Por Albert Nieto
Casualmente, mi relación musical y de amistad con los compositores José Luis Turina y David del Puerto ha seguido caminos paralelos, pues tres propuestas mías han cristalizado en tres obras de similares características en ambos compositores: una pieza de piano y otras dos para dúo de soprano y piano. Ni decir cabe que la predisposición de tan magníficos compositores y su entusiasta respuesta han ido consolidando una amistad iniciada hace ya muchos años; especialmente longeva en el caso de José Luis Turina, pues fue en 1985 cuando tuve la ‘osadía’ de solicitarle una obra breve para que formara parte de un programa temático pianístico en conmemoración del Año Internacional de la Paz, designado en 1986 por las Naciones Unidas, y que se completaba con obras de nueva creación de otros once compositores españoles.
José Luis me obsequió con una pieza de cuidada elaboración formal titulada Amb P de Pau, de unos tres minutos y medio de duración. El título en catalán es un juego de palabras intraducible al castellano, pues ‘pau’ significa tanto ‘paz’ como ‘Pablo’. Según nos dice el compositor, su intención era evocar la idea de la paz a través de la figura de Pau Casals, quien con su música y sus hechos fue uno de sus más firmes defensores en una época en la que, tristemente, brilló por su ausencia. Por ello, hace alusión al tema popular catalán El cant dels ocells indisolublemente ligado al violonchelista.
Como se aprecia en la siguiente fotografía, al final de la pieza, a través de la reducción de la interválica aparece el tema de forma completa —aunque sin la métrica exacta— en el registro grave propio del violonchelo, mientras que en el registro agudo emplea un grupo repetitivo de gran velocidad, elemento propio de la ‘notación espacial’.
La obra fue estrenada en el Teatro Arriaga de Bilbao en octubre de 1987, grabada en 1988 —junto con las demás obras encargadas— en el LP ‘Música por la Paz’ y, algunos años después, en 1995, incluida en el CD ‘El Piano Actual’. Según palabras de José Luis Turina, ‘tanto el encargo como el LP y el CD constituyen una declaración de principios de la posición de Albert Nieto ante la creación musical contemporánea en general, y la compuesta para el piano en particular’.
En cambio, mi amistad con David del Puerto comenzó mucho más tarde. Fue tal su cordialidad en nuestro casual primer encuentro que quise retomar el contacto y poder interpretar su música que, por otra parte, me entusiasmaba a medida que la iba conociendo. En marzo de 2014, al tener que interpretar en la Fundación March un concierto perteneciente al ciclo ‘Jazz impact: impacto en España’ y conociendo la influencia del jazz en la música de David, le pregunté si tenía una obra con esas características o, en su defecto, si podía componer alguna. Debido a su falta de tiempo, me ofreció una solución: darme carta blanca para versionar una obra que había compuesto en 2012 para guitarra titulada Red and Black in blue, formada a su vez por dos piezas: As the day dies… y Midsummer Night, y de una duración total de once minutos. Fue todo un reto, pues era mi primera experiencia en ese campo y con la dificultad añadida de interpretar al piano una escritura típicamente guitarrística. Afortunadamente, David quedó satisfecho del resultado.
Mi segunda experiencia musical con ambos compositores aconteció al solicitarles una obra para construir un programa temático para soprano y piano, centrada en un personaje femenino, ya fuese real o ficticio. Además de cantar y tocar el piano, ambos intérpretes tenían que interactuar como actriz y actor. Fue en 2013 cuando le planteé el proyecto a David del Puerto, y se le ocurrió que podía utilizar el personaje de Carmen y adaptar su obra Carmen replay (soprano, guitarra eléctrica y acordeón) para soprano y piano. La tituló Carmen, delirio en sombras (un secreto: fue a sugerencia de su madre), hermosísima pieza de duración nada desdeñable: unos diecisiete minutos. Está compuesta sobre texto del propio compositor y consiste en una concatenación de escenas y citaciones de la obra de Bizet, con títulos muy sugerentes: Juegos de fuego, Flor de veneno dulce, Cárcel de amor, La danza, Flor muerta en carne viva, Tarot, Senda del destino, Corazón sin miedo, La pasión vieja, Hambre de sangre y Los ojos que se cierran.
Debido a que el proyecto citado tuvo diversas vicisitudes, no fue hasta 2016 que pensé de nuevo en José Luis Turina como compositor ideal para una obra ajustada a las características que yo deseaba. José Luis optó por el personaje de Salomé, y la tituló Salomé, cáliz vacío. Según sus palabras, ‘fue compuesta para una propuesta singular que solo a Albert Nieto podía habérsele ocurrido… treinta años después me volví a encontrar con Albert en una renovada declaración de aquellos principios que le movieron a pedirme Amb P de Pau; solo que esta vez la propuesta era no solo de mayor envergadura, sino de un riesgo escénico, literario y musical absoluto. Cosas de la edad, cuando detrás hay un espíritu inquieto e innovador (‘pesquisidor’, que diría Montsalvatge) a quien lo trillado simplemente le aburre’. Salomé, cáliz vacío, de una duración aproximada de trece minutos, está compuesta sobre textos de Delmira Agustini y Oscar Wilde, y con fragmentos de Salomé de Richard Strauss, lo que le otorga una sonoridad muy especial, conservando el orientalismo de la escritura de Strauss.
