Tras un álbum dedicado a las canciones de Pauline Viardot, Kaleidoscope es el primer disco en solitario de la pianista Isabel Dobarro y su debut en la colección Naxos Grand Piano. En él propone un detallado mapa del trabajo de las compositoras actuales, que refleja la diversidad geográfica y estilística de sus obras, y para el que Dobarro ha tenido oportunidad de trabajar de manera directa con las creadoras.
Por Manuel Pacheco
¿Cuál es el hilo conductor de este ‘caleidoscopio’ de compositoras?
Kaleidoscope refleja la unión en la diversidad, la gran riqueza y eclecticismo en la composición de hoy en día. Es un disco que reúne a compositoras actuales con raíces en todos los continentes, y que muestra un caleidoscopio de perspectivas musicales muy diverso. Mi idea es invitar al oyente a un viaje tanto geográfico como emocional que le acerque a la creación contemporánea.
Varias de las piezas cuentan con un aire evocador que remite a los lugares que las inspiran: ‘Dusk’ de los African Sketches de Nkeiru Okoye, Blue Ocean de Carolyn Morris o Buenos aires, despierta y sueña de Claudia Montero. ¿Cómo seleccionaste estas obras?
En el caso de Nkeiru Okoye y Carolyn Morris, mi descubrimiento de su obra vino a través de la investigación para el disco. Sus piezas, a través de su factura melódica y textural, representan perfectos ejemplos del viaje emocional y geográfico que quiero proponer. A Claudia Montero tuve la oportunidad de conocerla en Valencia hace ya algunos años, y con ella trabajé varias piezas. Antes de su repentino y prematuro fallecimiento habíamos comentado la posibilidad tanto de grabar su obra como de estrenarla en el Teatro Colón. Me emociona especialmente haber podido cumplir ambos sueños el pasado 16 de agosto. El álbum y los conciertos de él derivados están dedicados a su memoria.
Otra manera de hacer referencia a la tierra y a sus músicas es a través del ritmo, como en el caso del Homenaje a Jesusa Palancares de Gabriela Ortiz o el Tumbao de Tania León. Los contrastes entre la energía de estas obras y el carácter melancólico de las anteriores, ¿también forman parte del caleidoscopio?
Me parecía fundamental incluir piezas contrastantes que pudiesen llevar al oyente a diferentes emociones. Tania León y Gabriela Ortiz son dos de las compositoras más importantes de nuestro tiempo. Tania León, tras ganar el Premio Pulitzer y el Kennedy Honors, ha recibido el Premio Tomás Luis de Victoria otorgado por la Fundación SGAE. Por su parte, Gabriela Ortiz acaba de ser nominada en los Grammy a cuatro categorías diferentes, y es compositora en residencia de Carnegie Hall. Me encanta ver como su música combina de manera tan magistral la herencia latina con el lenguaje contemporáneo. Ambas son obras maestras de notable virtuosismo.
Además de las que mencionas, la vinculación con músicas fuera del repertorio clásico también se encuentra en la obra de la compositora jordano-canadiense Suad Bushnaq, donde las escalas árabes se combinan con un lenguaje chopiniano.
Hana Wa Saku de Yoko Kanno tiene detrás una historia trágica pero esperanzadora.
Sin duda. Es una obra dedicada al terrible terremoto que sufrió Japón en el año 2011. Combina secciones de carácter intimista con un verdadero himno de resiliencia, mostrando la capacidad del pueblo japonés para sobreponerse a estas adversidades. Me emocionó especialmente que Yoko Kanno compartiera cómo su ciudad natal se vio afectada por esta tragedia, y que me indicara que le había gustado mucho mi interpretación de la obra. Estoy muy feliz por haber explorado por primera vez el repertorio de compositoras japonesas para piano. En el disco también se incluye la obra Water Dance III, de la gran compositora Karen Tanaka.
Gustave Le Gray de Caroline Shaw, la pieza más larga y compleja del álbum, es para ti ‘una obra central del repertorio contemporáneo’. ¿A qué te refieres con esto?
La obra toma forma a través de la construcción y deconstrucción de una célebre pieza del repertorio clásico, que se cita en la sección central (invito a que los oyentes a que la adivinen). El tratamiento del material por parte de la compositora estadounidense Caroline Shaw —ganadora del Grammy y del Pulitzer, y con un Doctorado Honorífico de la Universidad de Yale— es simplemente magistral. Es extraordinario ver cómo puede surgir todo un mundo sonoro a partir de una célula mínima, consistente en una nota repetida.
También me ilusiona incluir a otra compositora de Estados Unidos, Julia Wolfe, ganadora del Premio Pulitzer y de la Beca McArthur Genius Grant. La conocí en la New York University, y traté con ella tanto en mi etapa de estudiante como de instructora adjunta. Su obra Earring evoca dos mundos que discurren de forma paralela en cada una de las manos, y que convergen y se unen según avanza la pieza.
El disco se cierra con Alalá das paisaxes verticais de Carme Rodríguez. ¿Qué tiene de particular esta pieza?
Es una pieza muy especial, pues está dedicada a mí y Carme la compuso, según ha indicado en diversas ocasiones, inspirándose en mi manera de tocar. Es un honor que una compositora de tan alto nivel creara una pieza tan bella para mi repertorio. Se trata de una primera grabación mundial, e implica incluir en este caleidoscopio sonoro a una compositora española que, además, recoge de manera excepcional el folclore de la tierra gallega que ella y yo tenemos en común.
¿Cómo surge la oportunidad de grabar para la colección Naxos Grand Piano?
Me siento muy honrada de que una compañía de tanta relevancia a nivel internacional como Naxos Grand Piano decidiera incorporar este proyecto a su catálogo. Gracias a su distribución mundial, Kaleidoscope está llegando a tiendas de todo el planeta y se está escuchando en plataformas en todos los continentes. Estoy muy agradecida por el gran apoyo recibido por parte de la discográfica y de las compositoras, las cuales han escuchado y aprobado las distintas grabaciones y están apoyando este álbum de una manera muy activa.
¿Qué puedes contarnos del proceso de grabación junto al productor Javier Monteverde?
Grabar con Javier Monteverde es siempre un honor y un placer. Esta es nuestra cuarta colaboración tras The Unknown Pauline Viardot editado por su sello Cézanne (en colaboración con Anna Tonna, Corina Feldkamp y Patricia Kleinman), la grabación de la Tarantella de Pauline Viardot que hice junto al violinista Miguel Borrego y la grabación de la Introducción y Fandango de Boccherini junto al guitarrista José María Gallardo del Rey. Es sin duda uno de los mejores productores de música clásica de la escena internacional, tal y como atestigua su Grammy, y es también una parte esencial de este proyecto.
¿Has interpretado ya el repertorio de Kaleidoscope en directo?
He tenido la ocasión de interpretarlo en Zaragoza, Bilbao y el Teatro Colón de Buenos Aires, donde ha sido recibido con gran éxito de público y crítica. Ahora estamos cerrando una gira internacional para que Kaleidoscope pueda viajar por escenarios de diversos países. Me ilusiona mucho poder compartir este gran repertorio junto al público de todo el mundo.
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