El Festival Internacional de Música de Canarias (FIMC) celebra su 41.ª edición con un cartel repleto de grandes agrupaciones, solistas y una selección de obras amplia y para todos los públicos. Como en años anteriores, los conciertos llegarán a escenarios de todas las islas del archipiélago canario. Hablamos con Jorge Perdigón, su director artístico, sobre los retos de la programación y la relación con el público.
Por Manuel Pacheco
Tras más de cuarenta años de actividad, el Festival Internacional de Música de Canarias continúa ofreciendo un cartel ambicioso y de primer nivel. ¿Qué planteamientos se siguen para configurar una programación que se mantenga competitiva y actual después de tanto tiempo?
El FIMC está inmerso en un cambio constante. Si soy sincero, con nuestro limitado —aunque digno— presupuesto se hace muy complejo incluir todo lo que un director artístico querría programar. Por eso es fundamental la creatividad a la hora de encajar las diferentes propuestas en el conjunto. Creo que una programación como la nuestra está constantemente ‘en obras’. Si no fuera así, correríamos el peligro de limitarnos a sustituir una formación orquestal por otra, un director o directora por otro, y lo mismo con los solistas.
Lo más importante en estas últimas ediciones del FIMC ha sido conseguir incrementar el interés del público y de las personas abonadas y, sobre todo, invertir bien, o hacerlo mejor, en el cambio generacional que ya ha comenzado. En este sentido, nos sentimos muy ilusionados porque se haya llegado a duplicar el número de abonos o la asistencia a las actividades, y prevemos que aún hay un margen de mejora. Tenemos en cuenta la importancia de un buen relato que pueda impulsar el interés de la sociedad por la cultura, que debe, sin duda, formar parte de nuestras realidades cotidianas.
Los conciertos se desarrollarán en veintiún escenarios de todo el archipiélago canario. Tras esta distribución, ¿hay una apuesta por hacer llegar la música a todos los rincones del territorio?
Llevar la música a todas las islas de Canarias ha sido siempre uno de los principales retos de este festival. En un territorio alejado más de dos mil kilómetros del continente, y encima fragmentado en ocho islas, acceder a propuestas culturales de primer nivel es mucho más complicado. Si quienes viven aquí y quieren escuchar lo que traemos estuvieran obligados a coger un avión o un barco para desplazarse a otra isla, no tendríamos un festival como el que hasta ahora tenemos. Es más, podemos decir que gracias a esta apuesta irrenunciable de llegar a todas partes se ha conseguido que la ciudadanía muestre cada vez mayor interés hacia la música clásica y que acuda de forma creciente a escuchar y disfrutar de estos conciertos.
¿El repertorio del FIMC se centra en algún estilo o época o, al contrario, se define por la variedad de las propuestas?
El FIMC está al acecho de cualquier oportunidad importante que pueda ser interesante para su programación. Eso sí, hemos decidido impulsar al máximo la música contemporánea, con un festival propio dedicado a ella, entre otros motivos, por la enorme cantidad de creadoras y creadores canarios de gran calidad. En nuestras programaciones hemos sido capaces, con enorme esfuerzo, de impulsar los estrenos de nuevas obras canarias (¡catorce obras canarias de estreno en esta temporada!). Esta es la realidad en la que el FIMC se mueve. Creo que un evento de estas características está llamado a programar todas y cada una de las propuestas que puedan ser interesantes para quienes nos acompañan edición tras edición.
¿Qué agrupaciones y nombres destacados forman parte de la programación principal de este año?
Es una pregunta muy difícil de responder porque cada concierto tiene vida propia. Decir que la Filarmónica de Múnich o la Suisse Romande son más importantes que el Ensemble Nasmé puede parecer apropiado, hasta que sabemos que el Nasmé está constituido por músicos palestinos liderados por el gran Michael Barenboim (músico judío). El interés por ver y escuchar a este ensemble es más que asistir de manera rutinaria a un concierto del FIMC. Esto ya ocurrió con la Sinfónica de Kiev cuando, a los pocos meses del inicio de la guerra en Ucrania, tuvimos el honor y el placer de escucharla en el FIMC y compartir con sus músicos un momento de paz.
Dicho esto, nombres como Marin Alsop o Grigori Sokolov, y agrupaciones como Philharmonia Orchestra, Camerata de Salzburgo o las mencionadas Filarmónica de Múnich y Suisse Romande, ilusionan extraordinariamente a nuestro público. Pero una parte de él desea algo más: ser partícipe de un momento emocionante o encontrar la magia que compense un día a día a veces difícil de sobrellevar.
Esta edición tiene en el violín a su gran protagonista. ¿Qué figuras del instrumento pasarán por el archipiélago entre enero y febrero?
Sin duda, algunas y algunos de los más interesantes: María Dueñas, Lisa Batiashvili, Hilary Hahn, Midori, Leónidas Kavakos, Pinchas Zukerman, Michael Barenboim o incluso el violinista cubano Alfredo de la Fe.
El FIMC incluye una serie de conciertos extraordinarios que también cuentan con músicos y formaciones de renombre.
Sí, en los conciertos fuera de abono podremos disfrutar también de importantes solistas. Sin ir más lejos, Leónidas Kavakos o Pablo Sainz-Villegas.
Este año incluso ha podido disfrutarse de un ‘Preludio del FIMC’ los días 28 y 30 de diciembre, con una opereta de Strauss. ¿Quiénes han sido los protagonistas?
Haber conseguido programar El murciélago de Johann Strauss ha supuesto dar la oportunidad a nuestro público de conocer algunas de las peculiaridades o tradiciones musicales de Centroeuropa. Si a ello añadimos que a la batuta ha estado Marc Minkowski con su orquesta Les Musiciens du Louvre, estamos hablando de una producción algo más que interesante. Es importante destacar que ha sido la primera vez que las tres instituciones culturales más importantes del archipiélago se han unido en coproducción para impulsar esta hermosa propuesta: el Festival Internacional de Música de Canarias, la Ópera de Tenerife y la Fundación Auditorio Teatro Las Palmas Gran Canaria.
¿En qué consiste el Festival ‘En Paralelo’ que se celebra en las mismas fechas?
El Festival ‘En Paralelo’ intenta llegar al público que disfruta de cualquier música y que no ha tenido la oportunidad o el deseo de visitar un concierto del FIMC. Las propuestas son muy variadas: jazz, programas musicales de humor, músicas del mundo, últimas creaciones relacionadas con el folklore de Canarias, etc.
En esta ocasión, ‘En Paralelo’ incluye a Los 12 Chelistas de la Filarmónica de Berlín, así como dos conciertos gratuitos que se realizarán en la Catedral de La Laguna (Tenerife) y en la Catedral de Las Palmas (Gran Canaria). Además, La pasión según San Mateo de Bach regresa a Canarias tras más de treinta años, y lo hace con Tom Koopman y el Coro y la Orquesta Barroca de Ámsterdam.
¿Qué resultado os gustaría obtener de esta edición 2025?
¡Buena pregunta! No puedo concretar todo porque la lista sería interminable. Entre otras cosas, nos gustaría seguir creciendo y entendiéndonos mejor con el público, con los medios de comunicación y con los patrocinadores. Partimos de la base de que la cultura nos ayuda a entender la diversidad de la ciudadanía y a comunicarnos mejor. Es una manera de comprender la creatividad y la expresión de otras personas. Incluso en las ocasiones en que no nos gusta lo que escuchamos, lo hacemos por respeto. El festival es una escuela de comunicación: primero escuchar, después opinar.
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