxofón. A partir de ahí van apareciendo más elementos que muestran que no estamos en ese siglo y que se van contraponiendo a medida que avanza la trama.
ROBERT: Nosotros como grupo de música de cámara que vivimos en el siglo XXI queremos llevar a Schubert a nuestros días. Con esta contraposición de los elementos del siglo XXI, del saxofón que es del XIX y de la música de Schubert que es de 1813, queremos crear este juego.
PERE: Hemos grabado un adagio, que al final no es lo más comercial. Si buscáramos un vídeo más cercano a la audiencia podríamos haber elegido algo mucho más virtuosístico en términos técnicos, pero hemos querido dar un respiro a nuestra audiencia. En este mundo donde todo va tan rápido, todo es tan veloz, proponemos un vídeo donde la música es muy contemplativa, acompañada de imágenes a cámara lenta, que invitan a parar un poco y reflexionar sobre la transformación del ritmo de vida contemporáneo.
Hay compositores que se han fijado en vosotros y quieren componer para Kebyart Ensemble. ¿Os han compuesto ya alguna obra?
PERE: Nuestro repertorio se articula en tres direcciones. En primer lugar, las transcripciones; por otra parte, la reivindicación del repertorio original; y, por último, estamos muy interesados en dar voz también a los nuevos compositores y de esta forma ensanchar el repertorio y la literatura camerística para cuarteto de saxofones.
Con este compromiso hemos ya estrenado cuatro obras. El primer cuarteto de Joan Magrané, Estris de llum (2017), estrenada en el Palau de la Música Catalana; Parhelia (2018) de José Río-Pareja, estrenada en la sala de cámara del Auditori de Barcelona; Brain-Ring (2016), de la compositora rusa Elena Rykova, estrenada en Luxemburgo; y en el Swiss Chamber Music Festival en Adelboden estrenamos una obra del compositor Nemanja Radivojevic, Moja su usta prljavo svetiliste (2019).
ROBERT: Nuestra voluntad es no solo estrenar las obras, sino integrarlas dentro de nuestros programas habituales. Encargar una obra a un compositor y estrenarla es relativamente fácil, pero supongo que lo más difícil y lo que intentamos hacer nosotros es darle un recorrido. Siempre les damos la máxima prioridad y las llevamos por todos los sitios que podemos.
¿Cómo es la relación con los compositores?
VÍCTOR: Para nosotros lo más interesante es que sea una relación bidireccional, en la que el compositor componga libremente, pero por otra parte nosotros podamos dar nuestra opinión. No se trata de interferir en el proceso, sino más bien llegar a sentir la obra totalmente nuestra. Creemos que a la hora de interpretarla será mucho más efectiva y mucho más interesante.
PERE: Los compositores a veces van más allá de los aspectos técnicos y te hacen redefinir los límites de tu instrumento, y a mí eso me parece muy interesante. Los colores y los matices que los compositores de hoy en día nos exigen cuando tocamos sus obras, los podemos también aplicar a nuestra literatura, a la más clásica, y eso creo que es un proceso que nos enriquece mucho como cuarteto.
Vais a hacer colaboraciones con importantes músicos de primer nivel mundial. ¿Quiénes van a ser y qué vais a interpretar?
PERE: La primera colaboración fue este pasado mes de noviembre con el pianista húngaro Dénes Várjon, quien habitualmente acompaña a Steven Isserlis, Tabea Zimmermann, Jörg Widmann o Miklós Perényi. Es un músico con una gran tradición camerística, y con un gusto y un tacto exquisitos. Con él tocamos el quinteto de Schumann y deseamos volverlo a repetir.
Una colaboración más ligada al presente y al futuro más inmediato es con el compositor y pianista catalán Albert Guinovart, con quien tenemos proyectos que están al caer y compromisos en festivales muy importantes. Es un gran compositor y por ello estrenaremos una obra para quinteto que él mismo está escribiendo para la ocasión.
También tenemos un proyecto con el contratenor Xavier Sabata, que verá la luz dentro de un año. Le tenemos una estima y una admiración muy grande, ¡además antes de ser contratenor era saxofonista! La pasada Navidad grabamos el villancico El Noi de la Mare, que podéis recuperar en nuestras redes sociales. Todo ello responde al espíritu de romper las barreras del cuarteto y añadir voces para enriquecer la formación.
¿Qué repertorio podemos escuchar en vuestra gira actual? Vais a ir a muchos países y tocaréis en auditorios muy importantes, como el Konzerthaus de Berlín y el Stadtcasino de Basel. ¿Cómo estáis viviendo esta experiencia?
ROBERT: La decisión de estar viviendo en Suiza surge de la necesidad de situarnos en el mapa europeo. Estamos empezando con conciertos en Alemania, Inglaterra, Malta, etc. Hace poco estuvimos en una gira por China. Estamos muy contentos de poder presentarnos en salas tan significativas como el Konzerthaus o el Stadtcasino Basel y festivales tan importantes como la Schubertíada de Vilabertrán.
DANIEL: En estos cinco años hemos llevado nuestra música a más de diez países. Nuestro deseo es debutar a cuantos más lugares mejor.
VÍCTOR: Para nosotros es muy importante vivir la cultura musical de cada país, ya que es bastante distinta y siempre es una novedad. Si comparas cómo se vive la música en Suiza a cómo se vive en Francia o en China es completamente diferente, además ver las reaccionen del público es apasionante.
¿Cuál ha sido el país que más os ha sorprendido?
PERE: Depende de la sorpresa. Cuando tocamos en Holanda hace dos años vimos un público muy entregado, muy carismático y muy interesado en lo que estábamos haciendo, similar al de Suiza y Alemania. Allí la experiencia que estamos teniendo últimamente es que la gente opina sobre el concierto, nos dicen la pieza que más les ha gustado, la que menos. Eso demuestra que han estado atentos e interesados en lo que hemos hecho y es muy gratificante. Sin embargo, en China había otro tipo de respuesta, el público interactuaba con sus móviles a través de las redes durante el concierto.
¿Cuál ha sido el auditorio que más os ha gustado?
PERE: Tenemos una estrecha relación con el Palau de la Música Catalana. En 2016 ganamos el Primer Palau y a raíz de ello volvimos al año siguiente y también estaremos esta temporada. Allí recibimos un feedback y un calor muy especiales. El cuarteto se creó en Barcelona, es nuestra ciudad, allí está nuestra familia, están nuestros amigos, nuestros primeros profesores, allí hemos vivido grandes experiencias. Aun así también hemos disfrutado en salas como la Fundación Juan March, el Auditorio de León o el ambiente íntimo y cercano que se creó en el ciclo ‘The London Music N1ghts’ del Café Comercial de Madrid la temporada pasada.
Habéis dado clases magistrales. ¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Repetiréis?
DANIEL: Tenemos varios proyectos pedagógicos en marcha. El primero es dirigir el ensemble de saxofones de la ESMUC en una semana en que desde los primeros primer atriles, ideamos el repertorio, guiamos los ensayos concluyendo en concierto final.
VÍCTOR: Además este año hemos decidido dar la oportunidad a un estudiante de composición de la ESMUC que escribirá una obra para la ocasión.
PERE: Lo bonito del proyecto es que trabajamos sin director, música de cámara en mayúsculas. No hay una orden o batuta a la que seguir, sino que es un cuarteto de saxofones ampliado donde nosotros transmitimos nuestra experiencia de estos cinco años y la pasión por la música de cámara a las nuevas generaciones.
DANIEL: Además en verano organizamos la Academia Mestral, un curso que impartimos junto a Nacho Gascón en la provincia de Tarragona.
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