Los próximos viernes y domingo, días 27 y 29 de mayo, ‘Il trovatore’ de Verdi cerrará la 33 Temporada Lírica del Teatro Cervantes de Málaga
La ópera Il trovatore de Giuseppe Verdi, cerrará la 33 Temporada Lírica del Teatro Cervantes de Málaga, un ciclo que patrocinan Unicaja Banco y la Fundación Unicaja. El título estará protagonizado por Juan Jesús Rodríguez, Rocío Ignacio, Jorge de León y Carmen Topciu. Tendrá lugar los próximo viernes y domingo, días 27 y 29 de mayo.
En esta producción, el director Carlos Aragón debutará en el foso del coliseo malagueño, ante la Orquesta Filarmónica y el Coro de Ópera de Málaga. Por su parte, la dirección escénica de Arnaud Bernard trasladará a los personajes del siglo XV al marco político-revolucionario de la Guerra de la Independencia Española, a principios del XIX.
El elenco vocal
Juan Jesús Rodríguez es uno de los principales barítonos verdianos del circuito internacional. En el Teatro Cervantes, abordará el rol del Conde Luna, después de que Carlos Álvarez causase baja por motivos de salud. Le acompañarán la mezzosoprano Carmen Topciu como Azucena, el tenor Jorge de León como Manrico, la soprano Rocío Ignacio como Leonora y el bajo José Antonio García como Ferrando.
Este reparto de grandes figuras de la lírica nacional lo completará Laura Sánchez Naranjo y Daniel Romero de la Rocha interpretando a Inés y Ruiz, respectivamente. Tras haber sido escogidos en un casting abierto que se celebró el 3 de marzo, Jesús Gómez será el mensajero; Antonio Burgos, el gitano; y Carlos Messa, el Conde Luna anciano.
Il trovatore y Goya
La ópera Il trovatore, que forma parte de la ‘trilogía popular’ de Verdi, es toda una obra maestra. Esta ópera, de historia oscura y dramática, está narrada con una música luminosa y bella. Su partitura está plagada de contagiosas melodías y su ritmo, continuado y frenético, presenta temas como la pasión, la venganza, el honor y la muerte.
La historia se sitúa en un palacio yermo, en el que el anciano conde de Luna vive atormentado por los remordimientos causados por un fratricidio. Un gran cuadro de Goya, El 3 de mayo en Madrid, preside la escena, ligando así el destino trágico de Manrico, al de los luchadores por la libertad, al de los fusilados en la famosa pintura del genio de Fuendetodos.
El trabajo dramatúrgico genera así un marco político-revolucionario en el que se desarrolla el destino trágico de los personajes. Unos personajes que aparecen ante el espectador como visiones fantasmagóricas del viejo Luna. De ahí que en el escenario veamos a dos condes, al que recuerda y al que da vida a los acontecimientos del pasado.
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