Hans Sitt. Viola and Piano Works
Alicia Calabuig, viola
Jorge Blasco, piano
Eudora EUD-SACD 2305
★★★★★
Violinista, violista, compositor, pedagogo, el bohemio Jan Hanus Szytt, germanizado Hans Sitt, es una figura prácticamente olvidada a la que solo la última de las mencionadas facetas preserva de la absoluta oscuridad. Durante décadas Sitt fue profesor de violín en el Conservatorio de Leipzig, y el empeño didáctico que animara las obras compuestas para los alumnos de entonces continúa siendo apreciado por los docentes y alumnos de hoy. Como compositor de música de concierto y música de cámara, Sitt, hombre del ecosistema musical de Leipzig, fue profundamente conservador, seguidor de la corriente estética transitada por Schumann y después por Brahms, con quien comparte la militancia antiwagneriana. Exceptuando la música de carácter académica, apenas existen ediciones de la música camerística de Sitt. En cuanto a la discografía, aparte de las Albumblätter (1891), registradas por la alemana Tabea Zimmermann, no habrá nada más hasta el pasado año 2023, cuando aparecen un disco con la transcripción para violín y piano de la Novena de Beethoven (Sitt transcribió todas sinfonías) en Brilliant Classics, otro álbum de Centaur Records, con repertorio similar al que ahora nos ocupa, y este, grabado en abril de 2021 por la viola Alicia Calabuig y el pianista Jorge Blasco, para Eudoras. Persuadidos de la calidad de la música para viola y piano de Sitt, en absoluto merecedora de continuar desconocida por el público en general, y de lo insatisfactorio de algunas interpretaciones, Calabuig y Blasco se embarcan en este proyecto de recuperación con el propósito de ofrecer interpretaciones de referencia. Un propósito ambicioso, sin duda, al que se entregan con apasionado entusiasmo: el Romanze de las Stücke (1910) no puede ser más conmovedor, ni más intenso el Andante central de las Fantasiestücke (1894), verdadera sonata en miniatura; la Gavotte und Mazurka (1919), son delicias de lirismo y nostalgia; como grave y ligera, contraste con su punto de ensueño, es la Barcarole de las Morceaux (1901), abordada, como el disco todo, con elegante y serena maestría.
Por Alejandro Santini Dupeyrón
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