Homenaje a Teresa Berganza: Canciones españolas y sudamericanas

Teresa Berganza, mezzosoprano; Juan Antonio Álvarez Parejo, piano;
Orquesta de Cámara de Lausana
Director: Jesús López Cobos
CLAVES CD 50-2000/3
3 CD’s

Hay voces de indiscutible rango, de melodiosa calidad, de arte genuino, de temperamento, españolas, de mujer. Esas, además de otras cantantes que ya conocemos, las encarna y preside fielmente la mezzosoprano madrileña Teresa Berganza. Y el sello Claves ha querido realizar un especial homenaje, un intercambio de regalos musicales, con la esta ilustre voz. La casa discográfica suiza devuelve, con la reedición de estos tres discos, el favor que Berganza les brindó al efectuar un recital en el decimoquinto aniversario de esta editora musical.

Y qué menos que las laureadas grabaciones, efectuadas en los años 80, de obras tan emblemáticas como las canciones españolas de Granados, Turina, Guridi, Toldrá y Falla (algunas de ellas verdaderos descubrimientos) con su inseparable pianista Álvarez Parejo, la versión original de “El sombrero de tres picos” (con López Cobos y su inseparable Orquesta de Cámara de Lausana) y canciones sudamericanas de Villa Lobos o Guastavino.

Berganza impone su acento, el arte natural, la técnica sumisa, el corazón español, la mente sabia y cuidadosa (en fraseos, en la declamación del texto,…), revela su más sincero sentimiento hacia unas músicas “muy nuestras”, que le vienen como anillo al dedo a la personalidad, el carácter musical y la impronta vocal de esta mezzo, también “nuestra mezzo”.

Este triple compacto hará las delicias tanto de los menos avezados melómanos en las lides del “lied” hispanoamericano (con todo lo que comportan estos calificativos) como de los grandes admiradores del eterno canto de Berganza, además de ilusionar a los que vean en este registro la conjunción de un recuerdo u homenaje justos (siempre es mejor hacerlo en vida) con la satisfacción de encontrar la esencia interpretativa de una de las voces “clave” del siglo pasado (qué lástima que haya que llamarlo ya así al siglo XX).