Transcripción para trío de cuerda
Autor del arreglo: Dmitry Sitkovetsky. Dmitry Sitkovetsky, violín; Gérard Caussé, viola; Misha Maisky, violoncello.
Orfeo C 138 851 A
Protagoniza esta sección una obra maestra bastante desconocida por el aficionado medio, a pesar de que pocos intérpretes se pueden resistir a su influjo, lo que nos proporciona muchas y muy diversas versiones discográficas donde elegir.
Por otra parte, decir que se trata de una obra maestra siendo música de Bach resulta casi obvio pero sí me parece curioso destacar cómo el genio del compositor se manifiesta de manera apabullante incluso cuando trabaja en un género (la variación) que no le gusta demasiado.
Las Variaciones Goldberg reciben su nombre del clavecinista Johann Gottlieb Goldberg, alumno de Bach y primer intérprete de la obra.
Goldberg trabajaba al servicio del conde Kayserling, embajador ruso en Dresde, y admirador y en cierto modo protector de Bach.
El conde padecía de insomnio y, a menudo, llamaba a su clavecinista para que, desde una habitación contigua, tocase para él durante toda la noche.
En uno de sus viajes a Leipzig el conde propuso a Bach que escribiera algunas piezas, de carácter dulce y alegre a la vez, que fueran apropiadas para distraerle, de modo que debemos al insomnio de Kayserling esta maravilla.
Bach eligió como tema una zarabanda escrita algunos años antes y recogida en el libro de Ana Magdalena y le añadió treinta variaciones y el conde quedó tan encantado con «sus variaciones» que regaló al compositor un vaso de oro conteniendo cien luises de oro. Nunca pagaron a Bach con tanta generosidad como en aquella ocasión.
De la música de Bach (en general) y, desde luego de las Goldberg, se han hecho muchas versiones y en torno a esos arreglos o transcripciones siempre hay polémica entre los que los defienden y quienes los detestan. Parece evidente que me encuentro en el primer grupo, siempre que el trabajo sea digno. (El propio Bach transcribió obras de otros autores).
Las Variaciones Goldberg, escritas para un clave de dos teclados, aparecen aquí tocadas por tres instrumentos de cuerda (violín, viola y violoncello) que Sitkovetsky utiliza con idéntico protagonismo, como si fueran tres registros de un único instrumento. La grabación, excelente en todos los aspectos, se efectuó en Bamberg los días 26 y 27 de noviembre de 1984.
Bach dedicó la obra «A los amantes de la música, para su entretenimiento y placer». Ya saben.