Inside Out
Director: Pete Docter
Música: Michael Giacchino
Si hay algo que define a la crítica de nuestra época es la actitud maniquea con la que los críticos suelen afrontar sus voraces reflexiones. La crítica musical no es ajena a esta dualidad que en ocasiones convierte a los unos en héroes y a los otros en villanos según sea la afilada pluma de quien escribe. Para explicar la actual relación que une al músico norteamericano Michael Giacchino con la crítica y, cada vez más, con los aficionados, se puede utilizar un símil literario, que no filosófico, para representar de un modo gráfico la crítica que convierte a Giacchino en un músico muy bueno, o, por el contrario, en uno muy malo. Ni lo uno, ni lo otro. La figura de Giacchino recuerda a la del vizconde de Mediado, patrón de los críticos maniqueos e ilustre personaje creado por Italo Calvino —primer libro de la trilogía Nuestrosantepasados— que en el siglo XVII andaba, junto a su fiel escudero Curzio, por la llanura de Bohemia para luchar contra los turcos. En el primer día de la batalla un soldado derribó al inexperto vizconde de su caballo con una bala de cañón —¡menuda estampa!— que partió su cuerpo en dos. Como resultado de la terrible lesión, el vizconde Medardo, que así le llamaban, se convirtió en dos personas distintas, una llamada Gramo, que era mala, muy mala, y la otra llamada Buono, que era buena, muy buena. Ni Giacchino es tan malo como algunos nos quieren hacer ver, ni tampoco es el genio que otros tantos nos quieren vender. La cuestión estriba en encontrar ese punto de equilibrio —’¡oh, amada Sofrosine, hija de Érebo y la Noche!’— que confeccione la verdadera situación crítica de Michael Giacchino.
Fundada en 1986 por Steve Jobs, Ed Catmull y John Lasseter, Pixar Animation Studios es en la actualidad la productora de cine más interesante y original de cuantas habitan en el orbe occidental. Salvando las distancias, que las hay, se puede decir que Pixar es a Occidente lo que el estudio Ghibli es a Oriente. Tanto Pixar como Ghibli se han caracterizado durante estos últimos años por la cuidada elaboración de sus historias que parten de la clásica premisa de Horacio, ‘Aut delectare aut prodesse est’, o expresado en una lengua más prosaica, ‘Enseñar y deleitar a la vez’, santo y seña de un conjunto de artistas que de una u otra forma han revolucionado la animación de las últimas décadas. Buena parte de culpa la tienen los músicos que ambas productoras han elegido para contar sus respectivas historias. Si el músico franquicia del estudio Ghibli es el maestro japonés Joe Hisaishi, es en la productora Pixar donde Randy Newman y, en la actualidad, Michael Giacchino se reparten la mayor parte de las producciones. Con un Oscar bajo el brazo por la partitura de Up (2009), y el reconocimiento unánime de la crítica, Giacchino vuelve a colaborar con Pixar en su última producción, Inside Out, una cinta dirigida por Pete Docter, realizador con quien Giacchino colaboró en Up.
Para esta película alegre y emocionante —relativo a la emoción— Giacchino escribe una partitura monotemática que se desarrolla a partir de un simpático, dinámico y descarado leitmotiv que el músico asocia a la inocencia de la protagonista (Bundle ofjoy/First day of School), idea que sufre diversas e interesantes variaciones dirigidas siempre en la misma dirección, el ritmo frenético (Team Building) que Giacchino imprime a la historia utilizando de forma acertada las percusiones y los instrumentos de viento. Estas melodías fueron usadas por el músico en la segunda parte de Cars, en The Incredibles o en algunos pasajes de su gran delicatessenRatatouille. En ocasiones la instrumentación —gracias a la utilización del órgano— recuerda a aquellos videojuegos de la década de los 80 (Imagination land/Cahsing the Pink Elephant) que proporciona ese toque naif tan característico de aquella época. Otro elemento interesante y diferenciador es el compromiso que Giacchino adquiere con los sentimientos más profundos de la protagonista escribiendo un sentido y sencillo tema (Tears of Joy) que parece flotar en la mente de su pequeño y divertido universo. Inside Out es un fresco divertimento con aroma a retro —Nomanisone Island/Nationals Movers, al más puro estilo Powell— que pone de manifiesto la habilidad que tiene Giacchino para hacer muy grande una cosa muy simple.
Teniendo sobre la mesa la refrescante partitura de Inside Out es fácil convencer a ese grupo de críticos maniqueos para que cambien sus palabras y vean a Giacchino de otra manera. Ni es el sucesor de Williams, ni es el peor compositor de la actualidad, tan solo es un buen músico que nos da una de cal y otra de arena…
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