Obras de Mozart, Schubert, Rossini, Brahms, Schumann, Wolf, Mendelssohn y Haydn.
Victoria de los Angeles, Elisabeth Schwarzkopf, Dietrich Fischer-Dieskau y Gerald Moore.
Emi Classics CDC 7 497942
Aunque pueda despistar la carátula de esta nueva reedición, donde se destaca el Dúo de gatos de Rossini, este disco recoge el legendario concierto, celebrado en el Royal Festival Hall de Londres, el 20 de febrero de 1967, con el que se homenajeó al pianista Gerald Moore en su despedida de los escenarios.
Se reunieron para aquel homenaje Victoria de los Angeles, Elisabeth Schwarzkopf y Dietrich Fischer-Dieskau, nombres que no necesitan adjetivos y que, con el propio Moore al piano, protagonizaron una sesión memorable.
Gerald Moore nació en Watford el 30 de julio de 1899 y murió en esa misma ciudad a los ochenta y seis años. Comenzó sus estudios musicales en Inglaterra, en su ciudad natal, pero en 1913 se trasladó con su familia a Canadá y allí completó su formación en el Conservatorio de Toronto.
Desiste muy pronto de hacer una carrera como solista porque ya en 1925 se convierte en el acompañante habitual de John Coates y a partir de ese momento todos los grandes cantantes de la época piden su colaboración. Feodor Chaliapin, Elisabeth Schumann, Frida Leider, Kathleen Ferrier, Janet Baker, Christa Ludwig, Victoria de los Angeles, Fischer-Dieskau… la relación no puede ser exhaustiva pero refleja, sin duda, la categoría de los «acompañados» por Gerald Moore.
¿Cuál fue el hallazgo de Moore dentro de su faceta interpretativa? ¿Qué le hizo tan famoso? ¿Qué le convirtió en un caso excepcional del que todavía nos hacemos eco?
Quizá todo eso se produjo, sencillamente, porque él, con su talento y su profesionalidad, elevó la categoría del acompañamiento pianístico, injustamente descuidado y menospreciado en demasiadas ocasiones. Moore fue un ejemplo vivo y un maestro activo no sólo en sus conciertos, sino a través de cursos de interpretación, conferencias, escritos y, por supuesto, grabaciones, que siguió cultivando aún después de su retirada de los escenarios.
Este disco, que cumple ahora exactamente treinta años, recoge un repertorio muy variado y un tanto inconexo, aunque eso no importe. Se tiene la impresión de que los intérpretes eligieron esa música porque les gustaba, sin más. Es la música que se canta en una fiesta, la música que se ofrece a los amigos. Va de Mozart a Wolf, de las lágrimas a la risa, la risa a carcajadas del público cuando Victoria de los Angeles y Elisabeth Schwarzkopf interpretan el Duetto buffo di due gatti, y siempre resulta emocionante.
Aunque por motivos que ignoro se han eliminado de este disco unas palabras de agradecimiento del propio Gerald Moore, recogidas en anteriores ediciones discográficas, sí se oye en solitario al pianista, como despedida, interpretando su arreglo de An die Musik, de Schubert