Por fin, Tres pasiones de mujer se estrenó en el ADDA de Alicante en octubre de 2018, con la colaboración de la soprano Ruth González, programa que se completaba con una tercera obra, Amália, esplendor do fado del albaceteño Fernando Lázaro, sobre el personaje real de la cantante portuguesa Amália Rodrigues, la ‘reina del fado’.
Las obras de los dos compositores madrileños tienen varias cosas en común: desprenden una gran sensualidad, con momentos danzables, y tienen una dificultad considerable para los dos intérpretes, donde además hay que añadir la teatralización. En Salomé, cáliz vacío, la soprano debe idear una escenografía y el pianista debe hablar por boca de Narraboth, Jokanaán, y Herodes, algunas veces de pie. La obra finaliza con una orden de Herodes a sus soldados: ‘¡Matad a esa mujer!’. Tras lo cual debe cerrar sonoramente la tapa del piano con el pedal de resonancia accionado. Quiero hacer una advertencia: hay que tener en cuenta si la tapa del piano tiene un sistema de cierre lento o no, pues en uno de los recitales, bajé tan rápidamente la tapa que resonó de tal forma que todo el público tuvo un enorme susto, y los organizadores temieron por la integridad del piano.
Para mí, una de las cosas más llamativas de la escritura de Salomé, cáliz vacío es el descenso cromático que se produce al final de la obra, comparable al passus duriusculus (bajo de lamento) de la retórica barroca, aunque en esta ocasión de una sorprendente mayor longitud, pues consta de 19 notas. Tendrá pocos precedentes en la historia musical.
En los cuadros siguientes, podemos ver una de las páginas representativas de las dos obras.
Ya en 2020, debido a la elaboración de dos programas temáticos distintos con soprano, me acerqué de nuevo a mis dos amigos compositores para solicitarles por tercera vez una obra ad hoc. Para el programa ‘Cantando a dos poetas’ necesitaba canciones basadas en poemas de Ángela Figuera Aymerich y de Carmen Conde. Le hablé a David del Puerto de los poemas de Ángela sobre el río Duero, que la poeta bilbaína de origen valenciano contemplaba en sus vacaciones estivales en Burgo de Osma y en Hortezuela, provincia de Soria. Pertenecen al poemario Soria pura (1949) y respiran a Antonio Machado, a quien Ángela rinde homenaje explícitamente en un poema titulado con el nombre del poeta sevillano. En estos poemas se refleja una personalísima percepción de la naturaleza cargada de hedonismo, y a pesar de su gran sensualidad y erotismo, pudieron salvar la censura. A David le entusiasmaron de tal modo que quiso musicar la mayoría de ellos: Río entre juncos, Niño en la orilla, Anhelo del Río y Río y orilla; y ante mi sugerencia, se recitan otros tres bajo un fondo pianístico: Río, Rio de noche y Nadando, resultando una canción de once minutos de duración titulada Poemas del Duero. David del Puerto ha creado una obra muy sugerente, donde se va repitiendo un leitmotiv pianístico que a veces aparece con modificaciones respecto a los valores y a la interválica, pero en cualquier caso otorga enorme unidad a la pieza. Ni decir cabe que el compositor sabe captar estupendamente el ambiente paisajístico descrito por la poeta bilbaína. ‘Cantando a dos poetas’ se estrenará el próximo 8 de marzo en Teatros del Canal de Madrid, como celebración del Día Internacional de la Mujer, y con la colaboración de la soprano coruñesa, afincada en Londres, Lorena Paz Nieto.
Para un programa en homenaje a Victoria de los Ángeles, cuyo estreno está previsto para 2023, José Luis Turina ha tenido la gentileza, por tercera vez, de atender a mi petición de crear una obra. La insigne soprano cantó frecuentemente las canciones del compositor sevillano Joaquín Turina, por lo que pensé que su nieto José Luis era la persona idónea a quien solicitar una canción. El resultado ha sido Pregón(A la memoria de Victoria de los Ángeles), donde ha buscado la ‘presencia’ de su abuelo a través de su contemporaneidad y origen sevillano con dos escritores: Fernando Villalón y Manuel Machado. José Luis Turina utiliza un texto de cada escritor, siendo el de Villalón un fragmento de Pregón sevillano (de Andalucía la Baja, 1926), y el de Machado un fragmento de la Falseta a la gloria del maestro sevillano Joaquín Turina, que escribió como prefacio a la biografía publicada por Federico Sopeña en 1943. En definitiva, en la canción no hay citación de músicas de Joaquín Turina, pero sí la evocación del ambiente sevillano que tanto le gustaba.
Desde la experiencia vivida con los dos prestigiosos compositores, ambos distinguidos con el Premio Nacional de Música, puedo afirmar que su calidad compositiva va a la par con su generosidad y entusiasmo hacia los intérpretes, por lo que espero que mi colaboración con ellos tenga continuidad. Entretanto, voy a disfrutar de sus obras en los conciertos que tengo por delante con la esperanza de que también las pueda disfrutar el público.
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